Las abejas son pilares fundamentales de la biodiversidad, un ecosistema del que todos dependemos para nuestra supervivencia. Estos insectos polinizadores no solo nos brindan alimentos de alta calidad como la miel, la jalea real y el polen, sino que también son responsables de la producción de otros productos valiosos como la cera de abeja, el propóleo y el veneno de abeja.
Las abejas son pequeñas en tamaño, pero cumplen una enorme labor ecosistémica, puesto que su importancia radica en que gracias a que se alimentan y transportan el polen de una flor a otra, miles de plantas pueden reproducirse, sobrevivir y producir los alimentos que los seres humanos consumimos. Las abejas son consideradas como insectos polinizadores por excelencia. Se puede decir que al igual que los humanos, las abejas son seres vivos muy sociables. Se organizan en enjambres y por orden jerárquico: primero está la abeja reina de la colmena, luego los zánganos y por último las abejas obreras, que son las que realizan el trabajo pesado.
Según publicación de la National Geographic, las abejas habitan en todos los continentes del mundo, excepto en la Antártida, se conocen más de 20.000 subespecies distintas divididas en siete familias y son los insectos más antiguos del planeta, pues lo habitan desde hace más de 30 millones de años.
La polinización de cultivos y de áreas naturales está en grave riesgo debido a varios factores muy relacionados con las actividades antrópicas. Los polinizadores como las abejas, colibríes, moscas, escarabajos, murciélagos, mariposas y polillas, son un componente esencial de la biodiversidad y su pérdida o disminución repercutirá directamente en la producción agrícola del país, en la disponibilidad de alimentos, tanto para las personas como para los animales y, en general, en la salud de los ecosistemas. Además, afectará el sustento económico para comunidades locales e industrias.
Con el incremento de la población, lo cual se estima en 61 millones de personas en el territorio colombiano durante las próximas décadas, el país deberá producir algo así como 33 millones de toneladas de alimentos para suministrar a esa población. Y puesto que muchos de los cultivos productores de alimentos requieren del servicio de polinización, se necesita desarrollar estrategias que permitan conocer y valorar el estado de los polinizadores y del servicio ecosistémico de la polinización para su manejo e incorporación en los planes de manejo en los niveles nacional, regional y local, según revela un estudio adelantado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
El trabajo regional
Conscientes de la importancia de proteger a las abejas, La Prensa Oriente se puso en contacto con la autoridad ambiental Cornare para conocer las acciones que se llevan a cabo en la región para resguardar a estos vitales polinizadores. Encontramos que se han desarrollado campañas de sensibilización y elaborado documentos estratégicos de conservación. En el caso específico del Oriente antioqueño, se han identificado las especies de abejas presentes en la región, así como las zonas y familias que trabajan con abejas nativas sin aguijón. Además, se han realizado inventarios de las especies presentes en el territorio. Estas iniciativas demuestran el compromiso de Cornare con la protección de las abejas.
De acuerdo con informe suministrado desde la oficina de Gestión de la Biodiversidad de Cornare, en la jurisdicción se han realizado estudios para la identificación de las relaciones que establecen las abejas con la flora local y con microorganismos asociados a la miel, su calidad físico química y antioxidante; se hizo un inventario preliminar de especies en la Reserva Forestal Protectora La Montaña, localizada en la vereda Marbella, del municipio de San Roque, en donde se encontró gran variedad de meliponinos, que son un grupo de abejas nativas que, a través de los años han sido utilizadas por las comunidades indígenas, por los colonos y ahora por los campesinos para extraer miel que usan como medicina natural. Estas mieles, dotadas de propiedades medicinales y actividad antimicrobiana, se encuentran actualmente bajo escrutinio en diversas universidades. Se exploran como una alternativa prometedora para combatir cepas bacterianas que han desarrollado resistencia a los antibióticos tradicionales.
Igualmente, se han contratado varios inventarios de abejas nativas sin aguijón en el área de influencia de las centrales hidroeléctricas de San Carlos, en convenio con Isagen; se hizo una primera aproximación en la identificación de abejas nativas utilizadas en la Meliponicultura en la Reserva Protectora de los Cañones de los Ríos Melcocho y Santo Domingo; otro convenio con EPM para fomentar proyectos productivos de apicultura y meliponicultura en las zonas de importancia estratégica para la conservación; convenios con las Juntas de Acción Comunal para 10 proyectos productivos de apicultura en el municipio de Abejorral. En el año 2023 se llevó a cabo el fortalecimiento de 10 apicultores y 15 meliponicultores mediante asistencia técnica, talleres y entrega de insumos en los municipios de Concepción, San Roque, San Rafael y San Carlos y existe una alianza entre Cornare, Masbosques, la Gobernación de Antioquia, Isagen, EPM, Icontec y los municipios de la jurisdicción, para el fortalecimiento de la apicultura y la meliponicultura para 155 familias de los municipios de La Unión, El Carmen de Viboral, Abejorral, La Ceja, San Luis, San Francisco, Puerto Triunfo, Sonsón y San Rafael.
