El recinto del Concejo Municipal de Sonsón fue el escenario donde se realizó el foro ¿Cuáles son las consecuencias sociambientales de la delimitación del Páramo de Sonsón?. Este evento fue organizado por el Consejo Territorial de Planeación, el Concejo Municipal y la Junta de Acción Comunal del Corregimiento Río Verde de los Montes. Participaron igualmente la administración municipal, la Personería y representantes de la autoridad ambiental, Cornare.
Áreas protegidas; impactos socioambientales de la agroindustria en la microcuenca del río Sirgua; Plan Básico de Ordenamiento Territorial y pequeñas centrales hidroeléctricas fueron temáticas abordadas por los representantes de las organizaciones. El objetivo, en palabras del antropólogo y maestro en gestión sustentable del agua, Andrés Felipe Giménez Gómez, y quien realizó la ponencia sobre Áreas protegidas, era la de “lograr socializar las consecuencias socioambientales que tiene la delimitación del Páramo de Sonsón y la declaratoria del bosque alto andino porque nosotros nos hemos dado cuenta que varias comunidades campesinas de diferentes territorios del municipio se están viendo afectadas por este tipo de áreas protegidas.
La Resolución 493 del 22 de marzo de 2016 delimitó el Complejo de Páramo de Sonsón junto a otros siete. Abarca una extensión de 9184 hectáreas de Antioquia y Caldas. Se benefician de sus servicios ecosistémicos casi 110 mil habitantes, y se genera electricidad en los proyectos La Miel I y II, y El Edén.
Urge la actualización del PBOT
El sociólogo e integrante de Conciudadanía, Nelson Enrique Restrepo Ramírez, manifestó la urgencia de actualizar el PBOT, pues el vigente es del 2001, como herramienta para hacer valer la autonomía sobre que se hace o no se hace en el territorio municipal.
“Las dinámicas actuales de la población rural y urbana han cambiado los usos del suelo, lo cual atenta con cambiar la vocación agrícola del municipio y dar pie a la introducción de proyectos hidroeléctricos, mineros y a la extranjerización de la tierra ocasionando el desplazamiento de la población campesina”, dijo Nelson Enrique Restrepo.
Mario Carmona, en representación del Consejo Territorial de Planeación, expuso un consolidado de los presupuestos asignados y las veces que se ha intentado actualizar el PBOT por las anteriores administraciones y que hasta la fecha no ha sido entregado a Cornare y al CTP para la emisión del concepto técnico. Por lo tanto, el Consejo Territorial de Planeación de Sonsón consideró pertinente que la autoridad competente no conceda licencias y permisos de estudio, ni concesiones, ni títulos mineros, ni áreas protegidas hasta que no se tenga actualizado el PBOT.
Según la ponencia de Alejandra Villada Ríos, miembro de la Red de Acción Frente al Extractivismo y a Movete, para Sonsón se tienen pensadas entre 8 y 9 pequeñas centrales hidroeléctricas y “aunque son PCH, tienen impacto en el territorio sobre todo en la participación ambiental comunitaria, pues los campesinos que se asientan en estos territorios tienen diferentes quejas como que no ha sido tenidos en cuenta y que no pueden tomar decisiones sobre su territorio”.
Según Obed Zuluaga, alcalde municipal, Sonsón no es de monocultivo, en su administración se han fortalecido cultivos como el de la gulupa, el higo, la uchuva y el café. Enfatizó además que en el PBOT debe quedar consignado que en su municipio no se permitirá la minería: “Yo, como alcalde, no permito minería en esta parte del territorio, no se puede permitir porque eso se nos vuelve cuna de grupos ilegales”.
Finalmente, funcionarios de Cornare respondieron algunas de las inquietudes. El director de la Regional Páramo, Néstor Orozco Sánchez, enfatizó en la delimitación de competencias: “tengamos en cuenta la delimitación de competencias, con respecto al ordenamiento del territorio, es en cabeza de las administraciones municipales, y es urgente en Sonsón y en los cuatro municipios de la Zona Páramo”.
Igualmente, aclaró que “el objetivo de Banco2 es que los campesinos se queden viviendo en sus tierras, que siga desarrollando su actividad agropecuaria, pero deben cuidar el bosque… Cornare no se queda con la tierra”.
En conclusión, este foro logró reunir a las comunidades, funcionarios públicos y miembros de diferentes organizaciones claves en el cuidado y protección de los recursos naturales para discutir sobre las diferentes problemáticas socioambientales que vive actualmente el territorio y a las que es fundamental encontrar las soluciones para el bien de las comunidades y los ecosistemas. Gran parte de la carga de esta responsabilidad está en manos de la administración local como quien es responsable de ponerle límite al uso del suelo mediante la actualización de su PBOT.
Sonsón, despensa agrícola de Antioquia, por muchos años se ha destacado por su patrimonio cultural tangible e intangible y natural, pero, como pasa en otros municipios, su patrimonio se ha venido deteriorando por la falta de conocimiento y apropiación colectiva de la memoria, la historia y la cultura. Sumado a eso, la exigente demanda de recursos en el Valle de San Nicolás y el Valle de Aburrá, van haciendo que la brecha agrícola se amplíe poniendo en riesgo las reservas forestales y de fauna y flora que habita en la región.
La modificación de los ecosistemas, los monocultivos, el movimiento de tierra, las vibraciones, van deteriorando paulatinamente las montañas ocasionando una secuencia de problemas ambientales y sociales en cadena. En Sonsón viene despertando el interés por la agroindustria del aguacate y que ha venido ganando terreno para la comercialización y exportación. El turismo es un renglón que también está tomando fuerza y que sin no es organizado, podría convertirse en otra amenaza para el Complejo de Páramo. Y la generación de energía a través de las micro centrales, ha modificado las formas de vivir y habitar el territorio para muchos campesinos en la zona de influencia de los proyectos acarreando el desplazamiento, la pérdida de identidad y deterioro de los recursos naturales.