Alcaldes de varios municipios del Oriente Antioqueño se reunieron en La Ceja para conocer su modelo de gestión de residuos, una estrategia que ha reducido significativamente la cantidad de desechos enviados al relleno sanitario. Durante la visita, los mandatarios coincidieron en que la clave para enfrentar la crisis de disposición final está en la separación en la fuente y el aprovechamiento de los residuos.
El recorrido incluyó el Parque Ambiental Los Tambos, el Relleno Sanitario y la Planta de Orgánicos. Allí, los funcionarios conocieron el proceso que ha permitido a La Ceja transformar cerca del 50 % de sus residuos, evitando que lleguen al relleno.
Recolectamos alrededor de 1.550 toneladas al mes, pero gracias a la planta, hemos logrado reducir en 650 toneladas los residuos que se disponen», explicó Andrés Felipe Álvarez, gerente de Empresas Públicas de La Ceja.
Actualmente, siete municipios del Oriente Antioqueño disponen sus residuos en el Relleno Sanitario La Pradera, en Donmatías, cuya vida útil se estima en seis años. Ante este panorama, los alcaldes de El Retiro, La Unión, El Carmen de Viboral, Rionegro, Guarne, San Vicente Ferrer y un delegado de El Santuario destacaron la necesidad de adoptar modelos sostenibles.
El futuro no puede seguir dependiendo de los rellenos sanitarios. Debemos avanzar en la economía circular y el aprovechamiento de los residuos», afirmó el alcalde de Rionegro, Jorge Rivas.
La Ceja, además de optimizar su relleno sanitario, ha apostado por la transformación de residuos orgánicos en abono y estudia alternativas para aprovechar los inorgánicos.
Queremos fortalecer nuestros procesos y compartir esta experiencia con la región», señaló la alcaldesa de La Ceja, Ilbed Santa.
Los mandatarios concluyeron que la articulación regional es clave para garantizar un modelo de gestión eficiente.
La solución está en la separación desde la fuente y en trabajar juntos para encontrar nuevas oportunidades de aprovechamiento», agregó Rivas.
La discusión sobre el futuro del manejo de residuos en la región continúa abierta, mientras los municipios exploran alternativas para reducir su impacto ambiental y mejorar la sostenibilidad de sus sistemas de recolección y disposición.