Con un total de 894 unidades, el Oriente antioqueño incrementó el volumen de empresas renovadas, pasando de 14.616 empresas en 2018 a 15.510 empresas en 2019. Este crecimiento equivale a una variación del 6.1 %, posicionando al Oriente antioqueño como la subregión de mayor crecimiento en la base del tejido empresarial (superando el crecimiento del Departamento: 1.9 %, y el crecimiento nacional: 4.2 %), y como la segunda más competitiva después del Valle de Aburrá.
La razón de este crecimiento se debe a la creación de empresas que se dio, según estadísticas de la Cámara de Comercio del Oriente antioqueño CCOA, en 2019 con un total de 4.339 empresas entre personas naturales y jurídicas, que equivale a un crecimiento del 7.4% con respecto al 2018, y en comparación al 3.5% de crecimiento del departamento antioqueño y el 3.3% del crecimiento nacional.
Los sectores económicos que aportaron el mayor volumen a este crecimiento son: comercio al por mayor y al por menor (con 328 nuevas empresas); alojamiento y servicios de comida (con 233 empresas); industrias manufactureras (con 157 empresas) y, en términos generales, en todos los sectores.
Para este año, la CCOA espera resultados en sectores como el aguacate, construcción, turismo y servicios profesionales y gastronomía, los cuales poseen un panorama positivo de crecimiento por las inversiones en infraestructura, avances en seguridad, entre otros.
Ante esto, el presidente ejecutivo de la CCOA expresó que “el desempeño del tejido empresarial es la pieza central del andamiaje de la competitividad, pues es a través de este donde se nutre un amplio portafolio de indicadores como el empleo, la formalización, la natalidad empresarial, la autonomía fiscal, la capacidad de consumo, la seguridad, la desigualdad, entre otros, que contribuyen a lograr el crecimiento económico y el nivel de la calidad de vida de un territorio”.
Para que las empresas continúen año tras año con una actividad productiva, la Cámara de Comercio del Oriente Antioqueño recomienda mantener vigente la renovación de la matrícula mercantil de las personas naturales y jurídicas, pues es el primer indicador para entender el buen desempeño del tejido empresarial.
“La información que se obtiene a través del registro público mercantil, administrado por las cámaras de comercio es valiosa. Esta brinda indicadores como la natalidad, densidad y el tamaño del tejido empresarial para conocer y evaluar el entorno y las actuaciones institucionales que determinan la creación, liquidación o supervivencia de las empresas” agregó el presidente ejecutivo.