Santiago Villegas
Comunicación Social UCO, santiagivillegas97@gmail.com
En medio de su pasión y entrega por el fútbol, Edison Urey Cardona, más conocido como “Contento”, les abre las puertas a muchos otros nombres que, a lo largo de la historia de este municipio, han dejado huella en el fútbol nacional e internacional. Pues sin forzar su destino, “Contento” demostró sus cualidades que, durante el resto de su vida, iban a cosechar frutos incalculables no solo desde adentro del terreno de juego, sino desde la raya. Ese niño apasionado, líder en su barrio El Porvenir, gracias a su gran poder de convencimiento sería una leyenda años después en la ciudad de Manizales, pues allí en el Once Caldas con el cual actuó alrededor de siete temporadas se consagró campeón en el año 2003 y tuvo la fortuna de hacer parte del plantel que al siguiente año alcanzaría la gloria continental levantando el galardón de la Copa Libertadores de América. Ese mismo niño berraco y pujante criado en uno de los territorios de batalla del general José María Córdova se convertía, después de más de 500 partidos como futbolista profesional, en un ejemplo para miles de jóvenes, incluso adultos.
El salto de Rionegro a Manizales
En plena adolescencia, Conte se sumó a las filas del Ejército Nacional. Allí estuvo alrededor de un año, y en los Páramos de San Jerónimo estuvo más de ocho meses, culminó su paso por la milicia aun siendo menor de edad. Se caracterizaba por conformar siempre los torneos de fútbol, así mismo lo hacía en su barrio desde muy temprana edad, pues en su niñez era el que organizaba las “olimpiadas” de la cuadra, hasta el deporte que no existía se lo inventaba (fútbol, natación, baloncesto, “cabecita”, “futbolito”, etc.) “Éramos por lo menos 28 personas y cada uno representaba un país, yo colocaba en la ventana de mi casa todas las tablas y las programaciones. Las medallas eran diferentes tipos de monedas: por ejemplo, las de 5 pesos eran las de bronce, las monedas de 10 pesos del color de la plata, y las de 20 pesos eran doradas por lo que las destinamos para la premiación respectiva del oro; pelábamos las monedas y les escribíamos ‘Olimpiadas La Cuadra’ y conforme al deporte se le dibujaba el símbolo correspondiente”.
En el año 1995, Edison se convierte en el primer futbolista profesional rionegrero en ser transferido a un club de la Primera A: el Once Caldas de Manizales. Es en este año donde Orlando Restrepo, mismo director técnico que lo dirigió en el Deportivo Rionegro, le dio la oportunidad de vestirse de blanco y debutar en la ciudad de Cúcuta iniciando con pie derecho, 2-1 a favor en su primer partido y apenas era el inicio de muchas alegrías de las que hablaría el resto de su vida. Pisando escenarios importantísimos del continente luego de tener campañas para el recuerdo como la del 97 y la del 98, siendo subcampeones en esta última ante el Deportivo Cali; participó en la Conmebol que en la actualidad es la Copa Suramericana. Tuvo la experiencia de jugar la Copa Libertadores después de la campaña del 98 enfrentándose “de tú a tú” con equipos como River Plate de Argentina, Vélez, Santos de Brasil, entre otros.

Recuento de su vida profesional como futbolista
Siempre fue de menos a más en el equipo “blanco, blanco” aún con sus tristezas, problemas y frustraciones que son lo más común de este deporte. Fue entonces, luego de una lesión en su pantorrilla que sufrió durante un partido siendo visitantes ante Santos de Brasil. Fue así: en una jugada de peligro en contra de su equipo, el arquero logra tomar posesión del balón y cuando este grita “¡sale!”, Contento siente una pedrada en la parte posterior de su pierna, pero estando en el piso no encontraba la piedra por ningún lado, pues al entrar el médico se da cuenta de que su lesión era un desgarre en la pantorrilla, el cual se le conoce coloquialmente como el síndrome de la pedrada; es aquí donde empieza un leve declive en su rendimiento con el equipo; tardó en recuperarse entre 7 u 8 semanas, lo que ocasionó la pérdida de la titularidad y lo llevó a tener ciertas diferencias entre él y los directivos del club, problemas salariales.
