Por: Héctor Mauricio Castaño Q. Abogado. mauricio.castano685@gmail.com
Hace poco ajustamos un mes en cuarentena nacional debido a la emergencia sanitaria generada por el virus COVID-19. Para muchos era impensable que a escasos meses de arrancar este año, el país estuviera obligado a paralizar casi por completo la circulación de personas, la educación, el trabajo, la práctica deportiva, los ritos religiosos, el turismo entre otras actividades sociales y económicas. El sacrificio también ha sido del gobierno en sus diferentes niveles alterando sus prioridades de gestión e inversión para volcarse a la atención de la emergencia.
Sin duda esta situación ha llevado a hacer grandes sacrificios, pero es injustificado que también resulten inmolados los Planes de Desarrollo Territorial (PDT), que son los instrumentos con los que las administraciones planifican el desarrollo local durante sus cuatro años de gobierno.
En Antioquia se ha venido haciendo manifiesta la preocupación por la forma en que se están construyendo los PDT a nivel municipal (y en el oriente esa queja también resuena). Unos cuantos municipios madrugaron y lograron adoptarlo en el primer periodo de sesiones del Concejo; los restantes se ajustaron al tiempo legalmente estipulado, contando con que algunos andan más bien afanados porque arrancaron tarde con dicha labor.
Formular un PDT no es una tarea fácil ni puede hacerse sin consultar las realidades municipales y las expectativas de los ciudadanos con los nuevos gobiernos. El descontento tiene voz en líderes y grupos sociales que desde los territorios vienen demandando la garantía de la participación ciudadana como base primordial en la confección de los PDT, pues en muchos municipios no se ha obrado de conformidad, ni antes de la declaratoria de la emergencia y ahora menos durante su vigencia.
Tal es la situación que diferentes organizaciones suscribieron una carta abierta[1] dirigida a los Consejo Territoriales de Planeación (CTP) del departamento, solicitándoles que en los municipios en los cuales se estén discutiendo los PDT se emita un concepto negativo. En su misiva se advierte la falta de garantías para el ejercicio de los derechos civiles y políticos bajo el estado de excepción y emergencia, señalando que no están dadas las condiciones para poder garantizar la planeación participativa.
Por ahora el foco está puesto en la respuesta a la pandemia mientras pasan de agache muchos Planes con grandes falencias en su elaboración por la escasa participación comunitaria, también por las dificultades enfrentadas por los CTP que han tenido limitada capacidad operativa y pocas posibilidades de acceso a tecnología de la información y comunicación, afectando la necesaria coordinación para desarrollar el estudio conjunto del PDT y verificar especialmente su correspondencia con los programas de gobierno, compromisos y agendas asumidas durante la campaña electoral.
No obstante lo anterior, todavía existe la posibilidad de que los Planes sean ajustados durante del camino que deben recorrer por los Concejos Municipales en el siguiente periodo de sesiones. Para que esto sea posible deberán difundirse masivamente los PDT por los medios disponibles de manera que alcancen a ser conocidos por parte de la ciudadanía y de esta manera se realicen las apreciaciones, sugerencias y propuestas que terminarán enriqueciendo los debates dentro de la Corporación y dejando como resultado una hoja de ruta acorde a las necesidades territoriales.
[1] Puede consultarse en: https://cjlibertad.org/publicaciones-28/1400-carta-abierta-a-los-consejos-territoriales-de-planeacion.html
*Las opiniones expresadas en esta columna de opinión son de exclusiva responsabilidad de su autor y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de La Prensa Oriente