Departamento de Comunicaciones
Clínica Somer
Unos prefieren dormir poco, otros dormir temprano y madrugar mucho, para algunos es fundamental la siesta de la tarde; en fin, cada quién tiene sus propios hábitos del sueño, que en algunos casos están muy alejados de ser saludables. Lo que sí es cierto, es que dormir bien es fundamental para el bienestar de cualquier persona, y que del buen sueño depende en gran parte que se pueda cumplir con las exigencias del diario vivir, y sobre todo, contar con un buen estado de ánimo para llevarlas a cabo.
Como lo menciona el Dr. Rafael Peñarete Nader, médico especialista en Neurología de la Clínica Somer, existen muchos trastornos del sueño, hay unos que son más frecuentes, como el insomnio, que son aquellas personas que no pueden concebir o mantener el sueño; la hipersomnia, que es dormir excesivamente, y la apnea obstructiva del sueño en donde ocurren pausas respiratorias mientras se duerme. Hay trastornos un poco más raros como el sonambulismo, los terrores nocturnos y el síndrome de piernas inquietas.
Frente a las causas de los trastornos del sueño, el especialista explica que pueden ser divididas en dos tipos: primarias y secundarias. Las primeras no tienen una causa clara y pueden obedecer a alteraciones genéticas; las secundarias se producen por situaciones específicas como el estrés, el consumo excesivo de cafeína o enfermedades crónicas, como las patologías reumáticas, el asma o el reflujo-gastroesofágico.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) habla de la falta de descanso al dormir como un problema de salud pública, que lleva a muchas dificultades en el rendimiento laboral y en la capacidad de relacionamiento positivo con los demás. Algunos de los factores de riesgo principales y que generan problemas del sueño, son la ingesta de algunos alimentos y comidas abundantes en altas horas de la noche, el consumo de tabaco y una vida sedentaria.
“La mayoría de los trastornos del sueño son benignos, pero hay un grupo de trastornos que si no se tratan adecuadamente y se dejan evolucionar, podrían repercutir negativamente en la vida de una persona, como la apnea obstructiva del sueño, problema que ocurre cuando la respiración se detiene y se reanuda repentinamente mientras se duerme, generando fatiga y somnolencia durante el día; por tanto, es importante que aquellas personas que la padecen, consulten a su médico de cabecera para ser remitidos a un neurólogo o neumólogo”, indicó Peñarete.
Muchas investigaciones han arrojado diferentes recomendaciones para dormir mejor, algunas de ellas son:
-Preparar la habitación para dormir tranquilo, un buen olor, el orden y la total oscuridad, ayudarán a conciliar el sueño.
-Alejar de la cama los dispositivos electrónicos, principalmente los celulares.
-Respetar la hora de acostarse, ayudará a que el cuerpo encuentre un ritmo del sueño y sea más fácil dormir y despertarse.
-Evitar tomar líquidos antes de acostarse.
-Reservar la cama únicamente para dormir, pues si se suele trabajar o estudiar en ésta, será más difícil para la mente relacionarla con el descanso.
Para mejorar los hábitos del sueño, es fundamental que cada persona sea consciente de la importancia de dormir las horas suficientes y sobre todo del autocuidado.