Por: Roberto Urrea Palacio
José Tito Hernández, pedalista oriundo del Carmen de Viboral, se alzó con el título del Clásico Radial RCN, tras la disputa de ocho exigentes etapas y cuyo final fue en el municipio de Concepción.
El deportista quien pertenece al Team Medellín, ganó la edición 60 de esta prueba ciclística que cerró la temporada del año 2020 con un tiempo de 21:39:37, seguido por su compañero de equipo y ganador de la edición del año pasado, Oscar Sevilla a 21 segundos del deportista de la tierra de la loza.
La última etapa fue ganada por Christian Montoya Giraldo de San Vicente Ferrer, compañero de equipo de Tito Hernández. La competencia final recorrió vías del altiplano del Oriente, entre localidades de Medellín, Guarne, Rionegro, La Ceja del Tambo, La Unión, San Vicente Ferrer y Concepción, empleó un tiempo de 3 horas, 14 minutos y 14 segundos en una distancia de 130,6 kilómetros.
Últimos años de gloria
José Tito Hernández, de 25 años ha logrado victorias muy importantes en su carrera deportiva. En el 2012 el título de la vuelta al Porvenir, en el 2019 ganó el gran premio de Patagonia en suelo chileno, además de haber ganado la Clásica de El Carmen de Viboral en el 2017, la Clásica de Marco Fidel Suarez en el 2018, la Clásica de Fugasugá en el 2019 y una etapa de la vuelta a Colombia del presente año.
Hernández, quien tomó el liderato del Clásico radial desde la sexta etapa, expresó, tras haber recorrido los 860 kilómetros que lo dejaron como vencedor de la prueba ciclística, “en un año tan difícil para todos, los resultados son muy buenos gracias a todo el trabajo del equipo. En la vuelta a Colombia nos fue muy bien y rematar el año con el Clásico RCN con el título es algo muy positivo. Ahora debemos trabajar muy bien para lograr victorias en los próximos objetivos.”
Y la afición también fue protagonista, según dijo el ahora campeón del clásico RCN 2020, “antes de la última etapa y el hecho de haber recibido tantos mensajes y ver a tanta gente en las vías de Guarne, Rionegro, El Canadá para ingresar a El Carmen y La Ceja, gritando mi nombre, me tenía muy nervioso, pero a la vez muy contento”.