Por: Ethan Adrián Contreras Triana
Comunicación social UCO, E-mail: ethancontrena@gmail.com
James es un locutor y empresario nacido en Cocorná. Es el creador de la Página de Facebook «Que Viva La Música Popular – QVMP», cuenta hoy con 4.3 millones de seguidores. Es tal vez el referente más importante de este género musical, en redes sociales.
El 21 de junio de 1987 nació en Cocorná, James Giraldo. Sus primeros años se desarrollaron inmersos en el campo, rodeado de la naturaleza y el esplendor que esta le ofrecía, en una de las veredas más alejadas de la región, donde sus días transcurrían imaginándose frente a un público, presentando canciones de Pastor López.
Cuenta James que en 1993 a la edad de seis años, una vez empezó a sumergirse en los años de secundaria, su vereda se convirtió en el testigo de la violencia que permeaba la región antioqueña, debido a los grupos guerrilleros y paramilitares que irrumpían en el casco urbano, para arrebatarle la libertad a las personas. Frente a esta situación, sus padres tomaron la decisión de emigrar de la zona rural. Se fueron a vivir a Sincelejo.
Sin embargo, fue un cambio complejo para el pequeño James, ya que sabía muy poco de ciudad. A los 13 años, decidió empezar a trabajar en comercios locales para ayudar en el sustento de su hogar. Extrañando su estudio, se propuso a retomarlos en un futuro sin importar el esfuerzo que ello le conllevara, forjando así un carácter de superación personal, día tras día para ganarse la vida. En el impulso por obtener algo mejor a sus 20 años, se trasladó a Bogotá, donde su determinación no se desvaneció y siguió trabajando arduamente en tiendas, hasta crear un negocio propio al cual dedicó mucho tiempo, sudor y lágrimas.
Finalmente, para el 2009 regresó a su tierra antioqueña, radicándose en Ciudad Bolívar junto a su hermana, quien trabaja como policía. Es en este momento donde inició la validación de su bachillerato, a la par que trabajaba despachando buses en una flota urbana, para costearse los gastos de su estudio en horario nocturno. En este nuevo episodio de su vida, se presentó una oportunidad de traslado para su hermana, ambos apoyándose mutuamente, dieron paso hacia Fredonia. Desde allí viajaba hasta Medellín, para terminar su bachillerato y llegar a trabajar; sin embargo, en medio de estas jornadas halló un momento de escape con aquello que tanto amaba, la radio.
Consiguió graduarse no mucho después y ahora enfrentaba una decisión crucial: su carrera. La locución y la radio siempre habían sido su mayor inspiración para seguir adelante y derribar múltiples desafíos. A pesar de ser un hombre trabajador y determinado, era bastante introvertido, su voz se retenía como eco en su garganta. No obstante, conocía el poder de sí mismo, aquel talento oculto que solo él conocía desde su niñez, por medio de sus actividades jocosas como animador y locutor de su propio mundo, fue así nutriendo su valor hasta que se volvió un canto inspirador.
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“Ya tengo mi cartón, ¿para dónde cojo?”, se dijo a sí mismo, una vez tuvo el título en sus manos. Sin un plan concreto, se dirigió nuevamente a Cocorná. Establecido allí, tuvo la oportunidad de participar en los eventos y festividades. Era su primera vez, su cuerpo estaba pisando la tarima, experimentando una oleada de emociones y miradas. Con el corazón en las manos, James demostró que había nacido para eso, brillando con confianza. Las oportunidades empezaron a aparecer, la emisora comunitaria de Cocorná le abrió sus puertas durante 10 años, regalándole experiencia en presentación de eventos, aperturas y promoción.
