Principalmente debido a las restricciones decretadas para contener los contagios por el covid 19, la tasa de donación de órganos en Colombia ha disminuido en más de un 40 %, porque más del 90 % de los órganos y tejidos que se trasplantan provienen de donantes fallecidos, pero por la alta ocupación de las camas de las unidades de cuidados intensivos y las alertas rojas hospitalarias, rebajaron dramáticamente las donaciones.
La médica cirujana Juliana Buitrago Jaramillo, quien hace parte del grupo de trasplantes de la Clínica Somer de Rionegro, creada hace año y medio y que hace parte de la Red de Donación y Trasplantes de Colombia, explica que por la pandemia se dejaron de atender muchos pacientes con otras patologías, además de que los donantes provienen de personas accidentadas, personas heridas con arma de fuego en cráneo, con derrames cerebrales, es decir, pacientes neurocríticos, entonces, al haber confinamiento, hubo menos accidentalidad en las calles, menos trauma y violencia y por lo tanto menos donantes.
La especialista explicó que la mayor demanda es de riñones, porque produce la enfermedad terminal más común, debido a la hipertensión y la diabetes, principalmente, que son las enfermedades más prevalentes y estas enfermedades se presentan más frecuentemente porque se ha incrementado la obesidad, el sedentarismo, situaciones que favorecen la presentación de la hipertensión y diabetes, que al no tener un adecuado control de esas enfermedades, se dañan los riñones. “Es más común entre la gente la hipertensión y la diabetes que, por ejemplo, la hepatitis viral, o el alcoholismo, que son los que dañan el hígado y por eso el riñón es el órgano más frecuentemente trasplantado, porque es el que más presenta enfermedad terminal”, indicó la profesional.
Todos somos donantes
La Ley 1805 del año 2016, establece la presunción legal de donación de órganos, que significa que todos los colombianos somos donantes, a menos que en vida la persona exprese lo contrario, lo cual debe registrarse en notaría de que se está en contra de la donación y que no se quiere que al fallecer los órganos sean donados para beneficio de otras personas, lo cual se informa al Instituto Nacional de Salud y a la EPS a la que está afiliado el paciente, para quedar registrados en una lista de personas que se oponen a la donación de órganos. Al momento de existir un donante, se debe corroborar que la persona no se encuentre en ese listado.
De acuerdo con la norma, quien no se oponga, se presume donante, pero si al momento del fallecimiento la familia de la persona se opone rotundamente a la donación, se presenta un conflicto, porque, aunque la ley establece que es presunto donante y se podría hacer la extracción de los órganos con propósitos de trasplante, casi ningún grupo de trasplantes lo hace, para no generar consecuencias legales o un mayor dolor a la familia.

Cuando se presenta un donante se debe seguir un proceso que es auditado por la Red nacional de Donación y Trasplante. En Antioquia hay cuatro grupos, que son el del Hospital Pablo Tobón Uribe en Medellín, Hospital San Vicente Fundación de Rionegro, el de la IPS Universitaria y el de la Clínica Somer de Rionegro, los cuales se turnan semanalmente y cualquier donante que surja en la regional, que involucra a Antioquia, Caldas, Chocó, Córdoba y San Andrés y Providencia, el órgano disponible es para los receptores en lista de ese grupo que está en turno.
Si el grupo no tiene un receptor que sea compatible por criterios técnicos y médicos, exclusivamente, el órgano disponible se sede a los demás grupos y si no hay receptores a nivel regional, se ofrece al nivel nacional. Los familiares del donante no pueden decidir que el órgano sea para una persona de determinada región, pues se debe respetar el orden de los pacientes en lista de espera. En cambio, si la persona que fallece tiene un familiar en lista de espera, se le da prioridad.
El personal médico de la red hospitalaria nacional sabe que cuando se presenta la posibilidad de un donante, se debe informar a la Red de Donación de Trasplantes, a través del Centro de Regulación de Urgencias y Emergencias.
La doctora Buitrago Jaramillo considera que el poco número de donantes de órganos obedece a la educación, pues la mayoría de oponentes a la donación es por desconocimiento, o por creencia en mitos que no son ciertos, o argumentan razones religiosas, pero lo cierto es que la mayoría de las religiones animan la donación por considerarla un acto de amor con el prójimo.
“Yo le diría a las personas que se pongan la mano en el corazón, que ellos pueden estar en un momento dado en una lista de espera y así como están del lado de la donación, pueden estar en una lista de espera, ya que nadie puede asegurar estar a salvo de sufrir una enfermedad y necesitar un órgano que a una persona fallecida no le sirve para nada y sí podrían dar vida a otras personas, impactando, no solo a esa persona, sino a su entorno familiar, social y laboral, ya que pueden recuperar su vida”, sostuvo la doctora Juliana Buitrago Jaramillo.
La tasa de donación de órganos en Colombia está alrededor de ocho por cada millón de habitantes, mientras que, en España, por ejemplo, la tasa es de 48 donantes por millón de habitantes, pues nos falta cultura de la donación, falta entender el proceso, falta luchar contra los mitos y falta socializar los resultados de las donaciones.
¿Qué puede ser donado? ¿qué se trasplanta?
Órganos como el corazón, los pulmones, el hígado, el riñón, el páncreas, el intestino, pero también tejidos como las córneas, la piel, los tendones, las válvulas del corazón y los huesos.
Estos datos lo dicen todo
Más de 3.000 personas en el país están en lista de espera para recibir un trasplante y podrían seguir viviendo si tuviesen esa posibilidad de recibir el órgano que necesitan. Al menos 55 personas podrían recibir órganos y tejidos de un solo donante.