Médicos, adultos, niños y personal de la tercera edad opinan acerca de la dosis de vacunación contra el coronavirus. Por su parte, médicos especialistas precisan algunas informaciones que giran en torno a la vacuna.
Isabella Montoya Oquendo
Comunicación Social UCO, malucaba123@gmail.com
Ahora, con la posibilidad que se dé vía libre para la vacunación de cualquier tipo de persona, los pequeños también se convierten en protagonistas. “Sí me voy a aplicar la vacuna, pero cuando lo hacen a mí me da miedo, entonces quiero que me la apliquen despacio para que no me duela, pero sí quiero adquirir la dosis para volver a ir a la escuela y poder ver otra vez a mis compañeros”, afirma un niño de seis años, residente en Marinilla, que estudia en una de las instituciones públicas de la localidad.
Por otro lado, algunos mantienen su posición firme de no vacunarse. “Para mí el covid es un experimento creado por las grandes élites, puesto que siempre nos han querido gobernar y controlar, mantener cegada una realidad como esta. Las dosis de vacunas no es nada más que un placebo que la gente cree que es la salvación. Por eso no me la pondría. Respeto al que se la ponga, pero para mí no es nada más que un control”, afirma Sergio Montoya, de 22 años, negociante e inversor de bienes raíces y de vehículos.
Acerca de las vacunas y las diferentes empresas que las fabrican, se han presentado mitos en torno a su efectividad y posibles reacciones o efectos. “Con respecto a lo relacionado con su efectividad, todos los estudios de las investigaciones han demostrado la eficacia suficiente para pasar las pruebas que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los entes científicos. Está por encima del 50 % y las reacciones secundarias tienen que ver con las respuestas locales que se presentan en cualquier tipo de biológico y que están enlazadas con el área de aplicación (dolor de cabeza, dolor muscular) pero que no han demostrado complicación desde lo científico. El otro tema está relacionado con que se les puede generar la enfermedad con la aplicación del biológico, lo que provoca una estimulación de anticuerpos para que en el momento en que se presente el virus, la persona pueda reducir los síntomas”, afirma Francisco Javier Montoya, médico especialista en salud organizacional de la prestación de IPS de Comfama.
Nos vacunamos
Mario Alberto Montoya, 78 años, jubilado de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Antioquia, radicado en San Juan de Puerto Rico (Estados Unidos), fue vacunado el 22 de enero con la primera dosis de Pfizer. “No tuve complicaciones, como siempre se dejan las personas en observación, pero como no fue mi caso, me pude quedar en casa”, afirma. La segunda dosis la recibió el 12 de febrero e igualmente fue un proceso rápido en el cual no se presentaron dificultades.
“En realidad he tenido la oportunidad de escuchar por parte de muchas personas del hospital que tienen el temor de aplicarse la dosis, ya que anteriormente la fabricación de las vacunas era más lenta, entonces el temor viene de la rapidez con la cual se creó. Aunque en la institución con la cualyo estoy laborando las personas muestran actitudes positivas a la hora de poder aplicarse la vacuna para vencer el covid porque es un gran paso para poder terminar con la pandemia”, afirma Manuela Hernández Suárez, médica auxiliar de la clínica Somer de Rionegro.