Leyendo: Campesinos de El Peñol logran el sueño de ser bachilleres a su mayoría de edad

Campesinos de El Peñol logran el sueño de ser bachilleres a su mayoría de edad

Doña Yolanda Amparo Ramírez, es una mujer campesina de la vereda Santa Inés del municipio de El Peñol y con 35 años de casada y con cuatro hijos, el mayor de ellos Sacerdote, recibió el grado de bachiller académico después de muchos sacrificios para asistir a la escuela de la vereda durante tres años. Había terminado los estudios de primaria en 1979 y hasta allí llegó, porque era la segunda de una familia de 12 hermanos y cuando la mayor se casó, le tocó dejar todo para dedicarse por completo a cuidar de sus hermanos menores, algunos con problemas de salud, de manera que era muy difícil poder continuar sus estudios.

Como ella, otras 16 mujeres, entre los 33 y los 68 años, recibieron sus grados de Bachiller Académico otorgado por la Institución Educativa Rural Palmira, además de dos jóvenes que se unieron al programa, en un acto que se cumplió en el teatro municipal de El Peñol, acompañadas de la Alcaldesa Sandra Duque y del Secretario de Educación del Departamento, Mauricio Alviar Ramírez, además de sus esposos, hijos, nietos y la mayoría de los residentes de la vereda Santa Inés, en una ceremonia llega de emociones y aplausos cuando cada una de ellas subía a la tarima a recibir su título.

Cuenta doña Yolanda que “toda la vida tuve el anhelo de estudiar, pero nunca se me dio la oportunidad, pero cuando escuché por la emisora que había un programa para que personas mayores terminaran el bachillerato y que las clases iban a ser en la escuela de la vereda Santa Inés, que es donde yo vivo, entonces fui a preguntar a la Alcaldía y me dijeron que debía hablar con el señor Juan Pablo Betancur, que no sabía quién era y como no estaba me pidieron que dejara el número del teléfono que él se comunicaba conmigo y así lo hizo al día siguiente y le dije que estaba interesada en terminar el bachillerato y que vivía en la vereda donde se iba a adelantar el programa y me motivó para que me inscribiera en la escuela y así lo hice”.

Agrega que “inicié el proceso con muchas dificultades y al principio creí que no iba a ser capaz, pero el profesor me insistía en que no abandonara y que cuando no pudiera ir a la escuela, él me mandaba los talleres para que los hiciera en la casa y con esa buena colaboración y motivación logré continuar”. Para una mujer campesina mayor es mucho más difícil estudiar y estar al frente del hogar, pero doña Yolanda afirma que, “cuando una oportunidad llega a la casa, eso no se da sino una sola vez y hay que aprovecharla”.

El horario de estudio para este grupo era de las tres de la tarde a ocho de la noche y antes de ir para la escuela, esta campesina tenía que dejar inclusive la comida preparada. “Todo era a la carrera, pero gracias a Dios logré este sueño de ser bachiller”. El grupo comenzó con 25 alumnos y durante el proceso se retiraron seis, precisamente por las dificultades que los campesinos tenían para ir a la escuela.

Volcar la mirada al campesino adulto

La idea de convertir en bachilleres a mujeres campesinas, la tuvo Juan Pablo Betancur Monsalve, mentor social de la Cooperativa Creafam, en la sucursal de El Peñol, quien hace cinco años comenzó a sensibilizar a las damas mayores de la vereda Santa Inés para que realizaran el proceso y después de tres años de hacer un ejercicio de dignificación y reconocimiento rural, lograron demostrar que el sistema educativo público y privado debe volcar su mirada a ese sector rural adulto, que está ávido para ayudar a un proceso de formación en bachillerato y tecnología, pero se debe empezar a darle una especial mirada a los adultos.

“Tenemos una amplia oferta de formación para los jóvenes, pero se nos están olvidando esas personas que en el campo producen y que por diferentes motivos no terminaron sus estudios. Hay que hacer un modelo de sensibilización sobre la educación rural para que llevemos esa población adulta a un feliz término como el que se logró, con personas entre los 33 y 68 años de edad. Para lograr realizar un ejercicio de estos, es necesario un proceso de sensibilización a las personas del campo y entender sus aspiraciones, para que comprendan que a través de la educación mejoran sus sistemas productivos y ahora las personas que se graduaron están viviendo un sueño que no pudieron cumplir cuando eran jóvenes”, afirma Rincón Monsalve. Comenta además, que a la mayoría de estas mujeres que se graduaron, los esposos las esperaban en la tienda de la vereda para acompañarlas a sus casas, de manera que el apoyo de la familia fue fundamental y por eso es muy loable el acompañamiento que tuvieron en el acto de graduación, no solo de las familias, sino de los habitantes de la vereda Santa Inés.

El proceso de capacitación de este grupo no termina, porque a mediados del próximo año recibirán otro grado como Técnicas en Agroindustria, gracias a un convenio con el Sena que las está capacitando en esa materia para que le den valor agregado a lo que producen en el campo, con lo cual se busca unas mejores condiciones para las familias y, en general, para la ruralidad.

Un grupo único

Para el profesor Miguel Ángel Hoyos Ciro, de la Institución Educativa Rural Palmira, este acto de graduación de bachilleres es de gran trascendencia para la institución, para el municipio y para la Secretaría de Educación del departamento, porque si bien las instituciones ofrecen la educación a través de los Ciclos Educativos Especiales Integrados, que es educación para adultos, las características del grupo que se graduó difiere de todos los demás, dado que todas son personas mayores de edad, excepto los dos jóvenes.

