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@DanielRrezMo
Hablar sobre el municipio de La Ceja es un tema que definitivamente me apasiona. Su gente, sus calles, la economía local, el medio ambiente, la movilidad, el emprendimiento, el turismo y todo lo que involucre el bienestar general y del territorio, son asuntos que durante años han estado de manera prioritaria en mis actuaciones y en mis pensamientos.
Un joven soñando un municipio con proyección, desarrollado, con acceso a la información, la educación y la tecnología; en el que sus habitantes sientan que las políticas públicas y las decisiones administrativas velen y pretendan el bienestar de todo un pueblo, de nuestro territorio, de La Ceja del Tambo para ser más precisos.
En mi familia me fue inculcado el respeto, máxime cuando de referirse a los mayores se trata, es por eso que en mi primera oportunidad como columnista de opinión de: La Prensa Oriente, quiero reconocer el trabajo arduo y comprometido de los dirigentes democráticamente elegidos para gobernar nuestro municipio: ¡Lo han hecho muy bien!
Es evidente el crecimiento y desarrollo del municipio, pero también es innegable que hace falta más, que hay asuntos por mejorar y que definitivamente la política tradicional debe reinventarse, contextualizarse y dirigirse al constituyente primario, al pueblo; y no al beneficio particular o de unos cuantos. Se debe eliminar la politiquería que es el calvario de la democracia y la calzada por donde transita la corrupción.
Finalizando con el merecido reconocimiento para aquellos Burgomaestres cejeños, démonos unos segundos para analizar el desempeño de los Concejales, en la actualidad uno de los puntos críticos en el desarrollo local.
Los votantes y toda la ciudadanía debemos recordar que los Concejales, junto con el Alcalde, constituyen la Junta Administrativa del Municipio, sobre los cuales recae toda la responsabilidad de lo que hagan o dejen de hacer por su comunidad.
Alcaldes y Concejales son un mismo equipo y aunque la política tradicional nos obligue a representar un color o una ideología, al final la razón principal de la función de cada uno de los Ediles, elegidos por el voto popular, será la de fortalecer la democracia, de tener actitud para atender y comprender las necesidades de las personas, exigir el cumplimiento de los programas prometidos, apoyar a la niñez y a la juventud y claro está, contar con un alto sentido de la responsabilidad y la transparencia.
La Junta Administrativa del Municipio está obligada a actuar con el corazón y no con el estómago, como lo dijo alguna vez una columna de un reconocido medio de comunicación de circulación nacional.
El 2019 es un año de renovación, de transformación y de ratificar el compromiso de la gente con su territorio, no más complicidad política para desangrar el recurso público, ni para malgastar o dilapidar el presupuesto, sólo por satisfacer apetitos de tipo particular o familiar, hipotecando incluso el futuro de nuestra comunidad y del municipio.
*Las opiniones expresadas en esta columna de opinión son de exclusiva responsabilidad de su autor y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de La Prensa Oriente