Lina Marcela Ciro Martínez es concejala del municipio de Rionegro. Creció en el hogar de una familia humilde, pero con sus ganas y con el impulso y los valores que sus padres le inculcaron, emprendió el camino para surgir y agradeciendo a Dios anuncia que tuvo la oportunidad de ser líder social y llegar a la posición que ahora tiene. Todo nació por el liderazgo de sus padres, quienes han sido dirigentes comunitarios y ella se enamoró de ese trabajo con la comunidad, de cómo lo hacían, trabajar por los niños, porque vivió en el barrio Juan Antonio Murillo en donde tuvo la oportunidad de conocer una familia con tres menores, entre ellos una niña que fue su inspiración para emprender una campaña en pro de la niñez, para que tuvieran la oportunidad de tener una navidad feliz y con algunos amigos comenzó a liderar campañas sociales, especialmente en torno a la navidad, pues muchas familias no tienen la posibilidad económica de celebrarla.
Su madre fue presidenta de la Junta de Acción Comunal (JAC) de ese barrio, que es un sector humilde de Rionegro, pero que le dio grandes enseñanzas, y posteriormente se trasladaron al barrio Las Playas, donde su padre fue presidente de la Junta de Acción Comunal por muchos años.
Lina Marcela es psicóloga, profesión que le ha dado las herramientas para el trabajo social con las comunidades y gracias a la oportunidad que le dio el exalcalde Andrés Julián Rendón, trabajó desde la administración con primera infancia, una experiencia que considera muy gratificante para su vida en lo profesional y lo personal, pues se convenció que invertir en la primera infancia es lo más importante, pues en los primeros años de vida los niños captan toda la información de los mayores ya la guardan para avanzar en su desarrollo humano. Afirma que “las voces de los niños son las más invisibles de la sociedad, por creer que ellos no pueden soñar ni aportar y nos estamos equivocando porque sí lo pueden hacer y por eso valora ese trabajo desde el gobierno local, donde se generaron espacios para muchas comunidades de Rionegro y por eso la recuerdan”.
La concejala Ciro Martínez fue la invitada del periodista Carlos Humberto Gómez al programa PROTAGONISTAS, que se emite por el Canal Acuario Televisión, para hablar de sus acciones y aspiraciones.
Usted presentó su nombre como candidata al Concejo en 2015, pero no le alcanzó la votación y volvió a hacerlo en 2019 y triplicó la votación. ¿Cómo fue ese proceso?
Mi primera aspiración al Concejo nació de un grupo de amigos con quienes veníamos adelantando las campañas sociales y veían en mí una habilidad para avanzar en estos procesos, caminos que nunca en mi vida creí recorrer, pues siempre fui apolítica por creer que los políticos no cumplían nada. Hoy me doy cuenta que los políticos pueden ser malos, pero también pueden ser buenos. Uno no puede prometer lo que no puede cumplir y esa fue mi posición durante la campaña, en la cual nunca dije que iba a darles esto o lo otro. Yo lo único que prometí fue una lucha incansable por el territorio y creo que lo estoy haciendo con todo el amor del mundo.
Cuando aspiré por primera vez no se alcanzó la curul, saqué 526 votos de la nada, pues era muy nueva en el tema y me asustaba. Ya en el 2019 renuncié a mi cargo a comienzos del año y me lancé con toda y finalmente empezamos a trabajar, trabajar y trabajar, un poco más aterrizada y orientada por amigos que han estado en política y compartieron sus experiencias. Hoy, gracias a Dios y a los ciudadanos que me brindaron esa oportunidad, que fueron 1.589, estamos en el Concejo trabajando por el territorio que fue a lo que nos comprometimos.
¿Cómo fue ese escenario político para una mujer que quería un espacio en el Concejo de Rionegro?
Como mujer digo que es algo difícil que seamos bien vistas en estos procesos, o así lo pienso yo. Para mí fue difícil porque la gente, tal vez por no estar preparada, no confía en las mujeres y estuve sometida a una campaña muy sucia, sufrí la violencia política contra las mujeres, me hicieron memes por internet, en los que desprestigian, no como mujer política, sino como ser humano, lo cual no se debe hacer, pero con ello tomé más fuerza y valentía, porque cuando llegaba a la casa llorando, mi mamá me decía que no retrocediera, que siguiera avanzando. Lo importante es tener la conciencia tranquila, pero ser mujer y estar en la política, es muy difícil.
Llegaron las elecciones del 2019 y usted triunfó
Cuando estaba cerca el día de elecciones, sentía el apoyo, pero no creía llegar, por considerar que llenar una plaza pública, que la gente lo acompañe y respalde, me daba desconfianza. La duda siempre está en los ciudadanos y en el mismo político, porque no sabemos si nos están acompañando de corazón o no.
Se llegó el día y fue algo muy emocionante, con mi esposo, con mis hijas, con mis padres, mis amigos y vecinos. Cuando pasó el conteo de votos y anunciaron los elegidos, fue algo súper emocionante que no sé cómo describir.
Pensando precisamente en la familia, ¿cómo asumió ese reto a partir del primero de enero de 2020?
Para una mujer que tiene un hogar es más difícil, pues necesita tiempo para compartir con la familia y especialmente con mis hijas que necesitan un acompañamiento porque están en la etapa de la adolescencia, pero también acompañar los procesos de las comunidades no es tan fácil. Hablo mucho con mi esposo y mis hijas para sensibilizarnos de que tengo que estar con ellos, pero también tengo que dedicar tiempo a la comunidad, pues si emprendí un camino prometiendo que trabajaría por Rionegro, así lo debo hacer.
