Con ocasión del Domingo de Ramos, autoridades ambientales de Antioquia reiteraron el llamado a no utilizar palmas nativas durante las celebraciones religiosas, debido a su estado de amenaza y al impacto que su extracción tiene sobre los ecosistemas.
Especies como la palma de cera, táparo, barrigona y palma mil pesos están en riesgo de extinción, pero siguen siendo empleadas en algunas comunidades como parte de los ramos con los que se conmemora esta fecha. La palma de cera, por ejemplo, es vital para la supervivencia del loro orejiamarillo, una especie cuya existencia depende exclusivamente de este árbol.
El Comité Interinstitucional de Flora y Fauna Silvestre de Antioquia (CIFFA) pidió a la ciudadanía sustituir los ramos tradicionales por opciones sostenibles, como pañuelos blancos o ramas de especies exóticas cultivadas, entre ellas el eucalipto, el pino ciprés o la pátula.
La campaña ComPasión Por La Vida Silvestre, liderada por el CIFFA, insiste en que la extracción, comercialización, transporte o tenencia de flora silvestre constituye un delito ambiental. Según la Ley 2111, estas conductas pueden acarrear penas de cinco a once años de prisión y multas de hasta 40.000 salarios mínimos legales mensuales.
La recomendación busca no solo evitar sanciones, sino también proteger la biodiversidad del Departamento y promover una relación más consciente entre las prácticas religiosas y la conservación ambiental.
