Luego de que el alcalde de Rionegro, Andrés Julián Rendón, proyectara el APM o Tren ligero como una realidad, parece que el proyecto se ha ido enredando en los últimos meses debido a la poca planeación de la misma dentro de su Plan de Desarrollo.
El tema ha generado controversias entre ciudadanos, concejales, e incluso, la entidad nacional que la Administración de Rionegro contrató para la estructuración del proyecto: el Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo – FONADE, quien en diálogo con el periódico La Prensa, expresaron la problemática que tienen hoy con el mandatario del municipio.
El APM que tiene un valor elevado sobre el presupuesto anual del municipio, tiene desorientada la financiación con vigencias futuras por 25 años, que aprobó el Concejo, por una medida cautelar de la justicia. Son 5 billones para el plan de movilidad, de los que el 70 por ciento van para el tren.
El contrato de Rionegro con Fonade, para estructurar el proyecto con otros dos de su plan de movilidad urbana, se acaba en diciembre y la entidad ha manifestado la inviabilidad del proyecto, por eso, la financiación del APM se encuentra en el aire, y la Alcaldía ya los citó a una audiencia por incumplimiento.
¿Qué dice Fonade?
El Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo – FONADE suscribió en diciembre de 2016 un contrato de estructuración de proyectos con el municipio de Rionegro por 11 mil millones de pesos, cuyo objeto consistía en la estructuración de una operación de vinculación de capital público y privado para el sistema de transporte tipo APM en el municipio.
El objeto del contrato es: “FONADE se compromete con el municipio de Rionegro a ejecutar a través de la línea de negocios de estructuración de proyectos el proyecto denominado estructuración y evaluación técnica, financiera y legal de proyectos tendientes a la vinculación de capital público y privado al Sistema Operativo de Movilidad, Oriente Sostenible S.A.S., teniendo como referente el Plan de Desarrollo municipal 2016 – 2019 “Rionegro, tarea de todos”, lo que incluye la definición jurídica de tipo normativo y estatutaria requerida para que SOMOS RIONEGRO S.A.S. pueda vincular capital público y privado a sus proyectos”.
El contrato con Fonade también incluía viabilizar la terminal de transportes, tres estaciones de transferencia y el tren de 18 kilómetros. Iba desde los estudios de factibilidad hasta la salida a licitar y adjudicar el proyecto. Para que esto pudiera ser, Fonade contrató un consorcio integrado por tres firmas: Profit banca de inversión, colombiana; AFH consultores, mexicana; y Cemosa, española. Para la parte jurídica contrató la firma de abogados Arrieta Mantilla y Asociados.
A mediados de este año, luego de pedir una prórroga de seis meses a la Alcaldía para analizar la viabilidad del tren, Fonade encontró dos líos jurídicos, según expresó extraoficialmente una fuente de la entidad, “hay poca viabilidad de que un municipio de segunda categoría se endeude por unos 200 mil millones de pesos anuales durante 25 años, y más cuando el proyecto del tren no está en el Plan de Desarrollo municipal”.
Los análisis de Fonade y sus asesores concluyeron que los recursos del municipio de Rionegro no eran suficientes para financiar la totalidad del proyecto, además de resultar poco recomendable comprometer de esa manera sus finanzas. En consecuencia, Fonade recomendó acudir al departamento de Antioquia y a la Nación, para buscar la cofinanciación del proyecto.
La recomendación de Fonade buscaba facilitar la viabilidad financiera del proyecto, como también la bancabilidad del mismo, toda vez que se advirtió que el proyecto podría no ser atractivo en el mercado, si la fuente de pago fuese únicamente los ingresos por impuesto predial del municipio.
Sin embargo, el municipio no aceptó estas recomendaciones y procedió a buscar la aprobación de vigencias futuras en el Concejo de Rionegro, con lo que comprometió el impuesto predial hasta el año 2047, el cual no es suficiente para lograr la viabilidad del proyecto.
El municipio debe desarrollar varias actividades para que, además de ofrecer recursos públicos suficientes, el proyecto resulte viable y bancable; por ejemplo, adoptar un Plan Maestro de Movilidad, pues uno de los riesgos más importantes que se identificaron, se centra en que no puede haber competencia con otros medios de transporte público en el corredor del APM.
Por todo esto, la Alcaldía llamó a Fonade a una audiencia de incumplimiento por no haber salido a promover el proyecto con potenciales contratistas, que era parte del contrato.
Ante esto, un funcionario de la entidad manifestó que, “es una interpretación de nosotros, pero creemos que el alcalde Andrés Julián está tratando de justificar que Fonade le hizo una mala estructuración, lo que le impidió efectuar el proyecto, y que casi que lo asaltaron en su buena fe, porque obviamente el costo de los estudios fue muy alto. Él quiere demostrar que Fonade lo hizo mal, por eso, nos abrieron un proceso de incumplimiento del contrato y le hemos venido diciendo en las audiencias que todo lo que él dice que no le hemos entregado, ya lo entregamos”.
Finalmente, el alcalde de Rionegro, en sus últimos días del año vigente para celebrar contratos por APP, tiene afán para licitar, es decir, la Administración tiene los días contados para contratar la construcción de la obra propuesta, además, en este momento no hay fondos para salir a licitar, pues el Tribunal Superior Administrativo de Medellín suspendió cautelarmente el decreto que permite que Rionegro comprometa vigencias futuras por 5 billones para el APM.
Parece ser que por ahora el Tren ligero de Rionegro es un proyecto inviable.