El dolor de cabeza frecuente afecta a la mitad de los adultos en el mundo
El dolor de cabeza frecuente, más allá de ser una molestia pasajera, puede ser una señal de alerta del cuerpo frente al estrés, el agotamiento físico o cuadros de ansiedad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 50 % de los adultos en el mundo ha tenido al menos un episodio de cefalea en el último año. Muchos lo asocian a situaciones cotidianas y terminan por normalizarlo, sin considerar sus posibles causas.
Cefalea tensional: una respuesta al desgaste físico y emocional
Uno de los tipos más comunes es la cefalea tensional, caracterizada por una sensación de presión que rodea la cabeza como una banda y que puede extenderse al cuello, la frente o los hombros. A diferencia de la migraña, este dolor no viene acompañado de náuseas ni sensibilidad a la luz, y está directamente relacionado con el estrés, la tensión muscular y las malas posturas.
El estrés activa el sistema nervioso y provoca la contracción de los músculos del cuello y la cabeza. Si esa tensión no se libera, termina convirtiéndose en dolor físico”, explicó la doctora Alexandra Vega, gerente Médica y de Farmacovigilancia de Genfar.
El cuerpo habla: señales al final del día
La cefalea tensional aparece con frecuencia al final del día, especialmente tras jornadas laborales intensas, discusiones o largas horas en una misma posición. Aunque el uso de analgésicos puede ofrecer alivio momentáneo, estos no abordan la causa real del dolor.
No se trata solo de calmar el dolor, sino de entender qué lo está provocando. Romper el ciclo del dolor de cabeza recurrente comienza por reconocer sus desencadenantes y actuar sobre ellos”, señaló Vega.
Cuando el dolor se vuelve constante: momento de buscar ayuda profesional
La cefalea habitual puede interferir con las actividades diarias, afectar el estado de ánimo e incluso desencadenar trastornos como ansiedad o depresión. Por eso, consultar a un profesional de salud cuando los episodios son frecuentes o intensos es clave para un diagnóstico oportuno.
Un tratamiento integral que considere aspectos físicos, emocionales y mentales puede ayudar a reducir la frecuencia e intensidad del dolor, así como mejorar la calidad de vida.
Cinco hábitos para prevenir el dolor de cabeza por estrés
Expertos en salud recomiendan adoptar rutinas que ayuden a reducir la tensión diaria y prevenir la aparición de cefaleas:
- Mantener una rutina de sueño estable.
- Hacer pausas activas durante la jornada laboral.
- Realizar actividad física al menos tres veces por semana.
- Alimentarse de forma equilibrada y mantenerse hidratado.
- Evitar la multitarea constante, identificada como fuente silenciosa de estrés.
El llamado: escuchar el cuerpo y actuar a tiempo
Reconocer los síntomas, entender su origen y adoptar hábitos saludables son acciones fundamentales para interrumpir el ciclo del dolor y recuperar el bienestar diario.