Por: Eva Cecilia Mendoza De la Rosa
Comunicadora Social – Periodista, Especialista en Comunicación Organizacional y Magíster en Comunicación Organizacional.
A sus 80 años fallece en la ciudad de Medellín, el Ingeniero Civil y Especialista en Ingeniería de Tránsito, Rodrigo Salazar Pineda; un santuariano que se formó en la Escuela de Minas de la Universidad Nacional, y se preparó en las mejores universidades de Europa, en particular en Italia e Inglaterra; fue en la universidad de Turín Italia, donde obtuvo su Maestría en Planeamiento de Tráfico y transporte. Consultor, Planificador de transporte y medio ambiente; Auditor de seguridad vial y miembro del Instituto de Ingenieros de Transporte, ITE (EEUU).
Don Rodrigo, como cariñosamente lo llamábamos los que tuvimos la oportunidad de trabajar con él, vivió la mayor parte de su tiempo, en Medellín en donde dejó un gran legado: ser el principal gestor de la construcción del Metro de Medellín, el sistema de transporte público y masivo más emblemático de la capital antioqueña.
La propuesta del corredor multimodal de transporte a lo largo del río Medellín, nació cuando Don Rodrigo aún era estudiante de la Escuela de Minas de la Universidad Nacional de Medellín; idea que se desarrolló en 1962 cuando se desempeñó como jefe de Valorización y Planeación del municipio de Envigado: “El primero de octubre de 1966 (hace 55 años): “llegué de mi formación en Transporte e Ingeniería de tránsito de la Universidad de Roma (Italia); y si fuera médico diría, me fui a especializar con el paciente en mis brazos… nosotros no sabíamos nada de ciudades, tuve que estudiar”, explicó el ingeniero, que durante los últimos años se dedicó a escribir sus memorias y a dar conferencias internacionales sobre movilidad.
Don Rodrigo, con sus argumentos académicos y la experiencia alcanzada asesorando varios metros en diversos países de Latinoamérica, era muy reconocido en el Área Metropolitana del Valle de Aburrá. Ocupó cargos públicos en los municipios de Envigado y Medellín; fue Secretario de Planeación, Secretario de Tránsito, Jefe de Valorización y Planeación.
Llegó a Rionegro, para asesorar varios proyectos de movilidad y transporte del Centro de Estudios Territoriales de la Universidad Católica de Oriente; a Él se le debe “sabiduría y fidelidad a toda prueba”. Con la asesoría de Don Rodrigo, se formularon los planes de movilidad y transporte de los municipios de Guarne, Marinilla y Rionegro. Su principal anhelo, en esta etapa de su vida era la creación de un sistema integral de movilidad que uniera los dos valles: el Valle de San Nicolás de Rionegro y el Valle de Aburrá.
La calle mínima: La calle para todos, la calle verde, es una cartilla publicada por el Fondo Editorial de la Universidad Católica de Oriente. En esta publicación editada por Don Rodrigo y la arquitecta Marisol Gómez David, se toma como tema principal el concepto de “La calle mínima, conocimiento que se soporta en las nuevas dinámicas del desarrollo urbano del Oriente antioqueño.”
Esa inquietud generada por el crecimiento acelerado en las cabeceras municipales de nuestra región; la falta de preparación de nuestro territorio frente al creciente desarrollo ha llevado a una fragmentación de nuestros sistemas urbanos, fragmentación que surge, en muchos casos, por la falta de coherencia entre nuestras normas y las exigencias en su aplicación.
Frente al anterior planteamiento y con el propósito de dar soluciones a estas dificultades, Don Rodrigo propone desarrollar el concepto de “la calle mínima”.
“La calle es uno de los elementos básicos que conforman la mancha urbana. En otros tiempos servía para delimitar los inmuebles y dar acceso a las viviendas; hoy se han convertido en órganos de movimiento y permanencia; de ahí que se puedan concebir como las fajas de terreno utilizadas para el movimiento de vehículos motorizados, peatones y bicicletas; así como un lugar de estar, pasar, llegar y salir. Igualmente es considerada como un elemento indispensable para la captación de luz y aire. (Salazar & Gómez, 2014).
Este reconocido Ingeniero formó parte de la Mesa de Movilidad del Oriente antioqueño convocada por Masora; en estas reuniones don Rodrigo planteaba que los planes de movilidad y transporte se enfocaran en dar respuesta a las necesidades de la ciudad compacta. Una ciudad compacta hacia el uso de un buen y eficiente sistema de transporte, utilizar cada vez menos el vehículo automotor y promover el uso de la bicicleta.
Don Rodrigo terminaba sus intervenciones diciendo: “Dejen que los problemas de movilidad los resuelvan los técnicos y no los políticos”. La pasión por el tema de transporte y tránsito, se lo heredó al profesor italiano, Ingeniero Giorgio Rigotti profesor del Politécnico de Turín.
Así, el pasado 9 de febrero el principal precursor de un sistema de transporte que hoy integra medio aéreos, terrestres y ferroviarios falleció en Medellín, la ciudad que le agradece enormemente por haberle brindado uno de sus tesoros más preciados, que más que brindar calidad de vida en materia de movilidad, es un ejemplo de cultura ciudadana para el país y el mundo.
“Como se traslada la sabiduría”, don Rodrigo Salazar nunca dejó sus conferencias internacionales y estaba dedicado al proyecto del río. Cada proyecto que acompañaba tomaba sus compañeros como maestros y estudiantes. Definitivamente, lo que no se puede negar es su capacidad para dejar un legado intelectual.
Con motivo del terremoto de Managua, formó parte del equipo técnico de asesores de la OEA, dedicado a la reconstrucción de la ciudad. Continuó como asesor del AID y al final con el gobierno de Nicaragua.
La anterior experiencia de dos años y medio fue muy enriquecedora en la vida profesional de don Rodrigo porque le tocó estudiar, discutir y proponer soluciones a diferentes problemas con expertos de la ONU, del BID, OEA, AID, y con formaciones en muchas disciplinas.
En la alcaldía del municipio de Envigado reposa una losa conmemorativa que reza “en este lugar se gestó la idea del Metro de Medellín en el año 1962” ahí, en la que hoy es la capilla del centro administrativo de Envigado hace 53 años, estaba ubicada la oficina de Rodrigo Salazar Pineda cuando le nació la idea de que Medellín y sus alrededores deberían tener un sistema de transporte ágil, que cubriera la mayoría del territorio de norte a sur y que además fuera cómodo y económico. (Salazar R. 2016).
Fueron muchas las batallas que emprendió don Rodrigo Salazar para hacer de sus sueños algo posible y práctico.
Gratitud a Rodrigo Salazar Pineda
Nos deja un legado:
Mirar siempre hacia adelante y mirar por los otros.
Un líder visionario y planificador ejemplar; un coequipero solidario y lleno de sabiduría.
Que en sus acciones y en sus escritos trazó las vías del progreso que hoy muchos disfrutan.
Paz en su tumba.