Por: Wendy Vanessa Flórez Isaza
Comunicación Social UCO, vanessa99fl@gmail.com
“¡Qué orgullo es poder conducir este patrimonio, no solo municipal sino nacional, porque eso son los buses escalera, patrimonio de Colombia que reluce su belleza!”, entona con auténtica emoción Jawman Ochoa, joven conductor de chiva del municipio de Guarne.
Los árboles húmedos y los columpios solos de un parque que en los días goza de risas, pero que a las 4:30 am con una luz amarilla de una triste lámpara reciben en su calle principal la primera chiva con destino hacia Rionegro. Su chofer engalanado con su uniforme, le hace honor a su fiel compañera de trabajo que llega con sus vistosos colores vivos, esos verdes, esos amarillos, morados y azules que brillan con aquellas luces puestas en cada rinconcito de su carrocería, resaltando sus llamativos e icónicos mosaicos y nombres pintados a mano adelante y atrás en el bordo de su capacete, en homenaje a su tierra, a su familia o a alguna tradición ancestral. “La Cucharita”, “El Soberano”, “El corcel negro”, “El Bucanero”, “El Palomo”, “La Juliana”, “El Cristo Rey”. Son algunos de los nombres de los 31 buses escaleras que laboran en Guarne, no solo hacia Rionegro sino hacia las veredas montañosas que estas trotacaminos recorren diariamente.
La fraternidad y la unión que posee el gremio es más que notorio, en sus saludos, apodos, gritos y bromas cuando se encuentran en la autopista y entre pitos y cornetas saludan a su “caravana”, a su “firma” o al “patrón” como se identifican entre ellos o con los seudónimos que se ganan por alguna acción, chiste o característica personal: “Matraca”, “Piña”, “Cirilo”, “Godínez”, “Chamón”, “El Melo”. Estos y muchos más son los sobrenombres que reciben nuestros personajes cuando mientras están alistando y lavando sus carros en la plaza de mercado del municipio, el lugar de encuentro y parqueo predilecto, conversan y se ayudan mutuamente limpiando, barriendo, brillando y encerando pisos o llantas y quizás haciendo uno que otro arreglo mecánico.
Y así es como se viaja en Guarne, en bus escalera, en la trota montes, ¡en chiva! Muchas personas oriundas de otros municipios o de la ciudad de Medellín se suben a estos vehículos de vez en vez, cuando hay un paseo o por algún tour en Feria de Flores o en diciembre; sin embargo los guarneños tienen el privilegio de poder subirse a su patrimonio cultural todos los días y es algo que se debe defender, porque el implemento de nuevos sistemas de movilidad están dejando de lado no solo cultura, sino el sustento de cientos de familias que en la mayoría de municipios del Oriente antioqueño viven de una chiva.