En diálogo con La Prensa dos líderes de la región le expresaron al medio lo que para ellos es necesario tener en cuenta en este momento de emergencia sanitaria.
Camila Escobar Vargas, directora Corporación Empresarial del Oriente:
Este momento tiene como prioridad la salud de todos y así lo han asumido nuestras empresas afiliadas. Como gremio entendemos que la emergencia mundial del coronavirus genera otras incertidumbres y miedos adicionales al posible contagio de la enfermedad. Las empresas del Oriente antioqueño han tomado todas las medidas necesarias. El aislamiento obligatorio decretado por el presidente Iván Duque obliga a las empresas que no están exentas a cerrar sus plantas durante estos días. Este procedimiento se hizo el martes 24 de marzo de manera coordinada en cada compañía, teniendo como foco el cuidado de cada una de las personas involucradas en estos cierres.
Durante el aislamiento obligatorio, que será hasta el 13 de abril, todos nuestros empresarios seguirán trabajando de manera remota para encontrar soluciones en favor de nuestras comunidades. Las empresas que pueden seguir con su labor contratarán de manera temporal a personas de la comunidad para optimizar sus operaciones. Esto nos da un alivio en el porcentaje de desempleo que se pueda presentar durante la emergencia. Las empresas que cerrarán temporalmente también han concentrado todos sus esfuerzos para garantizar el bienestar de sus empleados para que retornen a sus empleos cuando termine el aislamiento.
Reiteramos que lo esencial de esta situación es permanecer aislados para evitar contagios por Coronavirus. Ahí es donde debe estar puesta toda nuestra energía como comunidad. Las empresas se fundan por una idea de progreso y es ese coraje el que está arraigado en nuestra región y que sabremos usar de nuevo para salir adelante.
Javier Parra, director de Cornare:
Estamos viviendo una época muy compleja e incierta en nuestras vidas. Instancias que nunca pasaron por nuestras mentes, que nos obliga a repensar la manera como estamos trasegando por los caminos de la existencia humana y a reflexionar sobre qué es lo importante en este andar efímero por el mundo; que nos obliga a acelerar procesos de modernización telemática en nuestras organizaciones, a fortalecer los sistemas de salud, a ser mucho más responsables y disciplinados en cada una de nuestras actuaciones, entre otras grandes lecciones.
Es un momento de zozobra en el cual sólo la fe en Dios, la obediencia a las decisiones Gubernamentales y la solidaridad, nos podrán abrir una ventana de esperanza a la vida.