Y como siempre, “Contento” se ha caracterizado por su manera de enfrentar ese tipo de situaciones como ya lo había hecho con la familia de su amada esposa; junto al presidente del Once y al DT Juan Eugenio Jiménez para resolver su situación, se definió que no seguía en el club, al menos por esa temporada, fue llamado por el Independiente Santa Fe y ser dirigido por Fernando el “Pecoso” Castro. Del Santa Fe pasó a ser jugador del Deportes Quindío a mediados del año 2000 hasta el 2001 donde se convertiría en nuevo jugador del Bucaramanga, Edison cataloga este como el año más difícil de su carrera profesional por estar peleando siempre el descenso, pasar al menos por cinco técnicos, ser rechazado por la afición, problemas salariales, el mal ambiente que se respiraba en todo momento en la Ciudad Bonita. Al final salvaron la categoría gracias a que en ese año aumentaron el número de equipos en la primera división.
En el año 2002 donde regresa al Once Caldas para presentarse a la pretemporada del plantel, y es en un partido amistoso frente al Deportivo Pereira donde Conte, ya con menos cabello, es perseguido por la prensa que se encontraba en el sitio para cuestionarlo por un posible fichaje al equipo matecaña que en este momento era dirigido por Carlos “Piscis” Restrepo. En tal ocasión, Edison se convierte en el capitán del equipo en esta temporada. Seis meses más tarde regresa al plantel del Once para convertirse en el campeón del torneo apertura del año 2003 de la mano del gran ídolo Luis Fernando Montoya y jugadores como Juan Carlos Henao, el argentino Sergio Galván Rey y Arnulfo Valentierra. El equipo de Manizales venció 1-0 con un estadio lleno desde las 11:00 am a un poderoso Júnior de Barranquilla. Sobre las 5:50 de la tarde se decretó el final del encuentro desatando la euforia de toda la afición blanca; después de medio siglo la ciudad vuelve a gritar campeón. Gracias a esta campaña se da el paso a la Copa Toyota Libertadores en el 2004 y se consagraría el rey del continente suramericano. Sin embargo, Edison en medio de dicha competición tiene una breve discusión con el DT Montoya y decide partir a tierras centroamericanas y unirse a Pérez Zeledón, club de Costa Rica. Este municipio está ubicado al sur del país, cuenta con una población de 142.000 habitantes aproximadamente, el club era dirigido por el Piscis Restrepo, allí estuvo hasta mitad del 2004. Y fue en ese mismo año donde regresa al municipio de Rionegro para culminar su carrera como futbolista profesional en el año 2008.

Su vida laboral y académica tras su retiro en el fútbol profesional
Ya con títulos académicos como Licenciatura en Educación Física, en la Universidad Católica de Oriente, Licencia A, el curso que dicta la Liga Antioqueña de Fútbol, y muchos más diplomados, Hoy Edison no solo es una persona preparada, sino que busca estar aprendiendo cada vez más; incluso desea alcanzar la Licencia Pro, esta es requisito para dirigir un club de fútbol profesional.
Fue entonces, en el IMER de Rionegro, donde se tomó la decisión de iniciar su preparación académica. Un detalle curioso fue que terminó su carrera de la misma manera que la inició, jugando y trabajando; esta vez no trabajaba directamente desde la alcaldía, sino que era el programador de los torneos de fútbol del IMER mientras jugaba sus últimos partidos con el Deportivo Rionegro; inició con 38 equipos inscritos en las diferentes categorías y hasta el día de hoy cuentan con más de 260 clubes de todo el Oriente Antioqueño.
En 2008, cuando Rionegro jugaba su repechaje ante Envigado F.C., Contento tiene la primera oportunidad de ser el asistente técnico en esos dos partidos. Después de esta corta experiencia él queda con las fuerzas básicas del Deportivo Rionegro donde disputa el torneo nacional sub-20 con muchos nombres de diferentes municipios del Oriente en su plantilla y que en esos dos años de fogueo logró subir a 12 muchachos al plantel profesional.
Luego de que el Deportivo Rionegro migrara al municipio de Bello, Edison queda encargado de la sub-16 del IMER para actuar en la categoría A de la Liga Antioqueña de Fútbol. Dice que ha sido el grupo que más ha confiado en el proceso de él. Fueron campeones ese mismo año rompiendo con una sequía de 18 años sin lograr un título en dicha categoría de la Liga.
“Contento es catalogado como el mejor técnico que uno puede tener. La mentalidad que él inyecta en cada uno de sus jugadores es fundamental para el proceso, tanto de formación como profesional, hace que ellos vivan cada momento de sus vidas en torno al fútbol como la alimentación, el cuidado corporal como el debido descanso, Conte en todo momento destaca que son esos detallitos los que siempre marcan la diferencia”, comenta Jonathan Vergara, quien tuvo la oportunidad de ser dirigido por él en el torneo nacional sub-20.
