Juliana María Otálvaro Marín
Comunicación Social UCO, julismarin63@gmail.com
“La persona que echó los riegos a las plantas debió ponerse en contacto con la comunidad y darnos a entender qué tipo de químicos se utilizan para preservar las plantas. Me da rabia y tristeza porque por falta de comunicación pagan las consecuencias nuestras mascotas”, dice Juan Pablo Giraldo Henao, estudiante de bachillerato de 19 años habitante del barrio La Lela, en Rionegro. Asegura él que se dieron cuenta de estos acontecimientos tras los exámenes médicos que le hicieron a Zeus, su mascota, cuando fue hospitalizado el 5 de junio de 2019 en la clínica veterinaria La Vet y luego de ello murió el 14 de junio.
Los habitantes del barrio La Lela se encuentran muy afligidos por esta situación. “Estaría de acuerdo con el uso de estos riegos siempre y cuando informen a la comunidad para saber los perjuicios que estos pueden traer ante los animales, como lo es en el caso del vecino que ha perdido su mascota. Me vería afectado porque yo tengo dos perritos y alguno de ellos puede estar cerca de estas sustancias dañinas”, afirma Omar Alonso Otálvaro Arbeláez, de 48 años, empleado de la Compañía Nacional de Chocolates.
Esta situación tiene a los residentes de este barrio en preocupación, pues tampoco se sabe quién fue el encargado de ejecutar este acto y tampoco saben si el hecho fue intencional o no y nadie quiso brindar información. Se sabe que las demás mascotas se encuentran en peligro y han ocurrido más acontecimientos en las que más de una mascota ha sido afectada directamente, solo que tuvieron la gracia de salvarse de la muerte. Una ventaja fue que eran perros de razas grandes y resistentes a este tipo de químicos. “Yo solo espero que Zeus sea el último al que le pase esto, porque es una situación que no puede seguir ocurriendo más cuando nadie ayuda con información”, insiste Juan Pablo Giraldo, habitante del barrio.
Villa Camila es un sector cercano al lugar donde ocurrieron los hechos. En este barrio también se presentan sucesos de maltrato animal que afectan a los animales y a los dueños. Un caso muy particular de esto fue una noche de abril del año 2019, cuando unos niños del sector subían las escalas de una de las torres y lanzaron desde un cuarto piso a Lola, una gata.
“Me da tristeza la educación que están recibiendo los niños que se encargaron de realizar este caso tan atroz. Es una actitud muy cruel ya que los niños no eran niños de 5 años de edad, tenían aproximadamente 10 años y esto también va en los valores que se les inculcan desde la casa” manifiesta Nancy Suárez, trabajadora en atención del adulto mayor del refugio de ancianos de Santa Ana, de 38 años de edad. Los padres de los niños respondieron por los actos y asumieron los costos de la hospitalización de Lola, después de haberlos reprimido.
En el barrio Villa Camila también se han envenenado mascotas frecuentemente y es una situación que tiene en desasosiego a la comunidad.
“Me parece muy mal hecho de las personas que lo hacen porque uno quiere mucho a los animales y ellos no tienen nada que ver, no son malos y tampoco le hacen daño a nadincy.
Por otro lado, en el barrio El Llanito de Rionegro se han frecuentado también casos de envenenamiento de las mascotas en un alto porcentaje. Un acontecimiento de esto ocurrió el 10 de agosto del 2019 con Susyna pitbull. Después de haber salido al sector, la perrita entre las 11:00 pm o 12:00pm empezó a vomitar, no era capaz de caminar, se quedaba inmóvil y tenía espasmos. A raíz de esta situación Yelly Mariana Jaramillo Castro, quien es su dueñacudió a llevarla al veterinario y allí le dieron unos medicamentos que le ayudara a eliminar lo ingerido. Según el dictamen del médico fue un intento de intoxicación.
“Era un alimento que le llama la atención a cualquier animal como lo puede ser salchichas o chorizos. Creo que es algo totalmente intencional porque hay algunas personas que no quieren y no respetan a los animales. Lo más triste de esto es que a un vecino le pasó lo mismo, pero la mascota de él no pudo sobrevivir porque era de raza pequeña y la sustancia que ingirió era demasiado fuerte para ella”, cuenta Yelly Mariana Jaramillo Castro, estudiante de piscología de la Universidad Católica de Oriente.
“La promoción sería una opción, pero han sido muchas las campañas que se han hecho para evitar estas acciones y siguen ocurriendo. Hacer que se publiquen este tipo de acontecimientos puede intimidar al agresor de cierta manera. Por otro lado, sería de gran ayuda que no se normalizaran este tipo de casos e informar a las autoridades para que atiendan a los llamados”, argumenta la estudiante de psicología.
Voces de expertos
Filosóficamente el ser humano es apto de maltratar al homo sapiens, es capaz también de maltratar a un ser que no está en esta condición. Por ello, antropológicamente la especie humana cae en un estado de pérdida de la esencia, es decir, cae mucho más bajo del sujeto sintiente.
“Hay un estado de reflexión por parte del hombre, hay una facultad que le es propia que es su conciencia. En el caso del maltrato animal es un estado de inconciencia, una involución de la esencia del ser humano. Si el hombre fuera capaz ser capaz de ser consciente de quien es un animal que ha sido dado para custodiarlo, en lugar de apropiarse de él. Claro, el hombre es capaz de maltratar a los animales porque también es capaz de maltratar a su prójimo”, asegura Elkin Alonso Gómez Salazar, docente de antropología de la Universidad Católica de Oriente.
“Las razas más afectadas por el maltrato animal son los pitbulls, pues estas son catalogadas potencialmente peligrosas, aunque han sido mal catalogadas y son susceptibles de sufrir el abandono. No obstante, en temas de envenenamiento puede caer cualquier raza. En más de 10 años que llevo como veterinario el maltrato animal es uno de los casos más comunes, he tenido envenenamientos que para mí es la más triste de todas y es un caso de alta mortalidad porque esto depende del toxico, la cantidad que ingirió y la rapidez con la que se trató, pues pocas veces logran salvarse los animales que han caído en esta situación. Últimamente he recibido denuncias del sector Las Cuchillas, del barrio El Porvenir y el más reciente fue en el sector de Villa Camila por un envenenamiento masivo de mascotas. Para ello hablamos con la comunidad, puesto que no hay una tolerancia hacia los animales”, dice Julián Quintero, médico veterinario de la Universidad de Antioquia.
“En Rionegro se necesita que desde las instituciones educativas se dé una tenencia responsable y un buen trato animal, una buena capacitación para que generemos conciencia y cultura hacia los animales. El maltrato animal no es solo agredir físicamente, sino que también cuando no se le cumplen sus necesidades fisiológicas. Basados en la ley 1674 del 2016, ley de protección animal, cada especie debe estar libre en su hábitat y, sobre todo, bien cuidado”, manifiesta el joven veterinario.