Por: Paula Andrea Bernal Cardona – IG: @paulabernalc
Paisajes de montaña, ríos cristalinos, cascadas escondidas, tradiciones artesanales centenarias, historia viva y una oferta gastronómica que mezcla lo rural con lo auténtico convergen en el Oriente Antioqueño y crean destinos únicos.
Por ejemplo, La Unión deslumbra con la Cueva del Tuso, el Morro Peñas, fincas lecheras en Mesopotamia y senderos ecológicos. En El Carmen de Viboral, la tradición de la cerámica marca calles, talleres y centros culturales; los parques La Alhambra y El Pórtico, la iglesia colonial y cascadas como El Picacho complementan un panorama de naturaleza, cultura y arte.
Alejandría, por su parte, suma cascadas como el Salto de la Sabina, termales, baños naturales, reservas ecológicas, senderos, ecoparques y propuestas de turismo regenerativo que conectan naturaleza, cultura y comunidad.
Estos territorios, son solo una muestra de la riqueza turística de la región, por eso se avanza en el camino de llevar parte de sus potencialidades y consolidar un Oriente Antioqueño reconocido por su identidad, su riqueza natural y cultural, su proyección económica y turística. Con la estrategia de marca región “Oriente Antioqueño, región que enamora”, se busca integrar a los 23 municipios en torno a un mismo relato que fortalezca el sentido de pertenencia y potencie las oportunidades de un reconocimiento turístico y cultural.
Esta iniciativa es impulsada por el Proyecto Alianza Oriente Sostenible, con recursos de la Unión Europea y la coordinación de la Oficina de Proyectos Especiales de la Alcaldía de Rionegro, en alianza con la Cámara de Comercio del Oriente Antioqueño. Tiene como objetivo posicionar la región a través de narrativas propias, símbolos de identidad y una estrategia de comunicación compartida.
En coordinación con la Cámara de Comercio del Oriente Antioqueño, la Corporación Empresarial del Oriente (CEO), entre otras entidades, busca fortalecer la identidad regional. La iniciativa pretende integrar a los actores locales y promover el desarrollo económico y turístico de la zona.
“La Marca Región Oriente Antioqueño va mucho más allá de un logo o una campaña de promoción. Es ante todo, una herramienta de integración y desarrollo territorial que permite reconocer lo que somos, valorar nuestras fortalezas y proyectar una identidad colectiva”, señaló Carolina Rivera, directora de la Alianza Oriente Sostenible.
Una historia compartida de identidad y propósito

La construcción de la Marca Región no es un proceso improvisado. Sus antecedentes se remontan al año 2019, cuando CORNARE, en alianza con el Ministerio de Ambiente, diseñó un plan de marketing territorial para visibilizar las iniciativas sostenibles en la subregión.
Posteriormente, en 2021, CORNARE y la Corporación Prodepaz formalizaron la creación de la marca territorial con el propósito de fortalecer negocios verdes y abrir una tienda virtual para la promoción de productos locales. En 2023, Cornare cedió los derechos de propiedad intelectual de manera indefinida a la Cámara de Comercio del Oriente Antioqueño, entidad que desde entonces lidera el proceso de posicionamiento de la marca en espacios regionales, nacionales e internacionales.
“El siguiente paso consistirá en promover su uso activo en establecimientos de comercio, productos y comunicaciones institucionales, de manera que tanto las entidades públicas como privadas contribuyan a su difusión”, detalla Luz Yaneth Giraldo, directora de estrategia corporativa de la Cámara de Comercio del Oriente Antioqueño.
Hoy, con la Alianza Oriente Sostenible, este camino se renueva y fortalece. Durante este año en diferentes espacios los habitantes de la región han tenido participación a través de talleres de imaginarios para identificar percepciones, símbolos y hábitos que nutren la narrativa común de la región. Además, se impulsa la firma de acuerdos de voluntades gratuitos para que empresarios, instituciones y productores adopten la marca en sus estrategias de comunicación y mercadeo.
Avances, construcción y apropiación de la marca
La construcción de la Marca Región Oriente Antioqueño ha dado pasos decisivos gracias al trabajo de apropiación con comunidades y sectores productivos, un trabajo que debe continuar pues ese es el principal reto, que se reconozca el Oriente Antioqueño, como una región que enamora.
El proyecto avanza en la recolección de percepciones sobre la identidad, los símbolos y las emociones que hacen único al territorio. Estos encuentros han permitido identificar elementos como el orgullo campesino, la resiliencia tras el conflicto, la relación vital con el agua y la riqueza cultural expresada en sabores, acentos y tradiciones. Con este insumo, la marca comienza a proyectarse como un símbolo de pertenencia. Además, se promueve que empresas, instituciones y productores adopten la marca en sus estrategias de comunicación y mercadeo. La iniciativa incluirá la firma de acuerdos voluntarios para garantizar la visibilidad de la marca en eventos regionales y materiales promocionales.
“Nuestra Marca Región debe contar la historia del Oriente que cuida, que innova y que progresa sin perder su esencia. Una región que combina tradición y modernidad, que conserva sus montañas, sus ríos, sus saberes campesinos y su vocación solidaria. En definitiva, el Oriente antioqueño tiene importantes elementos en su identidad que hay que sacarlos a relucir como lo es el arraigo por la tierra, la cultura del trabajo, la hospitalidad y el espíritu colaborativo que caracteriza a nuestras comunidades. En los talleres zonales, pudimos constatar diferentes perspectivas como lo son la familia, el emprendimiento, la relación con el agua, los paisajes, los parques principales como lugares de experiencias”, agregó la directora de la Alianza Oriente Sostenible.

