La Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) entregó los cuerpos de 10 personas en seis municipios del Oriente Antioqueño durante la primera semana de octubre de 2024. Este proceso alivió el sufrimiento de nueve familias que, durante años, buscaron a sus seres queridos desaparecidos en el marco del conflicto armado.
La serie de entregas comenzó el 1 de octubre en Abejorral, donde la familia de Jorge Alexander Parra Vargas recibió su cuerpo. Al día siguiente, en San Carlos, se hizo entrega del cuerpo de María Dolores Quintero Quintero, y en Rionegro, la familia de Ramiro de Jesús Duque García también obtuvo los restos de su familiar.
El 4 de octubre, en Cocorná, se llevó a cabo una jornada en la que cuatro familias recibieron simultáneamente los cuerpos de Óscar Hemel Castaño Salazar, Miguel Ubaldo Basilio, Gabriel Antonio Soto Giraldo, Juan Crisóstomo Cardona Franco y Uriel Cardona Gallego. Estos últimos, padre e hijo, fueron entregados en espacios separados para cada familia, y al finalizar el día, las familias se reunieron en una ceremonia colectiva y religiosa.
El 5 de octubre, la UBPD entregó el cuerpo de Eusebio León Quinchía Velásquez en San Luis, y el 7 de octubre, la entidad cerró este ciclo de entregas con la entrega de los restos de Sandra Milena Giraldo García, en el corregimiento de Santa Ana, municipio de Granada.
Gloria Araque, coordinadora de la UBPD en Antioquia, señaló que estas entregas fueron posibles gracias a los avances en identificación realizados por la entidad, en articulación con la territorial Eje Cafetero y el Plan Regional de Búsqueda de Oriente Antioqueño. «De los 10 cuerpos entregados, 8 fueron recuperados en Antioquia y 2 en Caldas», detalló Araque.
El contexto de desapariciones en el Oriente Antioqueño es amplio, con un registro de 3.152 personas desaparecidas. En el departamento de Antioquia, la cifra asciende a 24.457, mientras que en Colombia se cuentan 111.640 desaparecidos.
Uno de los casos más emblemáticos fue el de Gabriel Antonio Soto Giraldo, desaparecido en 2002. Según relató su hermana Fátima, «Fueron 22 años de incertidumbre, hasta que en diciembre de 2023, la UBPD recuperó su cuerpo en el cementerio de Cocorná». La confirmación de su identidad fue posible gracias al cotejo de ADN realizado por el Instituto Nacional de Medicina Legal.
El sepelio de Gabriel se llevó a cabo en El Carmen de Viboral, donde sus familiares le dieron el último adiós. «Siempre lo recordaré como un joven trabajador y dedicado a su familia», expresó su hermana Fátima, al recordar la sonrisa que caracterizaba a su hermano.