Según exposición en el Concejo municipal de Rionegro, por parte del Sistema Operativo de Movilidad Oriente Sostenible, -SOMOS-, se espera aprobación del proyecto que requiere a precio de hoy $5.06 billones de pesos. La Alcaldía espera de los Corporados una autorización para comprometer vigencias futuras excepcionales al año 2047.
La Entidad adscrita a la Alcaldía de la localidad, realiza actualmente la gestión del proyecto que basado en una consultoría contratada con el Fondo Financiero de proyectos de Desarrollo, -FONADE-, arrojó, según David Orlando Quintero, Gerente de SOMOS-, las conclusiones que ahora se dan a conocer.
La solicitud de vigencias futuras excepcionales, según el Proyecto de Acuerdo servirían para “construir una terminal de transporte central, terminales satélites y un sistema de transporte tipo APM”.
Lo que fuera hace 2 años una necesidad en transporte masivo para Rionegro, se convierte ahora en un sistema denominado APM o tren ligero como lo describen recientemente. David Orlando Quintero expresó que para este proyecto se han hecho, estudios en la subregión del Oriente, análisis de mejores alternativas para Rionegro, estructuraciones técnicas, financieras y legales, inclusiones en plan de inversiones e impacto en el marco fiscal a mediano plazo.
Según reconoce el funcionario, “las decisiones que afectan el transporte público inciden directamente en la movilidad para el Oriente. Medidas como la restricción de pasajeros, los cambios de rutas, los cierres viales, requieren establecer un diálogo con sus pares en la región”. Dice que deben ser muy responsables a la hora de generar cambios que sustancialmente transformarán la dinámica en la región, recordó la importancia de una Entidad supramunicipal como autoridad de tránsito.
Aunque la denominación de transporte masivo no es estrictamente lo que tendría Rionegro, David Orlando Quintero dice que, “este nos es transporte público masivo en términos generales, que no concuerda con la ley de metros. Es un tren ligero que servirá en un futuro a un sistema de mayor capacidad”.
Un tren ligero no especificado
Fuentes consultadas por La Prensa, coinciden en que mientras la Administración aún no tiene claro, qué tipo de sistema será el que transportaría ciudadanos de forma automática, difícilmente convencerá la ciudadanía sobre la conveniencia del proyecto.
En la exposición del SOMOS, se ha dejado claro que ni FONADE ni la Alcaldía han concluido sobre el tipo de sistema APM del que se viene hablando, inicialmente se dijo que tendría un costo de U$300 millones de dólares, eso era una suma cercana a los $900 mil millones de pesos, pero ahora según David Orlando Quintero el costo ascendería a $1.4 billones de pesos si el valor se paga al contado.
Genera aún mucha más duda, el hecho que solo hasta el próximo año se conocería finalmente el cierre financiero y con ello el número de estaciones, el tipo de tren, el trazado, entre otros asuntos vitales para la construcción de un sistema que dejaría comprometido el presupuesto local para los próximos 30 años.
A esto, el Gerente del SOMOS manifiesta que la realidad actual requiere de un socio que diseñe, construya y opere el sistema, lo haga funcional y en un término definido devuelva el sistema al municipio.
Las características
El trazado del sistema empezaría desde una terminal central y la vez de transporte en Belén, donde además se ubicaría el patio de trenes donde se realizaría el mantenimiento. Seguida por la Estación Tránsito, Universidad Católica, Centro, Unidad deportiva, Clínica Somer, Porvenir, Guadalcanal y La selva, El Tablazo, San Vicente Fundación, Glorieta Aeropuerto, Variante Palmas en Sajonia y Aeropuerto.
Serían 17,8 kilómetros de vía elevada sobre viaductos y 14 estaciones. La velocidad promedio se estima en 38 km/h. para una capacidad de 100 pasajeros por vehículo.
¿Qué dicen los especialistas?
Martha Lucia Gutiérrez, Secretaria General de la Asociación Latinoamericana de Sistemas Integrados de Transporte, -SIMUS- se refiere al gran reto para los gobiernos locales, en la superación de la crisis para la solución a problemáticas relacionadas con la movilidad.
