Por: Oscar Castaño Valencia – Las2Orillas
Con una multitudinaria procesión despidieron en San Rafael a su líder, Edgar Eladio Giraldo Morales, quien había sido electo dos ocasiones por su comunidad, para regir los destinos de su municipio.
El exalcalde fue uno de los impulsores más importantes de los acuerdos humanitarios del Oriente antioqueño en el periodo 2000-2002, cuando quince alcaldes se reunieron con los diferentes actores armados de la región para bajarle intensidad al conflicto que vivían los municipios y salvar la vida de sus comunidades, acuerdos que le dieron vida al II Laboratorio de Paz del Oriente antioqueño.
Eladio había amanecido sin vida en su celda, del patio cuatro, de la cárcel de máxima y mediana seguridad de Itagüí, el pasado jueves seis de diciembre, donde pagaba una condena de cuarenta años y seis meses a la que había sido condenado con el testimonio de un exparamilitar, alias “Medellín”, quien ahora está condenado, al acogerse desde hace casi dos años a sentencia anticipada, por falso testimonio e inducir a la justicia a cometer un error.
El miércoles cinco de diciembre había asistido a una audiencia en la que la Fiscalía General de la Nación adelanta proceso por falso testimonio a otros cuatro ciudadanos, todos ellos de San Rafael y donde develó más de cien pruebas y treinta y cinco testimonios que demostrarían la inocencia del exalcalde.
Según Medicina Legal, la muerte obedeció a razones “naturales”. Sin embargo, es absolutamente grave que un inocente haya muerto en una celda por culpa de un complot macabro en su contra, por la perversidad de una justicia que tiene ciudadanos tras las rejas como “chivos expiatorios” de su incapacidad institucional y que permite que ciudadanos sin escrúpulos, a través de falsos testimonios, puedan acusar a cualquiera para sacarlo del camino y mandarlo a un cementerio de libertades por intereses macabros.
Durante seis años y once meses, el exalcalde, sus familiares, los habitantes de San Rafael y varios medios de comunicación, como el programa de televisión Oriéntese, adelantaron una campaña nacional por la inocencia del exalcalde, que llevó a que la Corte Suprema de Justicia aceptara la revisión del proceso y a la Fiscalía a investigar e imputar cargos a alias “Medellín” y a otros cuatro ciudadanos.
“Solo sueño con que se haga justicia y me dejen en libertad”, fueron las últimas palabras del exalcalde en la más reciente entrevista entregada a un medio de comunicación. Ahí concluyó: “He sido objeto de un burdo montaje que me ha tenido preso, injustamente, por casi siete años de mi vida, necesito mi libertad para recuperar mi familia y ayudar a mi pueblo a salir adelante en sus sueños de desarrollo”.
“El proceso en contra de los responsables tiene que continuar”, dijo Nicolás Giraldo, hermano del exalcalde de San Rafael, y concluyó: “debemos ir hasta las últimas consecuencias cuando la justicia colombiana declare a mi hermano inocente”.
A la misa asistió la esposa de Javier Cadavid, un comerciante de Puerto Venus, en Nariño (Antioquia), quien también es un falso positivo de la justicia, y que envió una súplica a la opinión nacional cuando expresó: “¡No permitan que a mi esposo le suceda lo que le pasó a don Eladio, por favor!”.