Este miércoles se conmemora el primer aniversario de la explosión de una polvorería en el centro de Rionegro, un acontecimiento que dejó una huella imborrable en los habitantes de la zona.
El 18 de septiembre de 2023, era un día normal, comenzaba una semana más, un lunes que sin embargo, pasaría a la historia. A las 10:15 am un estallido se sintió casi en todo el municipio. El shock generalizado conmocionó a la zona centro de la localidad que a esa hora realizaba sus labores diarios.a
La Prensa Oriente habló con Patricia Orozco, una de las habitantes del Alto de la Capilla que por fortuna salió ilesa del suceso: «yo estaba sentada cuando yo sentí como si me hubieran levantado y me hubieran tirado de la silla. Mis maniquíes salieron volando y las vitrinas de mi negocio se quebraron (…) cuando menos pensé eso salían tablas volando no quedaron ventanas con vidrios. Eso fue horrible, horrible».
La detonación de un lugar clandestino donde se almacenaba pólvora dejó el saldo de dos muertos, más de 20 heridos y pérdidas millonarias para los habitantes de la zona. Juan Manuel Vallejo, dueño de la polvorería murió en el instante de la explosión, mientras que Luis Fernando Racero Talaigua, de 25 años falleció en la madrugada del día después en la Clínica Somer. Su estado de salud era grave.
Un año después de la tragedia la comunidad del sector recuerda con dolor y nostalgia el caos vivido ese día: «nosotros sentimos una explosión muy fuerte. Salimos a ver lo que había sucedido y vimos solo el polvo y el humo de la explosión, Fueron momentos muy difíciles porque había gente corriendo, llorando y todo se volvió un caos. Pensamos que había sido una bomba», afirm+o un testigo a La Prensa Oriente.