Acciones de conservación
De acuerdo con el informe, en los últimos dos años se han venido haciendo reuniones periódicas en la Mesa Nacional de Meliponicultura, conformada por diferentes Corporaciones Autónomas Regionales del país, para hacerle frente a la protección, conservación y regulación del manejo de los meliponinos, dado que cada vez despierta mayor interés por trabajar este tipo de abejas.
Se han realizado acercamientos con el Ministerio del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, para que el manejo de los meliponinos y otras especies de insectos, se puedan hacer sosteniblemente y que su uso y aprovechamiento se haga de manera legal, buscando que el trámite que corresponde a la autoridad ambiental, se pueda hacer de manera más expedita. Desde el Ministerio de Ambiente, en articulación con otras entidades, se han generado documentos sobre Iniciativa Colombiana de Polinizadores y Plan de Acción de la Iniciativa Colombiana de Polinizadores.
Indican la existencia de un proyecto con abejas utilizadas en Meliponicultura en los Cañones de los Ríos Melcocho y Santo Domingo, de El Carmen de Viboral, donde se identificaron varias especies de abejas conocidas como obreras. El grupo de los meliponinos tiene una característica muy especial que lo hace ideal para criar en cajones y cerca de las casas de habitación y es el no poseer aguijón, han cambiado sus estrategias de defensa basadas en el poder de sus mandíbulas y en la secreción de sustancias que son pegantes y cáusticas. El inventario y conocimiento de cada una de las especies perteneciente a este grupo es de vital importancia para la conservación de la flora y como alternativa de ingreso para las personas que manejan las especies más promisorias en la producción de miel.
Hasta el momento, se han reportado para Colombia unas 120 especies de meliponinos a lo largo y ancho de todo el país. En este inventario preliminar, se han encontrado 26 especies que corresponden al 21.6% de la diversidad de estos insectos en esta zona, que se constituye en una importante reserva natural que alberga estos animalitos que están en vía de extinción por el mal manejo de agroquímicos en la agricultura comercial.
Proyecciones
El Plan de Acción Corporativo de Cornare para el cuatrienio 2024-2027 contempla diversas acciones estratégicas encaminadas a la protección de las abejas y al fomento de la apicultura como herramienta para el fortalecimiento económico de las familias campesinas de la región.
Está prevista la implementación de 220 proyectos productivos de apicultura, meliponicultura, agroforestales y olivo de cera, en el marco de familias vinculadas a Pagos por Servicios Ambientales y el acompañamiento a otras 395 familias con proyectos de apicultura; adelantar estudios para actualizar el inventario de abejas en la jurisdicción y fortalecimiento de la apicultura para 135 familias, como complemento a la conservación y aporte para la economía de los productores rurales de la zona de influencia de Cornare.
La apicultura, según el informe, se define como la actividad productiva que involucra a las abejas Apis mellifera, comúnmente conocidas como abejas africanizadas, europeas o de cualquier raza o variedad, siempre y cuando hayan sido introducidas para la obtención de miel y otros derivados. Estas abejas, que se crían en apiarios y poseen aguijón, se clasifican dentro del ramo de los animales domésticos de utilidad para el ser humano. Cabe destacar que todas las abejas utilizadas en la apicultura son exóticas y se encuentran reguladas por normas emitidas por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, o cualquiera de sus dependencias o entidades adscritas.
Las meliponasson uno de los géneros de abejas que hacen parte de la Tribu Meliponini, en la cual se encuentran Trigonas, Paratrigonas, Frieseomelitta, Scaptotrigonas; entre otras. Se conocen como abejas nativas sin aguijón y se rigen por la autoridad ambiental, para nuestro caso Cornare.
En el Oriente antioqueño, numerosas familias han encontrado en la apicultura una fuente de ingresos complementarios, al mismo tiempo que contribuyen a la protección de estos insectos vitales para la biodiversidad.