Por fallas estructuras irreparables, fue derribado el edificio Altos del Lago en Rionegro. Los 18 pisos cayeron en cerca de dos segundos. La nube de polvo tardó tres minutos en disiparse todo, de acuerdo al cronograma anticipado por la empresa Demoliciones Atila, encargada del proceso.
Un estudio de la Universidad Nacional (un) concluyó que algunas vigas no tenían nada de concreto y estaban rellenas de tapas y colillas de cigarrillos. El alcalde del municipio, Andrés Julián Rendón, lamentó que se fueran al piso las ilusiones de decenas de familias que invirtieron hasta 90 millones de pesos en cada apartamento de Vivienda de Interés Social (VIS).
“Hay un sentimiento de tristeza por las familias que invirtieron sus ahorros e ilusiones en un proyecto con tantas dificultades. Es una canallada de la constructora. Al escuchar a los técnicos, salta a la vista la mala construcción del edificio (…) brindamos todo el acompañamiento a los afectados para que puedan acceder a nuestros subsidios. Tiene que haber una decisión de las autoridades para que la constructora les responda a las familias”, dijo el mandatario.
El director de Proyectos de Atila, Hernán Velasco, señaló que el derribamiento se hizo tal y como se había planeado. Por ahora no se reportan daños en viviendas aledañas. “Se utilizaron 76 kilos de indugel, 2 mil metros de cordón detonante y 120 detonadores. La caída del edificio fue exactamente en 2,4 segundos. El polvo estuvo en el aire 3 minutos. No hubo afectaciones. El edificio tenía una mezcla muy pobre de concreto y era solo arena”, puntualizó.
El procedimiento costó 1.400 millones de pesos, que fueron asumidos por la Alcaldía de Rionegro y que, posteriormente, serán cobrados a la constructora, según indicó la administración municipal.
¿Qué dijeron los propietarios?
Hasta el último momento, los propietarios insistieron en que se pudo repotenciar el edificio. El complejo residencial tenía 18 pisos y un sótano. La proyección era de 116 apartamentos, pero solo se terminaron 45.
Jhon Jairo Parra, uno de los dueños, estaba dispuesto a vivir de nuevo en su apartamento, pues no observó grietas ni fisuras. Ahora debe pagar arriendo y el crédito hipotecario a 15 años por 700 mil pesos mensuales.
«Para nosotros, los propietarios, es muy doloroso ver que todo el patrimonio que se invirtió quedó en el piso. Hasta lo último, pensamos que el edificio era viable repotenciarlo. Ahora toca pagar el arriendo y el crédito hipotecario, hasta donde se pueda«, señaló.