Alejandro Restrepo, a sus 16 años, es practicante de un deporte llamado el cubo de Rubik, que lo ha convertido en campeón nacional, en la categoría Skewb: un cubo mecánico con ocho esquinas y seis centros, compuesto por piezas que pueden rotar y cambiar de posición. En entrevista con Carlos Humberto Gómez, Alejandro cuenta cómo ha sido su experiencia y todo lo que ha hecho en relación con esta actividad en Rionegro.
¿Quién es Alejandro?
Alejandro es un joven como cualquiera otro. Estoy estudiando en el último grado académico del colegio, y tengo algunos pasatiempos y disciplinas, entre las que se encuentran los cubos de Rubik que me ha dado más visibilidad en los últimos años.
¿Qué es el cubo Rubik?
El cubo Rubik es un rompecabezas de 3 dimensiones que conforma una figura tridimensional. Es un puzzle que gira sobre los 6 centros que tiene de 6 caras con piezas que se mueven, y 8 esquinas y dos aristas que se mueven alrededor del puzzle, dependiendo de cómo se gire.
¿Cuál es el origen de ese cubo de Rubik?
El cubo Rubik nació en el año 1974, gracias al profesor Ernő Rubik de quien toma su nombre. Él era un profesor de arquitectura que lo que quería era enseñar a sus alumnos formas de tener una figura tridimensional que se moviera y rotara sin que se descompusiera del todo, entonces Ernő un día estaba caminando por los bordes de un río en Budapest y vio unas piedras puestas en el centro y ocho alrededor de ella, y eso le dio la idea de crear un prototipo que es bastante parecido al que tenemos hoy en día. Además, se le ocurrió ponerle colores y ya de ahí empezó a venderse como un juguete en la época de los 70.
El cubo Rubik ha estado presente en la vida de muchas personas, pero no sabíamos su nombre original
De hecho, el cubo de Rubik en sus cifras oficiales es del juguete más vendido de la historia con 358 millones de unidades vendidas, solo contando las oficiales, entonces lo hace uno de los productos más populares de la historia. También es ícono de la cultura pop de los 80.
¿Cuál fue ese primer contacto con el cubo de Rubik?
Mi primer contacto fue de niño, porque fui muy fanático de los rompecabezas, siempre se me catalogó como un niño muy inteligente, y en lo particular me gustaba mucho porque me parecía un reto nuevo, distinto a lo normal, y fue en ese contexto que un día vi en una tienda un cubo de aproximadamente 3 mil pesos y me pareció interesante, entonces me comprometí con esto, me puse a ver cómo se hacía y cómo funcionaba, empecé a buscar en internet los métodos, y luego me compré un cubo más decente y poco a poco en mí nació ese reto de saber en cuánto tiempo era capaz de armarlo, ahí fue que descubrí que había un mundo entero alrededor de esta práctica y que habían más categorías y formas, entonces a punta de disciplina constancia y mucha pasión llegué a lo que soy hoy en día.
¿Había una técnica entonces?
Sí. En cuanto a la técnica siempre voy a hacer una analogía básica: armar un cubo Rubik es como armar un pastel, tienes que hacer primero el primer nivel, luego el segundo, y luego el tercero, funciona más fácil por capas. Ya la manera es algo que no voy a entrar en detalles, pero no es algo complejo, si tú tienes las ganas y la intención, investiga y poco a poco irás entendiendo cómo funciona.
¿Alejandro tenía otra práctica deportiva?, ¿estaba en otros asuntos como el estudio u otros que ocupaban su tiempo?
Yo empecé con el tema del cubo a los 10 años, y a la par tenía los temas del estudio, pero en las épocas previas y durante los primeros años de esta disciplina mis padres siempre fueron muy entusiastas en meterme en un montón de disciplinas a ver si yo hallaba algo que me apasionara, entonces estuve entrenando fútbol, tenis de mesa, ajedrez, donde estuve en los juegos supérate, y algunos otros deportes que tal vez se me pueden estar olvidando, pero en ese momento el cubo de Rubik fue la única disciplina seria que tuve, la primera pasión que tuve y a la cual me comprometí completamente.
Parece que estamos en ese momento en el que tus padres ya se dieron cuenta de que esa pasión va más allá de simplemente un hobby…
Sí, hoy en día tengo la oportunidad y la fortuna de que mis padres están de acuerdo con esta disciplina como un deporte serio, porque tengo metas serías. Estoy muy agradecido por eso.
¿Y sus hermanos qué piensan de esto?
Mis hermanos siempre lo han visto como algo chévere, como un talento que tengo, pero no arman el cubo como tal, la única persona de mi familia que se ha puesto armarlo de verdad es mi padre, ahí va aprendiendo lentamente, se divierte y se distrae un rato. La gente lo ve como una habilidad chévere y un talento poco común.
Me dice usted que además de estudiante también escribe, ¿cómo es esa experiencia en la escritura y sobre todo en la escritura digital?
