Santiago Gómez Vallejo
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El pasado mes de diciembre finalizó el paro de transportadores más largo en la historia de Rionegro, el cual tuvo su inicio debido a la presión por parte de la administración a los transportadores por la puesta en marcha del proyecto de reestructuración del transporte denominado “Sitirio”.
A este paro se unieron otros municipios del oriente antioqueño, lo que le dio un enfoque regional y una importancia que llamó la atención del gobierno nacional, quien hizo presencia con el Ministerio de Transporte y la superintendencia de puertos y transporte; y de la Gobernación de Antioquia, quienes conformaron una mesa de diálogo junto a los transportadores para solucionar la problemática.
El paro se levantó luego de una serie de anuncios y acuerdos en los que la administración se comprometía a no realizar cambios en las rutas internas de Rionegro, a presentar una garantía de que con la entrada del sistema “Sitirio”, los transportadores no verían afectados sus ingresos, a no modificar los trayectos internos de las rutas que llegaban desde los municipios vecinos y a la revisión del encargo fiduciario promovido por la administración y que aún no han firmado dos empresas del municipio.
A raíz de esto se crearon unas mesas de concertación con todos los actores mencionados anteriormente; en dichas mesas los transportadores solicitaron que los anuncios realizados por la administración se materializacen en actos administrativos, que, a día de hoy, luego de casi dos meses, no han sido expedidos.
Sin embargo, la administración de Rionegro, aún por fuera de la mesa de concertación, continúa insistiendo en que las empresas que faltan por firmar el contrato de fiducia, lo hagan; no obstante, dicha fiducia genera grandes interrogantes a las empresas que no la han firmado y a los propietarios de vehículos de todas las empresas de transporte del municipio.
Ahora bien, ¿qué es un contrato de fiducia? Es un acuerdo de confianza en el que los fideicomitentes entregan, para este caso, el dinero que entra por concepto de recaudo en la prestación del servicio de transporte a una sociedad fiduciaria que se encarga de la administración y dispersión de todo lo recaudado en los montos correspondientes a cada fideicomitente.
Es básicamente, una bolsita de dinero que administra un banco (sociedad fiduciaria), dinero que entregan los transportadores (quienes son unos de los fideicomitentes) por concepto de recaudo, es decir los montos que reciben los transportadores por cada pasaje.
Es de resaltar, que el problema no es la figura de la fiducia como tal, si no la fiducia presentada por la administración, la cual tiene algunas cláusulas complejas que han de analizarse, como por ejemplo porque NEBULA ENGENNERING, el aliado tecnológico de Somos se encuentra como fideicomitente contratante dentro del contrato, o qué pasa con los dineros recaudados cuando se hagan recargas a tarjetas inteligentes que no sean usados efectivamente en el sistema.
Por otro lado, cabe preguntarse, ¿para qué es Sitirio hoy en día, si no hay reestructuración de rutas y solo se realizará un sistema de recaudo que le administrará el dinero a los transportadores y de paso sacará un porcentaje para la empresa Somos?
Estos son solo algunos de los interrogantes y dudas alrededor del sistema Sitirio que esperamos sean resueltos prontamente y de manera satisfactoria en beneficio de los transportadores y la comunidad rionegrera y del oriente antioqueño.