La decisión de la Clínica Somer de Rionegro, de dejar de prestar servicios a los afiliados de Nueva EPS debido a una deuda impaga de más de 100 mil millones de pesos, ejemplifica la crisis de liquidez y atención que afecta a escala nacional al sistema de salud colombiano. Según informó este jueves la institución, la medida, que afecta servicios de alta complejidad, se tomó tras agotar todas las instancias de negociación con la EPS.
Precisaron que la deuda acumulada por Nueva EPS hacía insostenible continuar con la prestación de servicios sin comprometer la estabilidad operativa de la clínica. Esta situación se enmarca en un escenario nacional donde la misma EPS, la más grande del país con 8.5 millones de afiliados, enfrenta señalamientos por un deterioro acelerado en la atención. Reportes internos de la entidad, citados por medios nacionales, detallan un aumento del 160% en medicamentos pendientes de entrega y demoras promedio de casi 20 horas más en traslados entre hospitales en el último año.
La Clínica Somer detalló que durante años fue un centro de referencia para Nueva EPS, manejando casos complejos como trasplantes de órganos y terapias ECMO (equipo de ventilación mecánica). Según dijeron, la decisión de suspender los servicios se extendió incluso a estas unidades especializadas, tras meses de intentos fallidos por lograr acuerdos de pago. Recordaron que, mientras otras instituciones en el país ya habían cesado relaciones con la EPS, ellos habían decidido mantener los servicios, recibiendo pacientes de diversas regiones.
La medida coincide con una alerta emitida por la Defensoría del Pueblo, que ha documentado un aumento del 152% en las quejas y del 191% en las tutelas contra Nueva EPS entre 2022 y 2025. La entidad de control ha calificado la situación como una «crisis del derecho a la salud» y ha exigido medidas urgentes para frenar el colapso en la atención, caracterizado por demoras, suspensión de servicios y falta de medicamentos.
Para mitigar el impacto, la Clínica Somer afirmó que mantendrá activos algunos servicios esenciales. Indicaron que continuarán la atención primaria para los usuarios de Rionegro adscritos a su sede Reserva Plaza, así como los tratamientos oncológicos ya iniciados y el programa de Oftalmología para la región. Además, precisaron que el servicio de urgencias seguirá funcionando para casos de riesgo vital inmediato.
Finalmente, la institución expresó su pesar por los efectos de esta decisión y confió en que se puedan alcanzar soluciones que permitan restablecer la plena atención. Esta situación en Rionegro se convierte en un caso concreto de una problemática nacional, donde la crisis financiera de las EPS está trasladando costos operativos a las clínicas y hospitales, afectando directamente el acceso a la salud de millones de colombianos.


