Leyendo: ¡Politiquero! ¡Corrupto!

¡Politiquero! ¡Corrupto!

Carlos Gómez

Por: Carlos Humberto Gómez

E-mail: director@laprensaoriente.info  

Trasciende cada cuatro años en el caso de las elecciones locales, los agravios y enfrentamientos entre la clase política de nuestros municipios. Se vuelve una especie de ring donde cada quien se va “lanza en ristre” contra sus contradictores, y no falta quien lo hace, contra quienes en otrora fueron sus amigos y aliados.

“¡Politiquero!”, dice un exacerbado candidato a una alcaldía. El destinatario no se quedó callado: ¡Mentiroso!, -contestó-. Y ahí nos tienen en medio del fuego cruzado de mentiras basadas en rumores y de videos y memes que señalan sin pruebas, que buscan hacer virales en las redes sociales. A los medios de comunicación dejaron de llegar los boletines de prensa con las acciones de campaña o hechos políticos, que sirven para cautivar al ciudadano como adhesiones, eventos masivos y propuestas con argumentos, fueron reemplazadas por denuncias temerarias y fotos de vallas desvencijadas o peleas en la calle cual rufián de esquina.

Es una competencia por señalar, por atacar al contrincante hasta con sus asuntos personales y familiares. No hay recato ni consideración por sacar lo más íntimo del candidato o sus aliados. Parece que eso genera más impacto, más likes y morbo al menos en una pantalla del computador o celular. 

Algunos señalan de nepotismo al otro y estos a su vez lo tildan de corrupto, se quejan de la inseguridad, de los huecos en las vías, de la entrega a dedo de subsidios y mucho más. Llegará el día y la hora en que sus gobiernos (si el favor ciudadano lo permite) ver si en esos cuatro años no habrá deterioro de la malla vial o que los índices de comportamiento ciudadano no les pasen factura, o que sus familiares y amigos no sean posesionados en cargos públicos municipales o entregada la contratación a sus financiadores. Ya lo han hecho y lo seguirán haciendo, son los mismos que construyen puentes donde no hay ríos, ni peatones.

Ese sinfín de vituperios hacen que el debate público pase a segundo lugar. Sobran insultos y faltan argumentos, propuestas vacías sin contenido. Se escuchan proyectos para obras de infraestructura de tal magnitud que no se sabe cuánto valdrán, ni cómo se financian en sus menguados presupuestos locales. Y hasta se dan el lujo de atacar al gobierno central ¡Comunista! ¡Guerrillero! y se olvidan que a partir del primero de enero desfilarán a la capital del país a hablar con tono pausado y amable, con un portafolio lleno de proyectos para cofinanciar. ¿Cómo creen que los recibirán en los ministerios o demás Entidades?, si ese “argumento” sirve para elegirlos ¿se imaginan lo que le espera a esos municipios los dos años y medio que se verán con el Presidente de izquierda que atacaron sin medida en sus discursos preelectorales?. Veremos

Y para una encuesta, otra encuesta. Un día están segundos, al otro día de primeros y así sucesivamente en cada sondeo o muestras, en su mayoría no verificadas o como debe ser, respaldadas por empresas serias y registradas ante la autoridad. Mientras, en la calle los ciudadanos hartos de este espectáculo grotesco y de polarización esperan el 29 de octubre para elegir.

En todo caso. Si recibió el chicharrón, el bulto de cemento o fue obligado a asistir a una reunión, sabe que estará solo en el cubículo para votar por quien realmente lo represente. No todo está perdido.

Pd. Hay candidatos que en cambio promueven el voto consciente e informado, llaman al respeto y a poner por encima el interés general sin usar la violencia como argumento. Préstele atención, podría ser el mandatario o mandataria que necesita su municipio.

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