Recuerda el docente que este fue un proceso largo de motivación, liderado por el líder social que trabaja en la Cooperativa Creafam, quien desde hace cinco años se dio a la tarea de motivar a las personas adultas de la vereda Santa Inés, para que se animaran a conformar un grupo de estudio, para dar continuidad a su educación después de tantos años de haber dejado de estudiar, entonces empieza la gestión para oficializar el programa, el cual fue presentado inicialmente al Rector del colegio de la zona urbana, quien no lo aceptó y entonces se acudió al colegio de la vereda Palmira, cuya rectora aceptó con muchas dudas, pues tendría que hacer la gestión ante la Secretaría de Educación del departamento para que fuera aprobado el programa.

Explica el maestro que la educación de adultos se da en tres ciclos para la básica secundaria, cada año se cursan dos grados, de manera que los nuevos bachilleres estuvieron asistiendo a la escuela durante tres años, además de que en el año 2023, se logró un convenio con el Sena para que los capacitara en transformación de alimentos. Dice que, para nivelar académicamente a estas personas, se dedicó más tiempo a quienes estaban más atrasadas en sus estudios. La única condición que les exigieron, era que tuvieran mínimo 30 años y las mayores no tenían límites y es así como la persona más adulta tiene 68 años.

La graduación marca una historia para El Peñol

Sandra Duque Velásquez, Alcaldesa de El Peñol, expresó su emoción por el acto de graduación, indicando que son unas mujeres con las cuales ha trabajado muy de cerca desde que comenzó como funcionaria de la Administración y ahora como Alcaldesa tuvo el privilegio de entregarles los diplomas, con la presencia de sus familiares, muchas de ellas con nietos.

“De verdad que es una alegría muy grande, porque con este acto se marca una nueva historia para el municipio de El Peñol y para Antioquia, como ejemplo de que nunca es tarde para superarnos, que nunca es tarde para alcanzar nuestros sueños y estas mujeres nos dan una lección de vida muy importante. Conozco a estas mujeres, son muy trabajadoras, son las primeras que se levantan y las últimas que se acuestan, son capaces de trabajar con el azadón, de preparar la comida para sus familias y después ir a estudiar. El esfuerzo que hicieron es demasiado grande y por eso es tan meritorio que sientan un inmenso orgullo al recibir su grado. De verdad que, como Alcaldesa, me siento muy orgullosa de estas mujeres y de los dos jóvenes que se arriesgaron con ellas”, sostuvo la mandataria.

Anunció que este programa se va a replicar en otras veredas, en donde se está trabajando con el Sena para capacitarlas en transformación de alimentos, Ya se trabaja en las veredas La Meseta y El Chilco y que con esta graduación muchos campesinos y campesinas se van a animar al ver que si es posible alcanzar estos sueños.

La mamá lo invitó a estudiar con ella

En cada uno de los graduados hay una historia de superación. Jean Carlos Hoyos González, un joven de 24 años que con otro muchacho hicieron parte del grupo, cuenta que se unió al proceso por invitación de la mamá, doña Carmen González, que ya estaba estudiando para terminar su bachillerato y también se animó para alcanzar el mismo objetivo y ahora agradece al profesor y a todo el personal de la Institución Educativa por la oportunidad que le brindaron para salir adelante.

No es común que madre e hijo reciban grado de bachilleres al mismo tiempo, porque Jean Carlos dejó de estudiar para dedicarse a las actividades propias del campo para ayudar a su familia, pero ahora muestra su título con orgullo. “Si alguien quiere ser algo en la vida tiene que enfocarse un poco y buscar las formas para alcanzar los sueños. Creía que ya no tendría oportunidad para continuar mis estudios, pero cuando se presentó la oportunidad no dudé en aprovecharla. Uno como trabajador del campo no cree que tiene tiempo para estudiar, pero con la ayuda del profesor y mucho esfuerzo, se logró terminar este proceso”, afirma.

Un ejemplo inspirador

Mauricio Alviar Ramírez, Secretario de Educación del departamento, quien asistió a la graduación, manifestó que “estoy supremamente complacido, honrado de estar en la ceremonia de graduación de este grupo tan extraordinario. La verdad, son un ejemplo inspirador para lo que hemos venido haciendo desde la Secretaría de Educación, honrando el Plan de Desarrollo del Gobernador Andrés Julián Rendón y este es un motivo de gran esperanza”. Felicitó a las mujeres que se graduaron que, con su entrega, disciplina y compromiso, lograron esa etapa de ser bachilleres. “Nos sentimos muy orgullosos y es un acto conmovedor, por lo que significa para el desarrollo, para la calidad de vida y el ejemplo que ellas representan para sus hijos y demás familiares”.

“Como decía nuestro Premio Nobel de Literatura, “la educación, el conocimiento, deben ser de la cuna a la tumba”. Nunca es tarde para iniciar un proceso de formación, adquirir competencias, conocimientos. El conocimiento siempre nos va a abrir puertas para comprender el mundo, para ser empáticos, entonces qué maravilla ver a estas damas de distintas edades, todas ellas maduras, con responsabilidades familiares y económicas, y haber logrado el título de bachilleres es muy esperanzador”, precisó.

Anunció que eso es lo que quiere el gobierno departamental en la ruralidad, mujeres guerreras que se quieren formar en competencias, para luego tener autonomía económica, contribuir a la competitividad del territorio y esto hay que replicarlo en todos los municipios de Antioquia.

Alviar Ramírez informó que están diseñando un fondo de becas para la formación de técnicos laborales, técnicos profesionales, tecnólogos, en distintos campos del conocimiento, para que todas las personas interesadas en continuar su proceso de formación, lo puedan hacer en condiciones dignas, favorables y, sobre todo, contribuyendo al desarrollo territorial.

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