Los 13 concejales del Municipio de El Santuario, en comunicación dirigida al Senado de la República, solicitaron apoyo para los campesinos, específicamente con la aprobación de un proyecto de ley que cursa en el congreso para regular los precios de los insumos agropecuarios.
También pidieron que este tema sea incluido dentro de la agenda que adelanta el gobierno con el Comité Nacional del Paro, con el fin de que se adopte una política pública en cuanto a producción e importación de los productos que se requieren para el campo, el sector más olvidado por todas las instituciones públicas.
Anotan en la comunicación que “La excusa perfecta ha sido la crisis sanitaria, argumentando que todas las acciones deben estar encaminadas a la recuperación de la economía de nuestra patria. El objetivo principal ha estado en fortalecer al empresario y a la empresa, generando rutas de acción que fortalezcan la capacidad operativa de la economía colombiana; sin embargo, la historia de nuestro país está en deuda con el campo, las acciones de gobierno han sido escasas para lograr saciar las necesidades del campesino; si bien se ha promocionado el reconocimiento social de la clase rural colombiana, no ha habido un resultado claro para atender las problemáticas puntuales que pide el campo”.
Un clamor general
Relata además el documento que “En todos los escenarios donde el campesino raso, el real, el de las madrugadas para iniciar su jornada de trabajo, el de los callos en las manos, el del sudor en su cuerpo, de piel cobriza por el sol, de camisas deshilachadas por el constante golpe del azadón a la tierra, el de la rutina que ha permitido sostener la existencia de la patria, no ha sido escuchado. Cuando se entablan conversaciones casuales con cualquier campesino, su diálogo está sustentado en tres momentos claves: su credo, que los apoya para que las jornadas sean más amenas, su afición, que le permite convertir los momentos de angustia en momentos de alegría y jolgorio, pero, sobre todo, en todo diálogo casual van a discutir el costo de los insumos para producir”.
Agregan que no es posible pagar los altos costos de los productos que requieren para sus actividades en el campo, “el reconocimiento de los derechos de los campesinos debe estar enfocado en darles garantías para su subsistencia, que residualmente se convierte en la existencia misma de las personas del mundo. Ese reconocimiento se debe sustraer con políticas claras para que los insumos agroquímicos sean de fácil acceso para el productor agrario, no solo a grandes escalas, sino a la escala mínima que se evidencia en las veredas de nuestro país, en las familias más vulnerables de nuestra patria.”
Como corporación -dicen-, los exhortamos para que se apliquen medidas de reducción de los precios de los productos agrícolas como semillas, los abonos y demás insumos e instrumentos que hacen parte esencial del ejercicio agrícola.
Más adelante anotan que al hacer comparación con otros países, se hacen evidentes los excesivos costos que tienen los insumos agropecuarios en Colombia: