Por: Rolando Albeiro Castaño Vergara*
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El mundo es un lugar cada vez más urbano, como ha sido ampliamente documentado, y esa tendencia se intensificará en los próximos años. Actualmente, la población urbana es el 55% del total mundial, equivalente a 4,2 billones de habitantes, frente a 3,4 billones rurales, y en el 2050 llegará a 6,7 billones de habitantes, mientras la población rural decrecerá a 3.1 billones. Este crecimiento representará un aumento del 13% en su participación sobre el total, llegando al 68%; fenómeno que será atribuible fundamentalmente al crecimiento de las grandes urbes del mundo en desarrollo (United Nations Department of Economic and Social Affairs, 2018).
Según ONU-HABITAT (2022) las metrópolis se están convirtiendo en una tipología predominante de ciudades en el siglo XXI. Al menos 2.600 millones de personas vivían en 1.934 metrópolis en 2020, lo que representa aproximadamente el 60% de la población urbana mundial o un tercio de la humanidad. 34 metrópolis han superado los 10 millones de habitantes; mientras que 51 tienen una población de 5 a 10 millones; 494 de 1 a 5 millones; y 1.355 de 300.000 a 1 millón, a este fenómeno no es ajena América Latina y por su puesto Colombia.
Esta creciente importancia de las aglomeraciones urbanas en el desarrollo y bienestar de la población, ha sido abordada desde instancias internacionales como lo declaración de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en su meta No. 11, consistente en “lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”. Sumado a ello la Declaración de Montreal de 2015 sobre Áreas Metropolitanas, reconoce las aglomeraciones como espacios de especial relevancia para el Siglo XXI, estableciendo lineamientos para su apropiada gestión y la inclusión del tema metropolitano en la Nueva Agenda Urbana de 2016 (UN-hábitat, 2020).
Podemos concluir que las metrópolis (ONU-HABITAT, 2022) no se definen ni por su población, extensión territorial, ni por el número de sus jurisdicciones locales (municipios) sino por su geografía funcional, ello por cuanto, están caracterizadas por fuertes interdependencias económicas, sociales y ambientales que necesitan ser gestionadas de manera integrada, con base en enfoques de territorios funcionales y a través de límites jurisdiccionales y el continuo urbano – rural. Según la Comisión de Estadística de la ONU un área metropolitana es una ciudad y su zona de desplazamiento, que consiste en áreas suburbanas, periurbanas y rurales vinculadas económica y socialmente.
De acuerdo con el CONPES 3819 nuestro país se encuentra altamente urbanizado, prueba de ello es que en 1951 la población urbana representaba solo el 39% de la población total, para el 2010 alcanzó a representar el 76%. En 1951 solo tenía 6 ciudades con más de cien mil habitantes, y ninguna de más de un millón, a tener en 2010 41 ciudades con más de cien mil y 6 con más de un millón de habitantes. Tendencia que se sostiene en las proyecciones al año 2050 de la Misión del Sistema de Ciudades según Pachón (2012) ello por cuanto se espera tener 52,6 millones de habitantes en centros urbanos, equivalente al 86% de la población total proyectada, resaltándose que se tendrán 69 ciudades con más de 100.000 habitantes y 7 con más de un millón de habitantes.
Por otro lado, se reconoce a las ciudades colombianas como el motor del crecimiento económico del país, el cual cada vez más debe ser sostenible ambientalmente y socialmente inclusivo. Los centros urbanos han aportado en los últimos 40 años, en promedio, más del 50% del crecimiento del PIB nacional (Banco Mundial, 2010) y actualmente el 85% del PIB nacional se genera en las ciudades (CONPES 3819), encontrándose en consecuencia una relación entre el nivel de urbanización y la riqueza per cápita de los colombianos.
El sistema de ciudades en Colombia está compuesto por 58 ciudades, de las cuales 18 son funcionales y 38 uninodales con funciones económicas, político-administrativas y de prestación de servicios fundamentales para sus regiones y para el país. Las ciudades funcionales para el año 2010 tenían una población de 22,4 millones de habitantes e incluyen 113 municipios; por otra parte, las ciudades uninodales comprenden una población para el mismo año de análisis de 5,1 millones de habitantes.
En Colombia existen 18 aglomeraciones urbanas, entendidas estas como el conjunto de ciudades entre las que existen relaciones funcionales en términos de actividades económicas, oferta de vivienda, servicios sociales, ambientales, culturales o administrativos; reconociendo para el caso del centro del Departamento de Antioquia dos aglomeraciones Medellín y Rionegro que integran un eje, corredor o subsistema urbano-regional.
El Eje Regional Medellín – Rionegro (Figura) nos pone ante un nuevo fenómeno territorial denominado por la Misión del Sistema de Ciudades como la región metropolitana, por lo cual estas dinámicas de crecimiento de las aglomeraciones generan retos de ordenamiento urbano regional, tanto para la aglomeración alrededor de Medellín integrada por los municipios de Medellín, Barbosa, Bello, Caldas, Copacabana, Girardota, Itagüí, La Estrella, Sabaneta, Envigado; como para la aglomeración alrededor de Rionegro integrada por los municipios de El Carmen de Viboral, Guarne, La Ceja, Marinilla, Rionegro y los demás con los cuales se identifiquen dinámicas e interrelaciones de carácter metropolitano.
Es claro que la zona del Valle de San Nicolás no es ajena al fenómeno de la metropolización o aglomeración urbana en los términos de la Misión del Sistema de Ciudades adelantada por el DNP hace 10 años, fenómeno que se ha afianzado en la última década hasta llegar a una población de 521.000 habitantes según proyecciones DANE 2024, y, que, según las dinámicas de desarrollo se seguirá consolidando, imponiendo retos en diversas materias como movilidad, servicios públicos domiciliarios, vivienda y hábitat, empleo, seguridad, sostenibilidad ambiental, ordenamiento territorial, entre otras, por lo cual resulta fundamental preguntarnos por el modelo de gobernanza territorial que debe establecerse para la adecuada gestión articulada y coordinada de los asuntos de carácter supramunicipal, debate en el cual, en el caso de nuestro país, aparece la figura del Área Metropolitana como el esquema con un desarrollo constitucional y legal de más de 5 décadas y con presencia en la actualidad en 8 de las principales aglomeraciones urbanas del país.
* Abogado experto en ordenamiento territorial, director de Planeación Territorial de la Gobernación de Antioquia.
- Termino que se refiere a lo que tiene características tanto globales como locales.
2. Política nacional para consolidar el Sistema de Ciudades en Colombia.
3. Son entendidas como el conjunto de ciudades y sus centros urbanos contiguos (incluidos sus territorios de influencia) entre los que existen relaciones funcionales en términos de actividades económicas, oferta y demanda de servicios.
4. Corresponden a aquellos centros urbanos cuya área funcional aún se mantiene dentro del límite político – administrativo que define el municipio.
5. De acuerdo al CONPES 3819 estos se definieron a partir de una primera aproximación que tomó en cuenta niveles de conmutación del 5% y la interrelación entre las ciudades o aglomeraciones por su cercanía (una hora de viaje – Roda 2012).
*Las opiniones expresadas en esta columna de opinión son de exclusiva responsabilidad de
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