En estos dos años y medio de permanencia en el Concejo, ¿qué ha pasado?
Han pasado muchas cosas. Cuando inicié el período me sentí asustada, en los primeros ocho días me enfermé, pero con el tiempo aprendí que hay que dejar el miedo de lado y trabajar por las comunidades como lo prometimos.
Hoy venimos adelantando muchas gestiones, hemos aprobado Acuerdos importantes para la comunidad, he promovido algunas iniciativas en pro de la niñez y de distintas comunidades, le hemos apostado a acompañar el gobierno del doctor Rodrigo Hernández, en temas de vivienda, de saneamiento básico, de muchas cosas que van a beneficiar a los rionegreros.
Apenas son dos concejalas en Rionegro. ¿Hacen falta más mujeres en esta corporación?
Pienso que las mujeres deberían estar más empoderadas y es lo que estamos buscando a través de la Red de Concejalas del Oriente. Con Leidy Baena, mi compañera concejala, nos hemos respetado como mujeres, así tengamos una visión distinta sobre el territorio. Desde allí tenemos que dar ejemplo y lo estamos haciendo con todo el amor y respeto que nos merecemos nosotras y todas las mujeres del municipio y le estamos apostando a que muchas mujeres de Rionegro se empoderen, que salgan a trabajar por sus comunidades y busquen las oportunidades para llegar a las corporaciones de elección popular.
¿La Red de Concejalas les ha facilitado avanzar en ese sentido?
Si, porque en la Red de Concejalas, aparte de los programas de capacitación, también aprendemos de la vida de cada una, pues allí hay mujeres muy empoderadas que están luchando, que tienen aspiraciones a alcaldías, lo cual es un avance importante.
Siempre he dicho que cuando una mujer avanza, ningún hombre retrocede. La idea es seguir minimizando esas brechas de desigualdad de género y que las mujeres empiecen a reconocer a las lideresas que trabajan por el territorio, porque las mujeres le apostamos mucho al tema social para trabajar por las comunidades más vulnerables. Es una Red de Concejalas muy sólida, todas tienen grandes ideas y unos liderazgos muy importantes en la región.
En este período se creó la Comisión Legal para la Mujer, de la cual fue su primera presidenta. ¿Cómo ha sido el trabajo de esa comisión?
Tuve la oportunidad, gracias al apoyo de mis compañeros, de ser la presidenta de esa comisión en 2021. Desde allí trabajamos por muchos espacios para las mujeres y continúo haciéndolo como concejala y como mujer, pero dejamos un legado importante porque lo que hicimos fue articular las distintas secretarías para un trabajo transversal, con el fin de afrontar problemas que muchas mujeres tienen en Rionegro.
Hicimos muchos eventos en los cuales las mujeres manifestaban sus tristezas y necesidades y estos espacios permiten que nos liberemos de muchas cargas emocionales. Hoy, con mi equipo de trabajo, estamos liderando programas con algunas comunidades, en un movimiento que se llama “Mujeres sin límites”, con un grupo de mujeres emprendedoras, profesionales, amas de casa que necesitan otros espacios. Llevamos a las comunidades diferentes programas para que las mujeres tengan esos espacios de diálogo para que como mujeres nos liberemos de esas cosas que tenemos guardadas y que no permiten que miremos hacia otros horizontes. Ese trabajo nació desde la comisión, pero hay mucho que hacer por las mujeres de Rionegro.
Conociendo a esas mujeres emprendedoras y lideresas, ¿cómo hacer para visibilizarlas más?
Son mujeres que son ejemplo de vida, que nacieron de la nada, pero que con su valentía asumieron diferentes roles en la sociedad y eso es lo que quisimos hacer en noviembre de 2021, para exaltar esa labor tan importante que cumplen las mujeres en nuestro municipio. Reconocimos a muchas mujeres con talento, pero que lo tienen escondido y como ciudadanos tenemos que exaltarlas para que puedan mostrar esas capacidades y pueden ser ejemplo para otras mujeres.
¿Qué le queda por hacer en este período como concejala?
En el tiempo que queda hay que seguir trabajando como desde el primer día, hay que proyectarnos a futuro y tengo la intención de volver a aspirar al Concejo, si la comunidad me da la oportunidad, pero no estoy obsesionada con eso. He sido muy respetuosa en el Concejo, he tratado de hacer lo que las comunidades me piden y todo lo he hecho con mucho respeto. Quiero seguir trabajando por los niños que, como dije, son las voces más invisibilizadas de la sociedad y lo que quiero es ser su voz en la corporación.
Gracias a un Acuerdo que impulsé, hoy se está escuchando la voz de los niños para saber cómo se sueñan la ciudad, cómo quieren que sean sus instituciones, lo que para mí es sumamente importante, porque no solo es tener la opinión de los niños, sino también de sus familias.
¿Qué falta para que haya una mayor participación de la mujer en política?
Creo que lo que falta es trabajar en nosotras mismas, en ir dejando esos miedos, pues muchas mujeres no entran a participar de estos procesos por prevención, porque a veces la política se torna en ambientes difíciles y a muchas les da miedo exponer sus nombres a los comentarios callejeros.
En política hablan porque sí y porque no, pero todos los días aprendemos cosas nuevas. Yo les digo a todas las mujeres del Oriente que sientan en su corazón que tienen liderazgo, que pueden trabajar por muchas causas sociales, que tengan mucho ánimo, que busquen aliados, a sus familias, para que emprendamos colectivamente esos grupos de mujeres empoderadas que podemos planificar y trabajar por el desarrollo del territorio.
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