Leyendo: José Luis Duque Pineda – Líder comunitario, experto en planeación

José Luis Duque Pineda – Líder comunitario, experto en planeación

La región sigue enfrentando el desafío de una «lucha de conocimiento e información» y una falta de articulación frente a un crecimiento urbano acelerado y desordenado. El Área Metropolitana no es una mera figura administrativa, sino una herramienta indispensable para mejorar la calidad de vida y asegurar una visión compartida que responda a los retos actuales.

El además Exalcalde de Marinilla, enfatiza la profunda raíz histórica de la integración regional en el Oriente Antioqueño, una conversación que data incluso de los años 60 y 70 con visiones que ya contemplaban la metropolización del altiplano. Subraya que, a pesar de que proyectos emblemáticos como el Aeropuerto José María Córdova son producto de esta planificación temprana, la región sigue enfrentando el desafío de una «lucha de conocimiento e información» y una falta de articulación frente a un crecimiento urbano acelerado y desordenado. Para Duque Pineda, el Área Metropolitana no es una mera figura administrativa, sino una herramienta indispensable para mejorar la calidad de vida y asegurar una visión compartida que responda a los retos actuales.

Una de las bondades más significativas del Área Metropolitana, según Duque Pineda, reside en su capacidad para integrar el transporte intermunicipal, un aspecto crucial que hoy sufre de severas limitaciones sin una planificación regional coherente. Reconoce que la integración del transporte ha sido un punto de fricción histórico con los transportadores, pero la considera el «primer camino que hay que allanar» para lograr una movilidad sostenible y equitativa que beneficie directamente a los ciudadanos en su día a día. Una autoridad regional de transporte, posible bajo esta figura, se presenta como una solución efectiva para la interconexión y el desarrollo cotidiano del Oriente Antioqueño.

El experto también destaca la importancia del Área Metropolitana como una figura con «fuerza normativa» para la planificación territorial, lo que permite abordar y resolver desafíos complejos como la superposición de áreas de protección con desarrollos urbanísticos en las zonas de frontera entre municipios. Además, el Área Metropolitana tiene la potestad de abordar macroproyectos regionales y necesidades compartidas como la vivienda de interés social, un asunto que, según él, sería «fácil de negociar» por ser una necesidad común en la región. A diferencia de otras figuras asociativas, las áreas metropolitanas poseen fuentes de financiación significativas, lo que les confiere la autonomía y el poder real para ejecutar proyectos y gestionar el desarrollo del territorio.

Duque Pineda proyecta el Área Metropolitana como una verdadera agencia de desarrollo, capaz de articular soluciones y generar equidad territorial sin «dejar atrás» a los municipios no integrantes. En su visión, esta figura podría implementar mecanismos de compensación con los municipios que aportan recursos estratégicos como el agua, transformando la discusión sobre este recurso de un debate ideológico a un punto de encuentro para la planificación y el cuidado del patrimonio hídrico del Oriente. El Área Metropolitana, de esta manera, se convierte en un medio para promover un desarrollo más equilibrado y armónico en toda la subregión.

Finalmente, José Luis Duque Pineda insta a superar las «relaciones de poder» y el «lenguaje divisivo» que han obstaculizado la integración, haciendo un llamado a la unidad y la construcción de una visión de Estado a largo plazo que trascienda los intereses políticos de corto plazo. Subraya que la transformación real viene de «acciones concretas» como la inversión en infraestructura vial que desahogue la región y la conecte con el desarrollo nacional, en lugar de quedarse en discursos. Para él, el Área Metropolitana es una oportunidad para que el Oriente Antioqueño, un «diamante grande y hermoso», logre los «respiros» y el «pulimiento» necesarios para alcanzar su verdadero potencial y garantizar un futuro próspero y sin divisiones.

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