Hay plataformas en los celulares o en línea que sirven para que las personas puedan demostrar sus escritos o leer escritos de otras personas. Yo uso una que sirve para que las personas puedan buscar escritos hechos por la gente de la misma comunidad o publicar los propios. Al principio cuando empecé con los cubos, empecé también a leer bastante, entonces decidí buscar aplicaciones para leer en línea, y con el tiempo empecé a desarrollar esa faceta artística de una persona más sentimental, más de vivencias y experiencias. Empecé a escribir pequeños borradores hasta que formé una idea en la cabeza y decidí escribir una novela de fantasía y de magia, la empecé a formar y en este momento la estoy escribiendo, además, a la par empecé a escribir poemas, porque encontré en ellas una manera más artística y mucho más bonita de retratar las situaciones y los momentos.
Me dijeron también que le fue muy bien en unas pruebas académicas a nivel nacional, ¿cómo fue eso?
Eso es algo que yo todavía no me creo y no sé si me quiero creer. En el grado once hay unas pruebas presaber que son antes de los Icfes que se presentan para prepararnos un poco sobre cómo funcionan estos exámenes y qué temas se abordarán, entonces en mi colegio, en el Monseñor Alfonso Uribe Jaramillo, lo hicimos este año y hace un mes salieron los resultados y me salió un percentil del ciento por ciento que quiere decir que se supera al ciento por ciento de estudiantes a nivel nacional. No sé si lo estoy interpretando mal, pero de igual manera tuve unos resultados muy buenos por categoría, ninguno bajó del 95 %, y eso me llena mucha esperanza para lo que vienen siendo los Icfes de verdad.
Hablemos más del cubo de Rubik y de la categoría Skewb que es donde se envuelve Alejandro. ¿A dónde lo ha llevado la práctica deportiva y cómo está hoy en día?
La primera vez estuve en Medellín en el año 2017, desde ahí uno descubre que el ambiente es chévere y se conoce gente nueva, entonces empecé a buscar más torneos y hoy en día he estado en 15, pudieron haber sido más si no hubiera sido por la crisis del Covid-19. He estado en lugares como Medellín, Bogotá, Soacha, Cartagena, Bucaramanga y Melgar, próximamente esperamos poder ir a campeonatos sudamericanos o mundiales que se hacen cada dos años.
¿Cómo califica su participación en esos escenarios nuevos?
Es un camino de mucho aprender, al principio fue un proceso de acostumbrarme al ambiente, de ver cómo funcionaban las cosas y conocer gente. Yo personalmente sobresalí muy temprano en la categoría del Skewb, con una marca bastante buena a nivel nacional, no era impresionante pero sí era buena, y desde ahí como vi que tenía potencial empecé a practicar mucho en esa categoría. Fue un camino lleno de aprendizajes, de saber que en un momento se puede estar en la cima y tener muy buenas marcas y resultados, pero en otro, puedes tener un mal momento. Yo he estado en los dos, he tenido marcas muy buenas, pero también marcas de las que no me siento orgulloso, sea por mi actitud o rendimiento, pero que al fin de cuentas fueron aprendizajes.
¿Cuáles han sido los mejores tiempos y cuál la mejor categoría?
En el mundo del cubo Rubik, las categorías no son por edad ni por género ni experiencia, sino que una categoría es un puzzle distinto. Yo personalmente en la categoría que más sobresalgo es en Skewb, en la que puedo decir orgullosamente que tengo el récord nacional de promedio de Colombia con una marca de 3.49 segundos de promedio, el cual funciona así: se hacen 5 tiempos, el peor no se promedia, el mejor tampoco, se promedia el del medio y ese promedio me dio 3.49 segundos, que es el mejor que hay en Colombia en una competencia.
¿Qué quiere hacer Alejandro?, ¿a dónde quiere llegar y cómo se ve en el tiempo?
Es complejo porque en estos momentos por la crisis sanitaria que tenemos, llevamos un año y seis meses aproximadamente sin torneos oficiales porque no se puede, pero a futuro cuando vuelvan a haber torneos, quiero personalmente lanzarme para cosas más grandes. No quiero solo ser reconocido como el mejor del país y ya, sino que quiero llegar a un mundial, ir a un torneo muy grande y dejar la bandera de Colombia en alto. Quiero ser de los mejores del mundo.
Finalmente, Alejandro, ¿cuál es el mensaje para los jóvenes que hoy ven acciones como las que usted ha hecho, no solo en el cubo Rubik, si no en otras prácticas, para que se comprometan y sean disciplinados?
Para los jóvenes, los niños y los no tan jóvenes, el único mensaje que puedo decirles es que yo también he tenido mis momentos bajos, he sabido lo que es fracasar y no querer seguir más, o que simplemente no sepas qué quieres hacer y en qué desenvolverte, para estas personas lo único que puedo decirles es que insistan y sigan insistiendo, que busquen lo que les apasione y vivan las cosas de una manera que cuando ustedes miren al pasado no se arrepientan de absolutamente nada de lo que hicieron. La disciplina viene con la misma pasión, si a ti te apasiona algo, si te nace hacer algo de todo corazón, la disciplina viene por sí sola.