En el corazón del Oriente antioqueño, el nombre de Ramón Emilio Arcila sigue resonando con fuerza, recordando el legado de un líder cívico que dedicó su vida a la defensa de los derechos humanos y la justicia social. Carlos Ruiz, representante elegido para la reparación colectiva del Movimiento Cívico Ramón Emilio Arcila, comparte su perspectiva sobre la relevancia continua de este movimiento en la región.
«Ramón Emilio Arcila nunca perderá vigencia», afirma Ruiz con convicción. «Es un hombre que trabajó incansablemente por el interés general sobre el particular, promoviendo el deporte, la educación y la defensa del territorio». Con una profunda admiración por la labor de inmolado líder, Ruiz destaca su papel como cofundador de la Universidad Autónoma Latinoamericana, donde promovió la formación de personas críticas capaces de enfrentar los desafíos de la realidad regional.
¿Quién fue Ramón Emilio Arcila Hurtado?
El 30 de diciembre de 1989 en Marinilla, a sus 48 años, sicarios asesinaron a Ramón Emilio Arcila Hurtado. Este reconocido dirigente popular era abogado y economista de la Universidad de Antioquia, humanista, asesor sindical, líder cívico y candidato a la alcaldía en un movimiento respaldado por la Unión Patriótica (UP).
Ramón Emilio Arcila Hurtado fue líder del Movimiento Cívico del Oriente antioqueño, también uno de los fundadores de la Universidad Autónoma Latinoamericana en Medellín y de un movimiento de comerciantes de los municipios de La Ceja del Tambo, La Unión, El Peñol, Guarne, Marinilla, Rionegro y Santuario.
Varios capítulos de persecución y agresiones hicieron parte de su trayectoria social por parte de agentes estatales, el 14 de mayo de 1975 la Policía lo detuvo y lo torturó, el 28 de febrero de 1984 miembros del MAS (paramilitares) lo amenazaron junto a otros dirigentes, el 5 de enero de 1986 varios militares lo detuvieron junto a 49 personas.
El movimiento liderado por Arcila no solo fue un símbolo de resistencia contra la injusticia, sino que también dejó un legado de empoderamiento comunitario y defensa del territorio. «Fue una lucha por los derechos humanos y la dignidad de nuestro pueblo», señala Ruiz. «Arcila creía en el direccionamiento en defensa del territorio y los derechos humanos, y su legado sigue inspirando a nuevas generaciones a seguir luchando por la justicia y la equidad».
El movimiento cívico actualmente
Uno de los hitos recientes en la búsqueda de justicia para las víctimas del Movimiento Cívico fue la admisión del caso de Ramón Emilio Arcila por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. «Eso garantiza que no haya impunidad», destaca Ruiz. «Después de 37 años de impunidad, la justicia finalmente está siendo buscada a nivel internacional».
Además de la búsqueda de justicia, Ruiz y otros líderes del movimiento están comprometidos con el proceso de reparación colectiva para las víctimas. «Es una apuesta para continuar con el proceso social», explica Ruiz. «Nuestro objetivo es asegurar que la memoria histórica se preserve y que las futuras generaciones reconozcan el sacrificio y la lucha de aquellos que defendieron nuestros derechos».
En este sentido, se están llevando a cabo una serie de iniciativas para honrar la memoria del movimiento cívico y sus líderes. Una de estas iniciativas es la creación del Museo Regional del Movimiento Cívico, que busca elevar el nivel académico de las narrativas locales y promover la integración regional. «Es importante que las futuras generaciones comprendan la importancia de la lucha por los derechos humanos y la justicia social», subraya Ruiz.
Además del museo, se están planificando programas educativos y diplomados para continuar difundiendo el legado del movimiento cívico. «Queremos que los jóvenes se involucren y continúen la lucha por la justicia y la equidad», enfatiza Ruiz. «La educación es clave para el cambio social».
En cuanto al futuro del movimiento cívico, Ruiz es optimista. «Estamos viendo un renacimiento del movimiento», revela. «La reactivación del movimiento cívico nos permitirá continuar luchando por la justicia y la equidad en nuestra región». En última instancia, Ruiz hace un llamado a la comunidad a unirse en este esfuerzo por la justicia y la equidad. «Es importante que nos unamos como comunidad para seguir adelante con esta lucha», dice. «Juntos, podemos honrar el legado de Ramón Emilio Arcila y construir un futuro más justo y equitativo para todos».
Ruiz también reflexiona sobre la importancia de recordar el legado de Arcila en un contexto más amplio de la historia de la región. «Arcila fue un líder visionario que luchó por los derechos de los menos privilegiados y la protección del medio ambiente», destaca. «Su legado sigue vivo en la lucha actual por la justicia social y la equidad en nuestra sociedad».
Además de su compromiso con la memoria histórica y la justicia, Ruiz habla sobre la importancia de la educación como herramienta para el cambio social. «La Universidad Autónoma Latinoamericana, fundada por Arcila, sigue siendo un faro de esperanza para las futuras generaciones», afirma. «Es un lugar donde se fomenta el pensamiento crítico y se promueve la justicia social».
En cuanto a los desafíos actuales que enfrenta el movimiento cívico, Ruiz destaca la importancia de la unidad y la colaboración. «Para enfrentar los desafíos de hoy, necesitamos unirnos como comunidad y trabajar juntos hacia un futuro mejor», enfatiza. «Solo a través de la solidaridad y el compromiso podremos superar los obstáculos que se nos presentan».
El legado de Ramón Emilio Arcila y el Movimiento Cívico continúan inspirando a las futuras generaciones a luchar por la justicia, la equidad y los derechos humanos en el Oriente antioqueño. Con el compromiso y la determinación de líderes como Carlos Ruiz, el movimiento sigue siendo una fuerza poderosa para el cambio social y la transformación en la región.