Dado que esta población requiere grandes áreas de bosque y numerosas presas para sobrevivir, y las personas han invadido poco a poco su hábitat, se ha generado el conflicto entre felinos y humanos.
Según Cornare, 6 especies de felinos que hacen presencia en el Oriente antioqueño, principalmente el puma (Puma concolor) y el jaguar (Panthera onca) se encuentran en riesgo de extinción debido a la pérdida de cobertura boscosa, cacería descontrolada y la extensión de la ganadería, impactos que generan disminución de presas en el medio natural, lo que ocasiona que estos animales silvestres busquen otras fuentes de alimento, entre ellos animales domésticos.
En la región también se encuentran el ocelote (Leopardus pardalis), el margay (Leopardus wiedii), el yaguarundí (Puma yagouaroundi) y el oncilla (Leopardus tigrinus), presentes de manera frecuente en los municipios de San Carlos, San Luis, Granada, Cocorná, Doradal, Puerto Triunfo y en el corregimiento de San Miguel, municipio de Sonsón.
“Esta problemática se genera a raíz de la gran expansión que se ha dado en las zonas rurales de la región, generado por la caza de animales silvestres, lo que causa que los felinos se metan a los potreros a consumir animales domésticos por el desequilibrio del ecosistema local”, expresó Gina Paola Serna Trujillo, médica veterinaria zootecnista del grupo de Bosques y Biodiversidad de Cornare.
Dentro de los animales que se encuentran en las áreas protegidas de la jurisdicción de Cornare, los felinos son una de las especies clave para el mantenimiento, regulación y función de la biodiversidad, pues conforman un conjunto de especies focales por excelencia, debido a sus bajas tasas reproductivas y a sus requerimientos de alta disponibilidad de presas silvestres y ecosistemas bien conservados.
BanCO2 Bio conserva 842 hectáreas del corredor felino
A raíz de una serie de conflictos presentados por la presencia del puma en el municipio de San Carlos, principalmente, nació la línea BanCO2 Bio, iniciativa de la autoridad ambiental que promueve el pago por servicios ambientales asociado directamente a la compensación por la conservación de los bosques que hacen parte del corredor felino, que en el Oriente antioqueño llega a 260 mil hectáreas.
Para la obtención de información sobre la presencia de las especies de felinos, Cornare, en convenio con la Universidad de Antioquia, realizó durante 10 meses estudio en campo en los municipios de San Luis, San Carlos, San Rafael, Granada, Puerto Triunfo, Guatapé, El Retiro y el Cañón del Río Claro. Para verificar la presencia de las especies y complementar información sobre su actividad, se implementaron 10 cámaras trampa automáticas de detección de movimiento dispuestas en estaciones de muestreo.
Durante este tiempo se obtuvieron 25 registros de las especies de felinos, de estos, 11 corresponden a registros fotográficos obtenidos mediante las cámaras automáticas, 5 a rastros (huellas) y 9 a entrevistas informales con las comunidades.
“Con la presencia del puma en algunos predios y la depredación de algunos animales domésticos, la reacción que tomaban los campesinos era tratar de matarlos, por lo tanto BanCO2 Bio nace con el fin de tener acercamiento con los propietarios y capacitarlos para vivir en armonía con la especie”, explicó Albeiro Lopera, coordinador de BanCO2 de la región Cornare.
Actualmente se lleva a cabo un piloto en los municipios de San Carlos y San Luis, con 35 familias ubicadas cerca a los corredores del puma, campesinos que cuentan con bosques en conservación y que se comprometen con unos acuerdos establecidos en la línea BanCO2 Bio, entre estos conservar el hábitat del puma, proteger la fauna y reportar situaciones de conflicto.
¿Cómo funciona la compensación que reciben los socios de BanCO2 Bio?
Las familias campesinas reciben una compensación para cubrir el costo por conservar los ecosistemas, que va desde $320 mil por la conservación de 1 hectárea, hasta el pago máximo de 3 hectáreas correspondiente a un SMLV salario mínimo mensual, $780 mil, aproximadamente.
“El pago depende de la compensación voluntaria de las empresas, las 35 familias compensadas actualmente están recibiendo $320 mil gracias al aporte de multas y sanciones de Cornare, con posibilidad de que sean compensados por otras empresas”, dijo Albeiro Lopera Henao, coordinador del esquema BanCO2 región Cornare.
Campesinos recibieron capacitación
“Mi esposo sale y lo alumbra, me dice que es un animal muy grande, por eso nos acercamos a Cornare y hemos recibido capacitación, nos trajeron pitos para ahuyentar el animal y a mí me ha funcionado. Nos enseñaron a hacer espantapájaros, los hacemos de madera y les ponemos ropa, a los 8 días las cambiamos por otra ropa ojalá sudada, ya que ellos tienen muy buen olfato, sienten el sudor de cualquier humano y con eso se ahuyentan”, explicó Mary, quién es una de las campesinas más comprometidas con la conservación del puma.
En su predio, Mary ya cuenta con todas las medidas para que el puma no se acerque y desde la autoridad ambiental se realiza seguimiento constante al proceso, sugiriendo además instalar corrientes eléctricas en los potreros.
Para Cornare el concurso de diferentes actores y las poblaciones locales es la principal estrategia para preservar el corredor biológico de esta especie, disminuir el conflicto felino y conservar los ecosistemas. Esta es la conclusión que expresan beneficiarios de esta iniciativa y que hoy ha logrado mejorar la convivencia entre humanos y estas especies amenazadas.