Mediante el Acuerdo 018 de septiembre de 2020, se creó la Contraloría Municipal de Rionegro, como órgano de control y vigilancia de la gestión fiscal y para el jefe de ese despacho, Rodrigo Montoya Castrillón, “la mejor decisión política que pudo haberse tomado para el municipio de Rionegro, fue haberle otorgado su propio órgano de control fiscal. Este es un municipio creciente, con un presupuesto muy importante, con una ejecutoria en obras y otros programas muy grandes, que necesitaba su órgano de control fiscal”.
En una entrevista para La Prensa Oriente, Montoya Castrillón afirma que, si bien reconoce el mérito del trabajo histórico realizado por la Contraloría General de Antioquia, la estructura de esa dependencia no era suficiente para controlar adecuadamente todo el territorio de Rionegro y su crecimiento. “En los últimos cuatro años, hemos logrado resultados que hablan por sí mismos. Realizamos una verificación exhaustiva de la actuación de todos los sujetos y puntos de control. Cada año, llevamos a cabo diferentes tipos de auditorías, según lo estipulado por la ley, en todas las dependencias municipales, hasta dos veces al año, para atender denuncias y otros tipos de auditorías. Sin embargo, nunca dejamos de revisar la inversión de cada peso”, afirma.
El Contralor explicó que, de un universo de 5.000 a 6.000 contratos que se pueden firmar en el municipio, revisan no menos del 80%. Lo mismo ocurre con el tema presupuestal. “No estamos por debajo del 50% del casi billón de pesos que actualmente ejecuta la Administración de Rionegro. Creo que esto no hubiera sido posible en otro contexto y que la existencia de la Contraloría Municipal ha sido absolutamente indispensable para avanzar en este aspecto. Además, ha contribuido significativamente a la mejora de los sujetos y puntos de control en sus buenas prácticas y usos. En gran medida, esto se debe a la labor de la Contraloría Municipal de Rionegro”, señaló.
Vigilancia estricta en todas las dependencias
Montoya Castrillón explicó que las auditorías se realizan de manera individual, dependencia por dependencia, incluyendo empresas que se han creado en los últimos años, como Edeso, Eso, Somos Movilidad, Nutriceres e Invest In Oriente, las cuales manejan recursos municipales. Esto también se aplica a la Personería, al Concejo y a las 16 instituciones educativas de Rionegro, asegurando que todos los fondos públicos que circulan en el territorio estén bajo vigilancia.
Según Montoya Castrillón, durante los cuatro años de funcionamiento de la Contraloría, se ha conformado un sólido equipo de control, adaptado a las necesidades del territorio. La entidad cuenta con una subcontraloría de Vigilancia y Control, donde se llevan a cabo las auditorías con profesionales de diversas especialidades, y otra subcontraloría dedicada a la responsabilidad fiscal y jurisdicción coactiva, integrada por abogados que gestionan los procesos para recuperar fondos en caso de detrimento de los recursos públicos.
El titular del control fiscal local informó que, de las 67 Contralorías existentes en el país, la de Rionegro ocupa el puesto 28, según los informes de la Auditoría General de la República. “Hoy no tenemos que envidiarle nada a ninguna Contraloría del país. Hemos experimentado una evolución significativa y una rápida curva de aprendizaje, ya que el presupuesto que se ejecuta en Rionegro no permitía otra opción: había que comenzar y mostrar resultados”, concluyó.
Nuevos espacios para el debido proceso
La Contraloría dispone de una Sala de Audiencias para atender a los implicados en los procesos de responsabilidad fiscal, para que cuenten con todas las garantías para llevar a feliz término los procesos y si hay que recuperar algún dinero, así se hace. El dinero que se recupera vuelve a la Administración central, no es para la Contraloría, y se han recuperado unas cifras que han tenido un crecimiento exponencial año por año. “Uno quisiera que no hubiera ningún fallo con responsabilidad fiscal, porque ello significa que los dineros están siendo bien invertidos, pero en las ejecuciones se cometen errores y tienen que salir personas responsables de esas situaciones. Nos hace sentir tranquilos que estamos haciendo todo lo posible para recuperar esos dineros por el bien de los rionegreros”, sostuvo Montoya.
El Contralor de Rionegro destaca que las acciones de su oficina no son represivas ni coercitivas; su objetivo es garantizar que los funcionarios manejen adecuadamente los recursos para evitar pérdidas. “Mi interés es que el dinero no se desperdicie y que la inversión se dirija a donde realmente debe ir, es decir, a los fines del Estado, como los programas de salud, educación, vías, deporte, recreación y saneamiento básico. Por eso, hemos trabajado intensamente en la prevención, estableciendo alianzas con la Personería, la Procuraduría y las universidades, para fomentar una cultura de cuidado de lo público y de los recursos. Nuestro enfoque es prevenir problemas antes de que ocurran, en lugar de lamentar pérdidas.”
El liderazgo en Antioquia
De otro lado, el Contralor Montoya Castrillón fue elegido para presidir la Comisión Regional de Moralización, lo cual agradece a sus colegas de las demás Contralorías que hay en el departamento. Se trata de un cuerpo colegiado en el cual tienen asiento las siete Contralorías que hay en Antioquia, la Contraloría General de la República, la Fiscalía, Procuraduría y la Rama Judicial, para definir lineamientos tendientes a moralizar el ejercicio de la función pública. “Todo funcionario, por el solo hecho de serlo, debe estar comprometido en que su ejercicio sea moralmente correcto e idóneo y eso es lo que pretendemos desde la Comisión Regional de Moralización”. Precisó que ese interés por la vigilancia de lo público, se está transmitiendo a los jóvenes, a través de los Contralores Estudiantiles que eligen los mismos alumnos en las instituciones educativas que existen en Rionegro.
El Contralor Montoya Castrillón invita a la ciudadanía a apropiarse de su órgano de control, animándolos a llevar cualquier inquietud o denuncia a su sede en el centro de Rionegro. “Esta es una oficina de la gente y para la gente. En un ente de control, no puede ser de otra manera. Nuestro propósito es cuidar los recursos de los rionegreros, promover un buen uso de los fondos y mantener las puertas abiertas para atender lo que necesiten”, afirmó.