El fenómeno de El Niño es un evento climático cíclico que se caracteriza por el calentamiento de las aguas superficiales del océano Pacífico tropical. Este calentamiento provoca una serie de cambios en el clima global, que pueden incluir la reducción de las precipitaciones, el aumento de las temperaturas y la intensificación de los fenómenos meteorológicos extremos.
Los incendios forestales son uno de los fenómenos meteorológicos extremos que se pueden ver agravados por el fenómeno de El Niño. Las condiciones secas y cálidas que caracterizan a este fenómeno crean un ambiente ideal para la propagación de los incendios, que pueden causar graves daños medioambientales y riesgos para la salud humana.
Autoridades alertan por daños medioambientales
Los incendios forestales pueden causar graves daños a los ecosistemas. Pueden destruir bosques, matorrales y otras formas de vegetación, lo que puede provocar la pérdida de biodiversidad y la liberación de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Los incendios forestales también pueden afectar los suelos, alterando su composición y estructura. Esto puede dificultar la recuperación de los ecosistemas afectados y aumentar el riesgo de erosión.
Afectaciones a los afluentes de agua
El humo de los incendios puede contaminar las aguas superficiales, lo que puede provocar problemas de salud para las personas y los animales que consumen estas aguas. Además, los incendios forestales pueden provocar la erosión de los suelos, lo que puede aumentar la sedimentación en los ríos y arroyos. Esto puede dificultar el suministro de agua potable y la vida acuática.