Por: Patricia López Betancur *
IG: @abogadoslawyercompany
En Colombia, muchas personas emprenden con pasión, creatividad y sacrificio, pero olvidan un paso esencial: proteger su marca. El registro de marca no es un lujo legal; es una inversión inteligente para quien quiere construir un negocio con identidad, sólido y duradero.
Tu marca es mucho más que un logo o un nombre llamativo. Es el activo intangible que te distingue en el mercado, representa tu reputación, tu estilo, tu servicio, tus productos y es el puente entre lo que haces y lo que la gente recuerda. Por eso, registrarla ante la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) es sumamente importante.
Registrar una marca te da el derecho exclusivo de usarla en todo el país dentro de los productos o servicios que elijas (clasificación internacional NIZA). Eso significa que nadie más puede usar un nombre igual o similar al tuyo, ya que esto puede generar confusión entre los consumidores.
Además, te protege de imitaciones, te da herramientas legales para defenderte ante el uso indebido y te permite incluso licenciar o franquiciar tu marca en el futuro, lo que abre oportunidades de crecimiento para la misma.
Muchas personas usan marcas por años sin registrarlas, pensando que eso les da algún derecho. Pero no. En Colombia, el derecho sobre la marca lo tiene quien la registra, no quien la usa primero. Así que, si alguien más registra antes que tú, incluso sin mala fe, puede exigirte dejar de usar tu marca, cambiar todo tu material publicitario, e incluso perder tu posicionamiento que has construido en el mercado.
El proceso es más sencillo de lo que parece registrar una marca no es tan complicado como muchos piensan. El primer paso es verificar si ya existe una marca igual o parecida registrada (estudio de viabilidad o antecedentes marcarios). Luego se presenta la solicitud ante la SIC, indicando la clase de productos o servicios que deseas para tu marca. Tras un análisis legal y un período de varias etapas dentro del trámite, si todo va bien, obtienes tu certificado de registro, válido por 10 años. Y recuerda… no solo basta con registrar tu marca, debes hacer un control y un uso efectivo en el marcado.
Como abogada, he acompañado decenas de procesos de registro de marca y siempre repito lo mismo: es mejor prevenir que litigar. Una marca registrada te da tranquilidad para crecer, negociar y soñar más en grande.
Si tienes una marca, una idea o estás construyendo algo que tiene tu esencia, protégela desde el principio. El registro de marca no es solo un trámite, es una declaración: “LO SOÑÉ, LO CONSTRUÍ Y LO REGISTRÉ”.
* Abogada Especialista LAWYER COMPANY S.A.S.