Jerónimo Aristizábal es un niño de 11 años, estudiante del 5º grado del Colegio Corazonistas y en el Festival Nacional de la Trova Ciudad de Medellín, realizado en el marco de la Feria de las Flores, se coronó como Rey en la categoría infantil.
“Fue duro ganar pero gracias a Dios lo logramos, ya que desde que quedé como finalista entrené mucho con el profe Neruda. Antes de la final me sentía nervioso y tenso, pero a la vez estaba relajado porque sabía que tenía el nivel y el potencial para poder quedar Rey. Dejé el máximo talento en la tarima y puse el resto en manos de Dios”, sostuvo el niño en diálogo con La Prensa Oriente.
Sobre los demás competidores, Jerónimo lo que más quería era que los tres concursantes de la Escuela de Trovadores de Rionegro quedaran en el podio y según dice, “gracias a Dios quedaron dos”. Él como Rey y Maximiliano Vargas Betancur, «Maxi» como Virrey, por lo que está feliz con el resultado.
El Rey Nacional de la Trova destaca que Neruda es un gran profesor, ya que después de que aprendió los conceptos básicos de la trova se dedicaron a trovar incansablemente en todas las modalidades, para estar bien preparados para el Festival.
El cóndor del Oriente
En la entrevista, Jerónimo contó que cuando tenía siete años su padre creyó que tenía talento para trovar y buscaron en Marinilla al profesor Neruda, quien los invitó a ingresar a la Escuela que hay en ese municipio y comenzaron a buscar el nombre artístico. “Al principio me quería poner un apodo de algo que se relacionara con el cielo, porque me gustaba mucho todo lo relacionado con volar y el Cóndor salió porque me quería poner el Águila, pero ese apodo ya lo tenía otro trovador y mi papá me sugirió el Cóndor y entonces me puse El Cóndor del Oriente”.
El niño destaca que el acompañamiento de su padre Libardo Aristizábal ha sido muy significativo, pues fue quien le inculcó la trova y después de muchos esfuerzos ya se están viendo los resultados. “Para llegar a ser Rey tuve mucho entrenamiento, tener mucha fe en Dios que es lo más principal y también tener mucha disciplina a nivel de competición”.
Lo que viene
Jerónimo anuncia que lo que sigue es relajarse un poco, sin descuidarse para no perder su nivel y después de tantos nervios, tanta euforia, volver a entrenar para estar preparado para el próximo año, para aspirar a volver a coronarse como Rey.
Habitualmente, Jerónimo se dedica al estudio en el Colegio Corazonistas y en su tiempo libre está con los video juegos, juega fútbol, monta bicicleta, además del tiempo que pasa con sus mascotas.
El mensaje de Jerónimo para otros niños es que nunca se rindan, que sigan sus sueños y que sepan que más que todo hay que ser constantes, porque hay veces el camino se torna difícil, pero siempre habrá quien ayude para formar grandes personas. A su profesor Neruda le da el 100 % del crédito por su triunfo, pues a pesar de que su padre fue quien le inculcó esta afición por la trova, quien terminó enseñándole muchas cosas fue Neruda y fue él quien lo apoyó cuando estaba en la final. “Mis palabras para el profesor Neruda es darle las gracias, que lo tengo como mi segundo padre y como un referente para seguir adelante”, afirma el Rey.