Para la ejecutiva, “Las propuestas para movilidad urbana deben verse como un derecho social fundamental, el estado debe honrar este con cobertura y calidad, debe expedir una ley, que permita definir una forma de financiamiento de la movilidad urbana sustentable”.
Surge de esta apreciación la idea de que los costos de implementación los debe asumir la entidad municipal, y propone en la alternativa la financiación en una bolsa local de trasporte que asegure los recursos. El usuario solo asumiría el costo del transporte y no dependería la tarifa de valores adicionales que se aplican como el retorno de la inversión para el operador, en este caso un privado como se plantea para el proyecto en Rionegro.
La proyección de demanda del servicio en las ciudades, claramente no fueron las esperadas, allí radica la descompensación en los resultados que ahora hacen inviables los sistemas de transporte integrados, por lo menos así lo reconocen los directivos de las empresas transportadoras en Rionegro, quienes se han reunido en varias ocasiones con expertos y académicos a debatir el tema.
A esto se suma la débil estructuración institucional, con el que se crearon. Estas proyecciones que evidencian un número de usuarios bastante inferior al esperado, terminó por quebrar las empresas transportadoras que sirven las nuevas rutas y a las entidades municipales gestoras y propietarias del sistema.
La papa caliente en manos de los Concejales
Serán los 17 Concejales del municipio los que pasen a la historia como héroes si el sistema es exitoso, sino serán los llamados a responder por lo que sería un descalabro en las finanzas locales. Buenas parte de los ciudadanos que aún no se convencen de las aparentes bondades del sistema, apuestan por una decisión que no deje empeñado al municipio y que resuelva sus problemas de movilidad y transporte con más dialogo en la región y más propuestas de sistemas que incluyan las conexiones intermunicipales.
Según la Alcaldía y el SOMOS
El proyecto APM, Automated People Mover, es un tren ligero, económico, netamente electrónico, liviano, mediano y amigable con el medio ambiente, el cual contará con la capacidad de movilizar a 29.000 pasajeros por día.
La obra tiene un costo de 1.4 billones de pesos a hoy, incrementados a 5 billones por efectos de financiación. El desembolso de este gran proyecto está planeado para realizarse en el año 2023, tiempo en el que deberá estar terminado totalmente.
Los ingresos del municipio por concepto de mayor recaudo por impuesto predial, se calculan en $4.32 billones entre 2018 y 2047, con esta lógica la Entidad municipal espera financiar sistema de transporte.
Las fases del proyecto estarían dadas según SOMOS, para que en 8 meses se desarrolle la etapa pre constructiva, donde se realice el cierre financiero, la elaboración de diseños definitivos y se haga el trámite de permisos y licencias.
La fase constructiva e implementación llevaría 3 años, tiempo en el cual el municipio no habrá desembolsado ningún recurso, según se establece en el estudio realizado por FONADE.
La fase de conservación operación y mantenimiento tendría una duración de 23 años, tiempo que requiere ser entregado en concesión y que al término de este en el último año se haría la entrega del sistema al municipio, previa actualización y mantenimiento.
“El modelo de autosostenibilidad no puede contemplar su financiación vía tarifa, los costos de la infraestructura no pueden trasladarse al usuario. Esta carga no debe ser hacia los ciudadanos”: Martha Lucia Gutiérrez, Secretaria General de la Asociación Latinoamericana de Sistemas Integrados de Transporte, -SIMUS-
Se requiere de sistemas integrados multimodales donde se privilegia al ser humano, donde se conectan los transportes masivos con la bicicleta, que satisfagan el deseo de viaje de los usuarios.
Los sistemas han colapsado, el modelo está en crisis y no pueden ser los usuarios vía tarifa los que asuman las consecuencias.
Llama la atención sobre la débil estructuración de proyectos que en Colombia hoy dan cuenta de sistemas que no fueron viables y son una carga para las entidades municipales que las promovieron.