Fue en una final de la Primera A en la Liga Antioqueña que luego de un discurso épico del profe, muchos de sus muchachos sintieron tanta emoción hasta el punto de sacarles una lágrima. Por ese equipo nadie daba nada y lo levantó poniendo en marcha sus aprendizajes durante tantos años de trayectoria. Siempre tan apasionado por ganar, vive su día a día al máximo con el fútbol, y que, si algo no se le da, siempre reacciona de una manera particular en medio de su fuerte temperamento. Además, hay un discurso que siempre maneja con sus muchachos y es una anécdota cuando él jugaba en el fútbol profesional: entregaba todo sin importar nada, ni siquiera su propia integridad. En una jugada, “Contento” decide tirar una barredora en un balón dividido con el rival, pero no una barredora común, sino con la cabeza ganando un duelo y haciendo el famoso “taco” con el rival poniendo en riesgo no solo la integridad sino la vida misma. Técnico ganador, no importa la circunstancia.
¿Por qué cuesta tanto sacar un futbolista de la talla de Edison Cardona, Iván Ramiro Córdoba, del mismo Juan Pablo “El Indio” Ramírez? En épocas anteriores, el municipio de Rionegro sacaba selecciones de todo el Oriente, lo mejor de cada municipio, y se conformaba un equipo competitivo para pelear cualquier título. Ahora, cada club se queda con sus dos o tres referentes y no se les da la oportunidad de competir con los mejores o hacer parte de un seleccionado con procesos formativos entre los jugadores más destacados. “Yo doy lo que sea que un niño con pocas condiciones futbolísticas, rodeado de un montón de jugadores con gran talento y proyección, se iguala a ellos. Y también sucede al contrario: un niño destacado en medio de diez compañeros con menos condiciones que él se convierte en un jugador del montón, sin marcar la diferencia”, dice “Contento”.
Municipio de El Santuario, 2015
Un pueblo alegre, su gente unida, sus famosos buñuelos y sus sandupas; en el comercio quizás con los empresarios y comerciantes más destacados de la región, o del país. Pero de fútbol, siempre le faltó algo, nunca había llegado un solo jugador al fútbol profesional; pero talento siempre hubo, y de sobra. Hasta que llegó él. Sí, Edison Cardona. Sin pelo, es su apariencia física que más lo caracteriza, “El Calvo”, como algunos le dicen por cariño; sus no más de 170 centímetros de altura, pero con un corazón enorme; amante de la salsa romántica y sus cervecitas una que otra vez; alegre, bromista y su particular carcajada “jijiji”; pero de carácter y seriedad en el momento que se necesita. Este es el popular “Contento”, quien llegó a la tierra de trovadores a convertirla en la tierra de los futbolistas quizás más destacados de la región, o al menos así lo demostró en el torneo Intermunicipal de Fútbol categoría Mayores de la Liga Antioqueña de Fútbol “El Mundialito de los Pueblos” como es nombrada ya la reconocida competición.
Pues después de 3 años largos de un proceso formativo y competitivo y quizás el más apetecido en el ámbito aficionado, Edison logra sacar campeón a una selección por la que nadie daba un peso años atrás. Dos años consecutivos quedándose en las semifinales, Conte logra clasificar a la gran final por primera vez en la historia del fútbol del municipio en el año 2018 con su muchachada, una vibra diferente se vivía, jugadores comprometidos y con una mentalidad devastadora ante cualquier rival o municipio que se atravesara. Y si fuera poco, primer título para este pueblo y que gracias a esto lo vuelve más amante y soñador con procesos nuevos, fútbol nuevo, conceptos nuevos… generó una identidad que hasta las escuelas de fútbol se inyectaron de este ADN competitivo.
Una cancha de arena abarrotada de gente grita enloquecidamente por primera vez “campeón, El Santuario, campeón” y que, en medio de lágrimas, Edison agradece a toda su multitud el cariño, el acogimiento y el respaldo en todo momento. “Gracias por creer”, fueron sus palabras en el micrófono. Quedaron en el segundo lugar del departamento de Antioquia, haciendo historia nuevamente en Yarumal en el final departamental del Mundialito de los Pueblos. Hoy a sus 50 años, un poco más tranquilo, pero con toda la vitalidad para lograr mil cosas más, Edison acabó de coronarse como campeón (de nuevo) del Mundialito de los Pueblos, esta vez con su municipio natal: Rionegro. Además, es el coordinador de un proyecto ambicioso con el club Oriente F.C. en Guarne, dedicado al alto rendimiento y formador deportivo a gran escala junto con su ya viejo conocido, el “Piscis” Restrepo y su hijo, empresario y representante de muchos jugadores de nombre en el país. Y va por más. Que se tengan.