Por: Paula Andrea Bernal Cardona
Leer este artículo le tomará unos minutos, los mismos minutos que para algún niño o niña del Oriente Antioqueño pueden ser los peores. La violencia hacía los más pequeños persiste en la región, los contextos en que ocurren se han modificado. Aunque hay avances en la inclusión de los temas de niñez en las agendas sociales, políticas y educativas; hoy la voz se alza por aquellos que en sus propios hogares están encontrando la muerte y vulneración de sus derechos.
Han pasado algunas décadas que nos permiten hablar de la evolución de aquello que hoy, no tiene por qué normalizarse; la violencia física y el abuso sexual en las mismas familias. En la región los niños y niñas de hace 30 años estaban amenazados por las ausencias y orfandades, el desplazamiento forzado, el reclutamiento y las afectaciones contra sus escuelas.
En los 23 municipios habitan aproximadamente 114 mil menores de 11 años. Según el Sistema de Vigilancia en Salud Pública (SIVIGILA) durante el 2023, por lo menos un niño o una niña en nuestra región fue abusado sexualmente cada día. En los últimos años los habitantes del Oriente Antioqueño, han levantado su voz de indignación en algunas oportunidades, por aquellos rostros que terminan visibilizando las historias de terror que aún están guardadas en medio de cuatro paredes.
Sofia Cadavid de 18 meses, vivía en Rionegro; mientras Luciana Bedoya de 7 años, vivía en El Retiro. Ellas dos con edades diferentes, lugares de residencias distintas, pero con algo en común, sus vidas terminaron de forma temprana y en condiciones similares, ambas fueron asesinadas por las manos de sus propios padres. Estas dos pequeñas, son rostros visibles que representan la violencia de cientos de niños y niñas que padecen el maltrato de las puertas de sus casas hacía adentro.
Más allá de las cifras
En Colombia las cifras de violencia contra menores de edad existen, pero hay diferencias entre las entidades que las reportan. El subregistro, aquellos casos que se quedan en silencio no están en el mapa para la sociedad, pero se padecen en silencio. Para el caso del Oriente Antioqueño el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, reportó entre enero y octubre de 2023; 133 exámenes a menores de 12 años por casos relacionados con delitos sexuales en la región. Mientras que la Fiscalía General de la Nación en la misma vigencia, adelantó 194 investigaciones por delitos sexuales en los 23 municipios.
El Sistema de Vigilancia en Salud Pública (SIVIGILA) reporta 438 casos de violencia sexual en contra de menores de edad durante el 2023, lo que equivale a un menor de edad abusado diariamente en la región. A su vez, se reportaron 142 casos de violencia física y 76 de abandono.
Para este año, el mismo sistema reporta 65 casos de violencia sexual en contra de menores de edad. Un 66,75% de los casos ocurrieron en la misma vivienda de las víctimas.
La Organización Aldeas Infantiles, llegó al municipio de Rionegro en el año 1997, su foco de atención en ese entonces estaba en los niños, niñas y adolescentes víctimas del conflicto armado. Con el paso de los años su accionar se ha ido transformando, en parte por las nuevas dinámicas de la región y los cambios en normativas. Su atención permanece y desde allí se van evidenciando las realidades. “Los niños están encontrando en sus propias familias la vulneración de derechos, dejan de ser entornos protectores y se convierten en espacios en los que padecen el abuso sexual, emocional y psicológico”, indicó Andrés Carmona, gerente de Aldeas Infantiles en Rionegro.
Acciones en los territorios
Las administraciones que empezaron su periodo administrativo en enero de este año, empiezan a enfocar acciones para prevenir y atender estas situaciones. Según Astrid Pulgarín, coordinadora del Programa de Infancia y Adolescencia de la Subsecretaría de Familia en Rionegro; uno de los componentes claves está dado por la sensibilización de los mismos niños: “llevamos talleres principalmente a las instituciones educativas, buscamos que los niños y niñas reconozcan el autocuidado y las rutas de acompañamiento”, puntualizó.
Así mismo, para el mes de mayo la administración de Rionegro espera entregar un botón de pánico para los casos de violencia y de maltrato para, a través de la georreferenciación, busca brindar atención oportuna.
En los tres primeros meses de este año, en La Ceja se han reportado 47 casos de abuso sexual a menores de edad. Según los indicadores de Medicina Legal, en este municipio durante 2023, se atendió el mayor número de delitos en la región, contra menores entre los 0 y 5 años quienes fueron vulnerados sexualmente. Es por eso que, desde la Secretaría de Salud y Protección Social, se proyecta un abordaje integral. En mayo, mes de la familia, se realizará el lanzamiento de la estrategia: “Es el momento de volver a la mesa”, que comprende la articulación de sectores como el de la salud y educación en torno a charlas y otro tipo de eventos.
“En el Oriente Antioqueño lo que uno percibe, es que hay un reconocimiento, ya se habla más de los derechos de los niños y la participación de los más pequeños. Hemos avanzado en hacerlos sujetos partícipes. Y aunque se ha logrado en entornos educativos y sociales; aún se siente la vulneración en algunos aspectos, como la educación ya que todavía hay niños que no gozan de este derecho”, aseguró Andrés Carmona.
A pesar de ese realce principalmente en los municipios que conforman el altiplano, las realidades que viven los niños abusados y violentados persisten. Según la Fiscalía General de la Nación, en municipios como Abejorral, un 91% de los casos atendidos ocurrieron en las zonas rurales. Por eso la voz se alza por aquellos que padecen, en el silencio lo que pasa en sus viviendas.