Y había encontrado su pasión, tenía un nuevo sueño que nació de esa necesidad de impulsar figuras públicas de la música. Aprovechando el uso de las redes sociales, creó la página “Que Viva La Música Popular” (QVMP) en el 2017, con un propósito en mente: ayudar a crecer a los cantantes emergentes. Su proyecto se fue transformando en algo mucho más grande, durante el tiempo que solo podía subir contenido básico, debido a su turno de ocho horas en la radio. Esto se estaba convirtiendo en un negocio con gran visibilidad y que tomó mayor fuerza. Su notoriedad y renombre llegó a oídos de nuevos personajes de la industria musical, atrayéndolos a su espacio.
Empezó a marcar presencia en diferentes redes sociales como Instagram, Facebook y TikTok y -según dice- alcanzó un total de 400.000 seguidores en su página principal; pero, sufrió un revés en el proceso, cuando la cuenta le fue arrebatada. Un golpe inesperado a toda esa disciplina.
Fue difícil renacer y levantarse de nuevo, a pesar de todo, el reconocimiento de quienes eran y lo que hacían, fue un impulso para regresar sin problemas. Deseando que el proyecto tuviera un tinte más profesional, contrató personal entre quienes se encontraban conocidos del pueblo y dos compañeros amantes de la comunicación, para convertirse en un emprendimiento que se dedicaba a realizar cubrimientos de eventos, ruedas de prensa y estudios, tanto del cantante, como de su música.
En el 2020, la pandemia limitó el trabajo, siendo esta la segunda ola inesperada en su carrera y empresa. Aquella cuarentena impidió la contratación, promoción y encuentro con artistas. Dada la situación, se idearon diferentes dinámicas para que todo lo construido siguiera de pie, realizando conciertos virtuales. Las nuevas experiencias de este año, y el uso de diferentes herramientas, impregnaron un pensamiento nuevo e innovador que lo llevaría al siguiente nivel. Experimentando con la industria audiovisual, se ideó un nuevo plan de negocio el cual fue nombrado al inicio como” QMP Producciones”, pero que, con el paso del tiempo tomó en nombre de “Visual Viva”. El sueño de James era imparable, empezó completamente solo en esta aventura pero ahora más personas encuentran en sus puertas, una posibilidad de avanzar a su ritmo.
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––Gracias al reconocimiento y toda la experiencia que he y hemos obtenido soy empresario de eventos y representante de eventos. Vivo de la música ––dice James.
El amor por lo que hace lo ha llevado a convertirse después de siete años de sus inicios, en un profesional exitoso, y aunque alejado de su amor principal que es la radio, no ha pasado ni un solo minuto en dejar de realizar un programa radial con dinámicas especiales, para la integración con artistas de un género que nació en Colombia, esperando que con su ayuda puedan trascender fronteras sin perder de vista su proyecto de vida. Vigente y decidido, James ha dedicado la mayor parte de su vida en creer en su talento, forjar empresa y junto con su equipo; moviéndose entre las responsabilidades de su trabajo, pero también de su familia. Los sueños pueden ser hermosos pero complicados, aquella pasión que tiene por lo que hace, lo lleva a dedicar largas horas en viajes, reuniones, llamadas e investigaciones, “sacrificando el tiempo”.
James Giraldo, ha conseguido muchos de sus sueños como posicionarse en redes sociales, tener su productora y fortalecer nuevos talentos locales. “Hay mucho por dar aún, es una lucha que apenas inicia, existen muchos talentos en espera y otros sin descubrir”.
En 2024, creó “Parchadito con James”, en formato podcast donde le puede dar mayor visibilidad a todos los que están en busca de su sueño; pero donde -dice- el presentador y el entrevistado puedan mostrarse naturales ante el público, “Un tú a tú, donde se pueda cantar, tomar algo y hablar de la vida”, y no solo eso, James además deja un mensaje no solo a su público, sino también a los jóvenes soñadores como él:
“Es importante que estudien y se capaciten para sobresalir, más que tener el talento es saber usarlo y tener toda la disposición para hacer las cosas y lucharlas. Los sueños van más allá de solo la inteligencia, es no quedarse quieto y amar lo que se hace”.