En municipios del Valle de Aburrá y del Valle de San Nicolás, es donde se han reportado casos de Viruela Símica en Antioquia, lo que ha obligado a las autoridades de salud a implementar los protocolos para contener la expansión de la enfermedad que obligó a la declaración de emergencia de Salud Pública de importancia internacional.
La Viruela Símica es una zoonosis viral (un virus transmitido a los humanos por animales infectados del virus), causada por el virus de la viruela símica, miembro del género Orthopoxvirus, de la familia Poxviridae, con síntomas similares a la viruela. No obstante, clínicamente es menos grave.
Aunque el virus de la viruela del simio fue descubierto en 1958, la afección fue reconocida como una enfermedad en humanos en 1970. La transmisión entre humanos ocurre mediante gotas respiratorias grandes, por tos y estornudos, durante el contacto directo y cercano cara a cara y por el contacto con ropa de persona infectada.
Laura López Gómez, subsecretaria de Gestión en Salud de Rionegro, le dijo La Prensa Oriente que “es importante reiterar que esta enfermedad incluye lesiones en forma de granos o ampollas en la piel, que pueden afectar cualquier parte del cuerpo, aunque suelen presentarse con mayor frecuencia en genitales, ano y boca, y pueden estar acompañados de uno o más de los siguientes síntomas: 1) inflamación del recto que puede causar molestia y sangrado o secreción de moco o pus, 2) fiebre, 3) ganglios linfáticos inflamados, 4) dolor de cabeza, 5) dolores musculares, y 6) falta de energía”.
La funcionaria reiteró el llamado a la comunidad para seguir la siguiente ruta, en caso de presentar los síntomas anteriores o haber tenido contacto con un caso confirmado de Viruela Símica: 1) contactar de inmediato con la línea de orientación telefónica de su EPS, 2) en caso de no obtener respuesta telefónica, acudir a su IPS básica, 3) en caso de no poder acceder a la atención en la IPS básica, dirigirse al servicio de urgencias más cercano.
Aunque los síntomas de la viruela símica suelen desaparecer espontáneamente, dice —Laura López —, la atención clínica debe optimizarse al máximo con el fin de aliviar los síntomas, controlar las complicaciones y evitar secuelas a largo plazo. Se debe ofrecer abundantes líquidos y alimentos a los pacientes para mantener un estado de hidratación y nutrición adecuado. Las infecciones bacterianas secundarias deben tratarse según sea indicado por los médicos.
Según la Organización Panamericana de la Salud, no hay tratamiento específico contra la infección por el virus de la viruela símica. Sin embargo, hay antivirales en estudio, en vías de aprobación, muy pocos aprobados para el tratamiento y no son ampliamente disponibles en el mundo.