El apreciado y veterano padre (monseñor) Francisco Ocampo o padre Pacho, se resiste a dejar sus actividades y ahora está dedicado a atender el Templo de la Divina Pastora en el municipio de El Peñol, acompañado del presbítero Francisco Gómez, quienes todos los días están prestos para recibir a los peregrinos que llegan de diversas partes del país y del exterior.
El padre Francisco Ocampo recuerda que este templo se fundó hace 130 años, ya que es un sitio natural, debajo de la Piedra de El Marial, en el municipio de El Peñol y se visionó desde ese tiempo. Hubo un receso, pero hace 40 años se retomó el proyecto por instrucciones de monseñor Alfonso Uribe Jaramillo y teniendo en cuenta ese aniversario, los dos Franciscos se pusieron al frente del templo, -recuerdan- que además, se están celebrando 40 años de colocada la cruz de 30 metros en el embalse, en el mismo lugar donde quedaba la iglesia del Viejo Peñol. También se cumplen 45 años del traslado de la cabecera municipal.
“Este es un sitio de peregrinación a nombre de la Santísima Virgen, bajo la advocación de la Divina Pastora. El Marial es María y todas las advocaciones”, afirma el padre Francisco Ocampo. En el templo de la Divina Pastora, bajo la piedra de El Marial, celebran misas toda la semana a las 6:30 de la mañana y dos de la tarde; los primeros sábados de mes a las seis de la mañana, 10:30 de la mañana y dos de la tarde y los domingos a las 6:30, 10 .30 de la mañana, 12 del día y tres de la tarde, aunque el templo está abierto hasta las cinco de la tarde.
A la piedra de El Marial y templo de la Divina Pastora, se llega por la vía de la Réplica del Viejo Peñol, tomando la carretera que conduce al municipio de San Vicente Ferrer. Desde ese sitio se puede apreciar todo el panorama de los cinco embalses que hay en la región.
Historia
Cuenta la historia que, en el año 1903, el padre José Dolores Giraldo tuvo una visión en la que la Virgen le pedía que construyera un santuario consagrado a ella, en la roca de la vereda El Marial y desde entonces, son muchos los devotos que creen en la Virgen de este lugar y sus milagros. Es por esto que anualmente, miles de feligreses visitan el templo que allí se edifica, venerando a la Divina Pastora, y usando la fuentecilla de agua del interior de la roca para ungir enfermos y pedir favores.
“El Templo de la Divina Pastora representa para el municipio de El Peñol la esperanza y la fe de un pueblo que resurge de sí mismo, un sueño colectivo de los peñolenses, para traer consigo el progreso de una zona rural, su comunidad y el municipio en general”, describe el sitio web de la administración municipal de El Peñol.
La roca de El Marial fue llamada por los primitivos “Piedra Gorda”, en el siglo XIX se le llamó “Dos cabezas” y desde principios del siglo XX “El Marial”, pues allí se le apareció la Virgen al presbítero José Dolores Giraldo, a quien él prometió construirle en este lugar la ciudad de Marialía en su honor.
Sobre el extraordinario efecto visual de la roca, que parece estar suspendida desafiando la ley de la gravedad para formar un gran salón, esta levita: “Esta es una bella muestra de cómo Dios en su infinito poder se vale de sí mismo y no necesita apoyarse en nada que lo sostenga”, se anota en el libro Cátedra municipal de El Peñol.
El poeta peñolense Jairo Castro Hernández, la describió así: “es un vergel lugar de larga historia que se cubre de un cielo sideral, donde moraron mis seres más queridos con los albores de la Piedra de El Marial”.