Con la ventaja estratégica del Aeropuerto Internacional José María Córdova y el dinamismo de sus municipios, el Oriente Antioqueño no solo tiene la infraestructura para conectarse con el mundo, sino también la esencia y el relato que lo convierten en un territorio con proyección inspiradora hacia el futuro. Por eso, desde la Cámara de Comercio del Oriente Antioqueño señalan que el tener una Marca Región representa la transferencia de valor a productos, servicios y proyectos que surgen en el territorio.
“La asociación directa entre la marca región y los bienes o servicios locales produce un efecto de consolidación y diferenciación. De hecho, diversos estudios señalan que el valor percibido de los bienes y servicios puede incrementarse hasta en un 30% cuando están vinculados a una marca territorial fuerte y posicionada. Este fenómeno, conocido como “efecto halo”, se traduce en que el prestigio y la reputación de la marca región se transfieren a las empresas, productos y actores locales, potenciando su competitividad frente a otras regiones, sectores o mercados similares”, enfatiza Luz Yaneth Giraldo, directora de Estrategia Corporativa de la Cámara de Comercio del Oriente Antioqueño.
En los municipios, poco a poco se entiende que esta es una oportunidad para proyectar en conjunto una vocación turística. La alcaldesa de La Unión, Carmen Judith Valencia, asegura que “cuando hablamos de marca región se busca que territorios que tienen algo en común se integren en turismo y proyección de territorio”. Para ella, este proceso también debe “Fortalecer los lazos entre las comunidades y potenciar el turismo responsable. Queremos que nos visiten para conocer cómo se producen la papa, la leche, nuestra gastronomía, los quesos y los chorizos. El arraigo por seguir produciendo nos convierte en un destino especial”, afirma.
En San Rafael, Caridad Mazo Ríos quien apoya los procesos de turismo en el municipio, coincide en que la marca permite “generar una presencia y una identidad colectiva en una región tan diversa, nos une un territorio. La marca nos junta, manteniendo las particularidades”.
En este municipio se desarrolla una propuesta de productos de bienestar que incluye también a San Carlos, con una apuesta centrada en el turismo de naturaleza y experiencias en torno al agua y la biodiversidad.
Alejandría: un territorio de bienestar

Dentro de este proceso, Alejandría emerge como un caso ejemplar. Este municipio, reconocido en la estrategia Antioquia es Mágica de la Gobernación y ganador de un premio a la marca local, ha diseñado un Plan de Desarrollo Turístico 2025-2040 bajo el concepto “Alejandría, Territorio de Bienestar”.
La propuesta va más allá de la promoción turística convencional: integra deporte, cultura, agro, salud mental y conservación ambiental para generar bienestar físico, emocional y espiritual en la comunidad y los visitantes. Eventos como el Velo Fest, el Encuentro Departamental de Caminantes y la Feria de Salud Mental han consolidado al municipio como un destino emergente que apuesta por el turismo responsable y sostenible.
“Alejandría, Territorio de Bienestar no es un eslogan, es una tipología de turismo que nos conecta con la tercera tendencia mundial: vivir bien en comunidad, en escenarios que promuevan calidad de vida, tranquilidad y confianza”, puntualizó Gloria Cecilia Naranjo Osorio, alcaldesa de Alejandría.
Alejandría también ha incorporado experiencias innovadoras como la identificación del “aroma del territorio” a través de estudios especializados, y la promoción de iniciativas comunitarias como la apicultura, el café y el cacao, que integran producción local con experiencias turísticas auténticas.
“Creo que se ha avanzado mucho con el apoyo de la Cámara de Comercio, pero debemos seguir trabajando por el posicionamiento y sentido de pertenencia desde cada municipio, con compromiso y visión. Si a Alejandría le va bien, a toda la región le va bien”, enfatizó la alcaldesa.
Este enfoque colaborativo refleja la esencia de la estrategia: articular las vocaciones agrícolas, turísticas, culturales y ambientales de cada municipio para conformar una región diversa pero cohesionada.
El impulso a una región que enamora
El Oriente Antioqueño, con sus montañas verdes, sus ríos, pueblos de encanto colonial, rutas deportivas y experiencias agroecológicas, tiene el potencial de convertirse en un destino de referencia para el turismo sostenible y de bienestar.
La marca “Oriente Antioqueño, región que enamora” no solo busca posicionar un territorio, sino contar una historia compartida que resalte la autenticidad de su gente, la belleza de sus paisajes y la fuerza de sus tradiciones.
Con el respaldo de la Unión Europea, la articulación institucional y la apropiación comunitaria, la región se prepara para mostrar al país y al mundo una identidad renovada que promueve el desarrollo económico, la conservación ambiental y la integración social, con grandes retos de apropiación no solo desde las comunidades, también desde las mismas entidades públicas y el sector privado.
El Oriente Antioqueño, con sus múltiples voces y riquezas, está demostrando que el trabajo colectivo es la clave para conquistar corazones, atraer inversión y consolidarse como un destino que, con su riqueza cultural, natural y productiva, se consolida como un territorio que inspira orgullo y despierta admiración tanto en quienes lo habitan como en quienes lo visitan. Entre montañas que guardan historias, pueblos que laten al ritmo de sus tradiciones y una región que proyecta futuro, cada rincón invita a descubrir nuevas razones para volver. La pregunta queda abierta: ¿a ti, por qué te enamora el Oriente Antioqueño?
*Foto Malecón Guatapé – Osbaldo Jaramillo.


