Tras el colapso del puente La Trinidad, campesinos de Cocorná, construyeron un paso improvisado para mantener la conexión con el casco urbano. La estructura, hecha con materiales disponibles en la zona, permite el tránsito de personas y el transporte de productos agrícolas.
El colapso afectó la movilidad de la comunidad, dificultando el acceso a servicios esenciales y el comercio de cosechas. Ante la falta de una solución inmediata, los habitantes optaron por una alternativa temporal mientras esperan una intervención oficial.
Las comunidades han solicitado a las autoridades una respuesta rápida para garantizar la seguridad del paso y restablecer la infraestructura vial en la zona.