En diálogo con La Prensa Oriente, Rodrigo Hernández Alzate, Gerente de la Empresa de Vivienda de Antioquia (VIVA), explicó cómo la reducción del presupuesto nacional ha profundizado la crisis habitacional en Colombia. Aseguró que la eliminación de los subsidios como «Mi Casa Ya» ha complicado aún más el acceso a la vivienda para muchas familias.
La crisis habitacional se ha intensificado desde que el gobierno nacional retiró los subsidios. Esto ha dejado a muchas familias sin la única esperanza de acceder a su vivienda propia», afirmó Hernández.
En respuesta a esta situación, VIVA continúa trabajando en el Departamento promoviendo la vivienda de interés prioritario. Hernández destacó el programa de bancarización, que consiste en ayudar a las familias a realizar un ahorro voluntario con un subsidio de 500.000 pesos por cada persona que participe.
Esto permite que las familias puedan acceder a créditos para la compra de vivienda, y en algunos casos, pagar cuotas mensuales de entre 300.000 y 320.000 pesos, lo que es similar o incluso más bajo que el alquiler promedio en la región», explicó.
En el Oriente Antioqueño, VIVA ya ha viabilizado proyectos en varios municipios.
Actualmente, municipios como La Ceja, Alejandría y La Unión tienen terrenos listos para el desarrollo de casi 700 viviendas de interés prioritario, que comenzarán a construirse en 2025″,
dijo el Gerente de VIVA. Además, VIVA ha firmado convenios para realizar más de 2.000 mejoramientos de viviendas en la subregión, con el fin de reducir el déficit habitacional.
Hernández también compartió los planes para 2025:
Seguiremos viabilizando lotes postulados por los alcaldes, en especial aquellos que se encuentran en etapa de subsanación. Además, continuaremos apoyando a las familias que están a punto de desistir, ofreciendo subsidios como parte del Plan Rescate, que puede llegar hasta los 14 millones de pesos para viviendas de interés prioritario.»
Finalmente, subrayó que estos esfuerzos son clave para mejorar las condiciones habitacionales de las familias en Antioquia, especialmente en el Oriente, donde la demanda sigue siendo alta y el déficit habitacional persiste.